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Adjuntamos video,
en el que podemos ver un timelapse de 16 seg, realizado con una foto
cada 20 seg, que resume el fenómeno solar que tiene lugar en El
Coronadero (Bco. Hondo, Amurga) cada 21 de diciembre, que dura unos
25 min. Además de ello, se exponen las principales carácterísticas
que reúne Montaña de Las Tabaibas, a 800 m de El Coronadero, por las
cuales la consideramos la legendaria Montaña de Amago/Umiaga, de
las crónicas.
El video es un
recorte de la conferencia impartida al Centro de Secundaria Pancho
Guerra de Castillo del Romeral, en marzo de 2024, con motivo de las
I jornadas de Patrimonio de dicho centro, con el título ‘El último
salinero de las salinas de Castillo del Romeral’.
TIMELAPSE: efectuado el 21 de diciembre de 2020, realizado y editado por Pablo Guedes González y Alba Bordón Guedes.
Posible representación de la Batalla, Jan Mostaert de Haarlem, Rijksmuseum de Amsterdam.
PABLO GUEDES GONZÁLEZ
(El artículo es una recopilación de un capítulo de nuestro libro de próxima publicación con el título ´Las últimas fortalezas en la Guerra de Canaria´)
En estas fechas calurosas, como debieron ser en aquel tiempo, se cumplen 544 años de esta famosa batalla desarrollada en Tirajana, en la que los castellanos, al mando del corsario gaditano, Pedro Hernández Cabrón, obtuvieron una severa derrota, perdiendo veintiséis hombres con más de cien heridos y ochenta prisioneros, siendo las bajas por parte de los canarios, al mando del faicán de Telde, Guariragua “El Tuerto”, de veinte muertos. Según cuenta la tradición, Hernández Cabrón se encomienda a San Bartolomé, patrón del día, rogando por la salvación de los castellanos, y este es el motivo por el que el municipio recibe el nombre de San Bartolomé de Tirajana.
Tradicionalmente cuando se nombra Tirajana, se asocia el topónimo casi exclusivamente al área de La Caldera y concretamente a la población de Tunte, aunque todos los investigadores coinciden en que el topónimo hacia referencia a una comarca y no a un sitio concreto, llegando desde la parte más alta de la isla en su vertiente este, por el área de Risco Blanco y Taidía, y finalizando en el mar, en la desembocadura del Barranco de Tirajana e incluyendo los Llanos de Sardina y Amurga.
Las primeras incursiones de conquista a este territorio se desarrollaron llegando por la costa, y señalando a Tirajana en la zona de costa, tal como sucedió en la que llamamos Batalla de Sardina (enlace al pié), que tuvo lugar en fechas cercanas a 1471 muy probablemente en la Degollada de Majadaciega (junto a Sardina) y en los Llanos de Sardina. Marín de Cubas, Torriani y Escudero sitúan la batalla en estos sitios nombrándolos como Tirajana.
En las incursiones posteriores a la derrota de San Bartolomé, los castellanos siguieron llegando por la costa y así en septiembre de 1480, Pedro de Vera hace una entrada al mismo lugar donde se desarrolló esta derrota y posteriormente otra, en mayo de 1482 a Tirajana, Acayro (nombrado también como Tayra o Cayra) y Titana, que para nosotros se desarrolló en los Llanos de Sardina (Tirajana), cercanías del Roque Aguayro (Acayro) y La Fortaleza de Abajo (Titana), llegando, creemos que por vez primera con esta entrada, al interior de La Caldera.
Para Alonso de Palencia, el cronista de los Reyes Católicos, la batalla de Tirajana tuvo lugar en la bajada del monte sagrado de Tirajana, que junto con Tirma constituían los dos montes y santuarios de los canarios a los que hacían peregrinaciones multitudinarias y por los que realizaban sus juramentos. En nuestra investigación tratamos de demostrar que esta batalla se desarrolló en algún lugar en la bajada de Montaña de Las Tabaibas, al pie de Amurga y cercano a las Salinas de Abajo (Juncalillo del Sur). En la cumbre de la montaña sagrada se situaba un templo descrito por Palencia, que para Abreu Galindo, Marín de Cubas y Escudero era Umiaga o Umiaya.
Nuestra interpretación es la de que una parte de Amurga era el Santuario de Tirajana «de dos leguas en redondo» de refugio, que nos describían las crónicas, reforzando el planteamiento, el descubrimiento por documentos antiguos del Registro Parroquial de Tunte, de la ubicación de Umiaga en las cercanías del Risco del Drago (norte de Amurga) en 2019. Es por ello por lo que deducimos que Umiaga y Amurga debían ser un mismo topónimo para los canarios, pues nominaban al mismo territorio y creemos que evolucionó de dos formas al castellano, prevaleciendo Amurga.
Palencia escribe su obra en latín, describiéndonos la batalla, aportándonos datos muy valiosos sobre el «monte» sagrado, con estructuras defensivas y un «templo» que destruyen. En la expedición también participan el obispo Frías, el deán Bermúdez y Hernán Peraza, junto con quinientos infantes y trece jinetes que hacen la entrada a Tirajana, con la intensión de desgastar a los canarios en la guerra y en búsqueda de botín. Palencia nos indica que en la subida al monte sagrado, van todos, incluso los jinetes a caballo, que después tendrán problemas en la bajada, lo que es imposible en La Fortaleza de Santa Lucia, donde para algunos investigadores se situaba este monte de Palencia.
Marín de Cubas nos describe la incursión y el territorio de esta manera: «estaba a la parte opuesta de la Ysla en unas sierras, y varrancos agrissimos llamados Tirajana onde viven en cuebas, y grutas altissimas como las aves de onde las mugeres arrojan piedras, y palos por su defenza […] envarcados en tres navios fueron al fin de la ysla y dia 24 de agosto de san Bartholome llegaron al pueblo que esta al pie de las sierras [¿Amoxo?], y le hallaron sin gente [para Abreu al ver los navíos huyeron a los altos y sierras ásperas] bien proveidos de carne en sesina ganados, cevada, manteca, y miel silvestre en ollas y odres, y higos passados». Y continua Escudero refiriéndose probablemente al refugio de Tirajana, donde nos cuenta que «los amontados, en lo más agrio de la isla, tenían carne i cojían mucho pescado», por lo que debían estar cerca de la costa.
Y creemos que ese lugar que es descrito por los conquistadores como una comarca montañosa en Tirajana con muchos barrancos en la zona de costa, donde hay un poblado, se debía referir a Amurga y al antiguo poblado llamado Amoxo, donde hoy se sitúan las Salinas de Abajo (Repartimientos de Gran Canaria), al pie de Montaña de Las Tabaibas, llamadas en 1537 Salinas de Amoxo. Creemos que el topónimo evolucionó de un probable Amajo a Abajo.
En el lugar donde hoy se levantan las salinas, tenemos los restos de un poblado de los antiguos canarios contabilizándose en el lugar unas doce casas cruciformes, repartidas en dos áreas, pudiendo muy posiblemente haber más enterradas, teniéndose en cuenta que debieron haber desaparecido muchas en la construcción de las salinas y en las roturaciones de tierras para cultivo de tomates: «...las prospecciones realizadas permitieron ubicar la existencia de un poblado prehistórico de Juncalillo del Sur, con casi una decena de casas aborígenes. Hay dos grandes núcleos, uno situado más al sur, pasando las propias salinas, y casi en primera línea de playa, donde se contabilizan unas ocho casas […] El segundo punto está situado al norte de la última de las salinas, en la parte trasera de aquella...» (Normas de conservación del Sitio de interés científico de Juncalillo del Sur).
Por la descripción de Palencia sabemos que se llega a caballo a la cumbre del «monte», que carecía de fuente de agua y en sus cercanías posiblemente encuentran graneros donde roban cebada que van a bajar con jumentos (mulas). En la cumbre existe un «templo, construido a manera de un castillo con toda clase de fortificaciones» que los castellanos destruyen incendiándolo. Aquí creemos que Palencia quiere resaltar la acción de guerra de Cabrón, pues en otras descripciones se habla de una casa y un muro de piedras. Una vez saqueada la construcción, según Palencia, Cabrón no quiere permanecer en una cumbre falta de agua y son el obispo y el deán quienes lo obligan a quedarse dos días, mientras para Abreu Galindo y Marín de Cubas, el marino decide bajar el mismo día antes de que anochezca, al tener los barcos sin protección, despreciando las fuerzas y habilidades de los canarios, en contra de consejos que le indicaban que lo mejor era quedarse en la cumbre varios días.
La descripción de la batalla, nos llega también a través de estos dos autores, con diferencias importantes como la citada y además la de no expresar en su texto que se haya llegado al monte sagrado y culpando de la derrota a Hernández Cabrón, mientras que Palencia culpa al obispo Frías, del que tiene una pésima opinión.
Palencia sigue relatando que después de esperar dos días, comienzan una complicada bajada a caballo desde el monte a «los valles [barrancos]», por senderos estrechos y con gran desnivel lo que es aprovechado por los canarios para atacar con palos, piedras y dardos, desarrollándose la batalla desde este punto hasta «la garganta a la entrada del valle [barranco]», pues Palencia no indica que la lucha se hubiera desarrollado hasta el mar, como los otros autores, aunque anteriormente si citaba un lugar de desembarco.
La batalla se produce «queriendo venir a embarcarse ya serca de noche» (Marín de Cubas), «mientras descendían a los valles [barrancos] por estrechos senderos» (Palencia) «a media cuesta que es áspera y alta» con «cuestas muy agrias» (Abreu Galindo), en «una cuesta arriva agria, y de malos passos» (Marín de Cubas). Y cuando llegan abajo tienen que ser auxiliados desde los barcos, donde los marinos tienen que ir a tierra con lanchas realizando disparos, para «apartar» a los canarios mientras se embarcan los suyos (Abreu Galindo, Marín de Cubas).
Si nos atenemos a la descripción, la misma nos descarta como lugar de la batalla y como monte sagrado a otros lugares propuestos como La Fortaleza de Santa Lucia, así como a Ansite para nosotros la llamada Fortaleza de Amurga, que localizamos en las cercanías del Risco del Drago, la cumbre del macizo, pues ambas fortalezas son imposibles de subir a caballo y muy lejanas al mar para desarrollarse una batalla como la descrita y con menos probabilidad si se hubiera realizado en una sola jornada por el calor de las fechas en que tuvo lugar, en pleno agosto. Tampoco tienen una «garganta» a la entrada, que si tenemos en los barrancos al pie de Montaña de Las Tabaibas.
Abreu Galindo nos describe la rogativa de lluvias que se hacian en los montes sagrados de Tirma y Umiaya, donde toda la comunidad se congregaba y hacia ayuno varios días en «torno de un peñasco», para nosotros un mojón o torreta de piedras, y luego se dirigian al mar para golpearlo con ramas. Marín de Cubas nos describe la cumbre del monte Umiaga, muy destacado en el paisaje, con un gran cerco de piedras donde tenemos una pequeña casa de piedra, un pireo o ara de sacrificios con tres focos de combustión, lugar donde realizaban fuegos sagrados para en función de la dirección del humo hacer interpretaciones del porvenir. También nos habla de una capilla donde habia «sacarrones» que era la palabra que se usaba para nombrar a las momias. Marín muy probablemente nos está describiendo una cueva con momias en el interior, como era usual en los enterramientos de los antiguos canarios, correspondiendose estas momias a personajes importantes o santones, motivo de las peregrinaciones, como sucede hoy día en el norte de África.
Montaña de Las Tabaibas es el único monte de Tirajana, que conozcamos, que cumple con todas las descripciones realizadas. Así es el monte mas destacado en esta parte del sur de la isla, cuenta con una muralla que rodea su cumbre de 460 m de perímetro (100 x 175 m) de un metro de altura media. En el interior del cerco tenemos suficiente espacio para concentraciones multitudinarias como las de las rogativas de lluvia, lo que no vemos en Ansite y La Fortaleza. En el SE de la cumbre tenemos una estructura circular de piedra seca, que puede ser compatible con un pireo o ara de sacrificios, con un diámetro de unos 4 m y que conserva solo una altura de 0´70 m por haber sido derruido. A unos 10 m de esta estructura vemos otras derrumbadas y una cueva con una entrada bien preparada con muretes a ambos lados, que pudo estar dentro de otra construcción. La cueva esta llena de escombros como si hubiera sido destruida. Jiménez Sánchez encontró dentro de esta cueva en el año 1952, diverso material entre los que destacan una bandeja de madera, compatible con las cucharas utilizadas en los ritos de rogativas de lluvia y diez hachones de tea para iluminación. Dentro del interior del cerco de piedras muy deteriorado por las construcciones de antenas de telecomunicación, encontramos dos torretas o mojones de piedra derrumbadas.
‘Paisaje de las Indias Occidentales’, Jan Mostaert de Haarlem, Rijksmuseum de Amsterdam.
Diversos investigadores (Martínez de la Peña, Peter Mason) sitúan la representación de esta obra en Canarias y algunos la identifican con la batalla del Roque Bentaiga (Maarten Jansen). La pintura está datada en la década de 1520 en Flandes y representa los inicios de una batalla en la que tropas castellanas se van a enfrentar a nativos desnudos de tez clara con barbas, en un paisaje montañoso junto al mar. Siguiendo a estos autores pensamos que en hipótesis la obra podría simbolizar la Batalla de Tirajana de 1479, fundamentalmente por el arco y la montaña destacados en el paisaje que podrían representar al Arco del Coronadero y a la Montaña de Las Tabaibas. No creemos que sea el cerco al Bentaiga pues no se representa un asedio. Los personajes que se encuentran en una altura arrojando piedras a los castellanos, reflejan fielmente la descripción de como lucharon los canarios. Sumado a ello el personaje que se encuentra en la cima, un anciano que parece dirigir a los canarios, podría ser el faicán de Telde, Guariragua “El Tuerto”, jefe de los suyos en esta batalla y representar lo que Palencia describe sobre el episodio: «desde las atalayas en rocas inaccesibles, los viejos les indicaron con un silbido, que utilizan como las señales de un cuerno o de una trompeta, que ya podían y debían atacar al enemigo» y más específicamente lo citado por Viera y Clavijo siguiendo a Pedro A. del Castillo: «gentes desnudas conducidas por el faicán de Telde».
POSIBLE ITINERARIO DE LA INCURSIÓN: Adjuntamos el itinerario que creemos más probable. Las tres naves fondean frente al poblado de Amajo, actualmente Salinas de Abajo, en la Playa del Cardón, junto a la desembocadura de Bco. Hondo, siendo el camino señalado el más adecuado para dirigirse a Montaña de Las Tabaibas con caballería, con menos desnivel y para no tener que atravesar barrancos. En la bajada tenemos dos lugares con mucho desnivel, en los que pudo iniciarse la batalla: la bajada de la Cueva de la Majadilla al Morro del Coronadero con un desnivel de 35 m en unos 100 m y la bajada del Alto de la Cuesta Pendiente, después del Arco del Coronadero, con un desnivel de 92 m en unos 380 m, siendo este el lugar más propicio a los intereses canarios. Desde aquí se desarrolla la batalla llegando a la desembocadura de la Cañada Honda donde tenemos una «garganta a la entrada del barranco» descrita por Palencia y desde aquí tenemos unos 450 m hasta el mar.
Otra opción, mucho más complicada para los castellanos por tener mucho más desnivel, es bajar desde Mña. Tabaibas directamente al Barranco de la Majadilla, donde se encuentra actualmente la Presa de La Monta o del Conde y seguir este barranco hasta los Llanos de Berriel y desde aquí hasta la Playa del Cardón donde debían encontrarse los barcos.
Este 29 de abril
se cumple el 540 aniversario de la Rendición de Ansite y de la
finalización de la Guerra de Canaria (invasión o conquista según
qué punto de vista), aunque algunos alzados permanecieron todavía
un tiempo luchando en riscos inaccesibles como los de Amurga.
Queremos en este día señalado dar a conocer nuestros últimos
hallazgos con referencia a este episodio y a la inmolación o
deriscamiento de Bentejuí y otros personajes destacados.
El 29 de abril de
1483 se produjo en Ansite la rendición de los alzados que
pertenecían al faicanato o bando de Telde, tras intermediación de
Tenesor Semidán, el guanarteme que se entregó o fue capturado por
los castellanos casi un año antes, conocido después como Fernando
Guanarteme. Debido a ello y disconforme con la rendición de los
suyos, se despeñó en un lugar cercano, Bentejuí, guanarteme en
esos momentos, acompañado de otro personaje que algunas fuentes
señalan como el faicán de Telde, Guariragua, llamado el Tuerto de
Tara. Para testigos de la llamada Información Guanartémica y para
el cronista Valera, no fue este personaje el deriscado, pues, según
ellos, Guariragua se entregó con su bando.
Imagen desde cartografía digital 3D Google Earth.
Algunos meses
atrás, en el llamado episodio de Fataga, tuvo lugar otra rendición
idéntica, donde se entrega el bando de Gáldar con su faicán,
Guanache Semidán (tío de Fernando Guanarteme) y donde se inmola el
guaire Tasarte, quien ostentaba las funciones de guanarteme después
de Tenesor Semidán. Estamos pendientes de publicar en breve, un
libro sobre todos estos hechos, con el título Las últimas
Fortalezas en la Guerra de Canaria, en
el que, a partir de un análisis de los textos etnohistóricos,
trataremos de localizar las fortalezas en las que se refugiaron los
canarios en los meses previos a la rendición de Ansite: Tiraxana,
Acayro,Titana,
Fataga, Bentayga, Ajódar y la propia
Ansite.
Recientemente,
hemos podido realizar una visita a una de las partes mas inaccesibles
y remotas de Amurga: el Risco del Drago, que es la cumbre del macizo
con 1.125 metros de altura, situado en los lugares donde en 2019 se
descubrió la probable ubicación de Umiaga por parte de Marco Moreno
y Suso Álvarez. También por aquí es donde muchos investigadores,
entre los que nos encontramos (2010), creemos que se situaba Ansite,
en la llamada modernamente Fortaleza de Amurga y de antiguo el Morro
de Los Solapones, situado entre el Risco del Drago y el Almogarén de
Amurga, lugares dados a conocer por la Comisión de Arqueología del
Museo Canario en 1979.
Marín de Cubas
nos decía que Ansite se situaba en un lugar que en su tiempo (1687)
ya se denominaba El Sitio, que según Maximiano Trapero se
debía al fenómeno lingüístico llamado etimología popular, de
evolución de las voces de otros idiomas al nuestro, con el siguiente
proceso: Ansite → Ansitio (en testamento de 1575) → El Sitio
(1687). Y junto al Risco del Drago tenemos los topónimos Andenes y
Laderas de El Sitio, que nos indican que por aquí se encontraba esta
fortaleza de los canarios.
Paso de Los Solapones que llega hasta el Llano de La Cumbrecilla y los tres roques. Google Earth.
La mayoría de
investigadores que han escrito sobre el tema no conocen estos parajes
y lo han hecho por referencias sobre el mismo. Nosotros hemos visto
superadas nuestras expectativas en cuanto a lo escarpado y abrupto de
estos riscos, pues el acceso a este lugar por el llamado Paso de
Los Solapones es extremadamente difícil y peligroso, un camino
de cabras, pues era el paso natural de los ganados desde la Cumbre a
Amurga desde tiempos ancestrales. El sendero transcurre a menudo al
borde de grandes precipicios y por pasos en los que tienes que
realizar técnicas de escalada, por tanto solo apto para personas
expertas con buena condición física. De ello se deduce lo remoto,
aislado y poco explorado de estos sitios.
Verticalidad de los Morros/Fortalezas. Jorge Caraballo.
Damos las gracias
a Ico Melián por llevarnos durante todo el recorrido por la senda
adecuada y a Ferino Guedes y a Jorge Caraballo por aceptar el reto de
este trayecto, así como al pastor y descendiente de pastores
Santiago Ortega, “Sosa”, perfecto conocedor de estos parajes, por
informarnos sobre este territorio.
Finalmente, hemos
podido acceder al Risco del Drago, donde hemos confirmado nuestra
hipótesis de que en este lugar debía encontrarse una torreta que
señalizaba el extremo norte del Santuario de Amurga. Así, pudimos
ver esta torreta o mojón de piedras destruido (no derrumbado de
forma natural) y diversos amontonamientos de piedras, así como una
gran cazoleta excavada en la roca y pinos centenarios creciendo en el
risco escarpado, reliquias del desaparecido pinar que ocupaba todo
Amurga.
Hemos confirmado
también una de las motivaciones por las que subimos a este lugar:
desde el mismo tenemos una visión del Teide, apareciendo por la
Degollada de la Cerca. Aunque solo se ve el extremo superior del
pico, además de forma difusa en el momento en el que fuimos, al
haber calima. El Teide sobresale en forma triangular, formando una
figura de las más importantes en la cosmogonía de los antiguos
canarios.
Imagen ampliada. Ico Melián.
El doctor
Grau-Bassas (1886) estableció una hipótesis muy interesante que fue
recogida también por Tejera Gaspar y Jiménez González (2008), y es
la de que al no encontrar vestigios destacados en la montaña de
Tirma para considerarla la montaña sagrada, la intenta localizar en
otros lugares y propone que pudiera ser que el juramento Atis
Tirma se realizara con
motivo de la visión del Teide. Nosotros sospechábamos que la
inmolación de Bentejuí y otros personajes gritando este juramento
podría haberse realizado en un punto con visión del Teide en
Amurga. Y pudimos confirmar la vista del Teide, desde el Risco del
Drago por medio de cartografía digital en 3D de Google Earth, en el
punto más alto de Amurga, donde había un gran precipicio, cercano
al probable Ansite. Miguel Angel Martín González también nos lo
confirmó por medio de programas informáticos, lo cual queremos
agradecerle, pero faltaba la comprobación in
situ, que finalmente ha
confirmado nuestra hipótesis.
La Crónica
Ovetense nos habla del
deriscamiento de Bentejuí en Tirma, lo cual es imposible en la
montaña que conocemos hoy con ese nombre, por lo que pudiera ser que
Tirma nombrara los riscos donde se realizaba esta práctica, que
debían tener una vista directa sobre el Teide. El Risco del Drago es
el único lugar de Amurga, desde donde se tiene esta visión, además
en un área de solo unos pocos metros, donde se encuentran los restos
comentados. Por ello deducimos que este es el lugar mítico en las
cercanías de Ansite, con mayores probabilidades de ser el lugar de
la inmolación.
Desde 2010
mantenemos la hipótesis de que Amurga era el santuario de Tirajana
de las crónicas que junto con Tirma constituían los dos
santuarios principales de los
antiguos canarios, basado fundamentalmente en la lingüística, pues
los otros nombres que nos llegaron junto con Tirma, del santuario de
Tirajana según los textos etnohistóricos, eran: Umiaga, Amargo, Amago y Amagro,
perfectamente relacionables con Amurga. A su vez el topónimo Amurga
lo hemos vinculado (2010) con el nombre de las peregrinaciones
religiosas y las tumbas de los morabitos en el norte de África,
llamadas almuggar (plural ilmugarem).
Esta relación con Amurga ya había sido establecida (sin nosotros
conocer su trabajo) por el profesor de la Universidad de Agadir,
Ahmed Sabir (2001) y posteriormente por Abraham Loutf y Maximiano
Trapero (2018). A su vez, estas voces fueron relacionadas por vez
primera con el término “almogarén” por el profesor Wölfel
(1965)
Nos basamos
también en los restos arqueológicos de Montaña de Las Tabaibas,
que consideramos la montaña sagrada a la que se realizaban las
peregrinaciones, donde encontramos el cerco de piedras, y estructuras
compatibles con el ara de sacrificios y lo que pudiera ser los restos
de una pequeña casa que describe Marín de Cubas para Umiaga. Y
también en los mojones o torretas que bordean Amurga, en unos once
kilómetros, las dos leguas a la redonda que medía el santuario,
según las crónicas, y que, según declaración de testigos, en un
pleito entre el Concejo de la Isla y la Iglesia (c. 1502-1515), por
los límites del señorío episcopal de Agüimes (que creemos se
pretendía hacer llegar hasta aquí), se utilizaban por los antiguos
canarios para delimitar los santuarios.
Estos mojones o
torretas sagrados tienen una función en el Norte de África de
asientos para la fijación de las almas de los fallecidos por muerte
violenta en su cercanía, como pudiera ser en nuestro caso por
deriscamiento. En la tradición norteafricana las almas tienden a
fijarse principalmente en árboles y rocas en caso de muerte natural.
Pero si la muerte ocurre de forma violenta, las almas permanecen sin
fijación, causando apariciones, sustos o enfermedades al fijarse en
los vivientes. También en el sur de Marruecos, en algunos morabitos,
un montón de piedras indica el carácter sagrado del sitio y
sustituye al santón en su ausencia para gozar de su baraca,
labendición, protección
o favor divino, pues se aprecia el mismo poder milagroso como si
estuviera el santo auténtico.
Es por ello que
planteamos la hipótesis de que estas torretas, importantes también
para los cultos astrolátricos, servían de fijación de las almas de
los inmolados que realizaban el suicidio ritual en sus cercanías y
que el grito de Atis
Tirma se realizaba con
las inmolaciones a la vista del Teide y el de Atis
Mago o Atis
Majo con las vistas
hacia el macizo de Jandía, visible desde el yacimiento de El
Coronadero, junto a Montaña de Las Tabaibas, en los días claros,
donde tenemos unas 37 torretas agrupadas junto a unos grandes
precipicios. También estos mojones podrían haber servido de
sustitutos o representantes del Teide y de Jandía, para los ritos,
en los momentos de no visibilidad de estos.
Morro de Los Solapones o Fortaleza de Amurga, el probable Ansite. Pablo Guedes.
Cazoleta en Risco del Drago en el lugar con visión de el Teide. Pablo Guedes.
Mojón derruido en el Risco del Drago en el lugar con visión de el Teide. Pablo Guedes.
Fig. 1: Posible recorrido hipotético de las tropas en la batalla principal, desde el lugar de fondeo de las naves hasta el sitio de la batalla, en la Degollada de Majadaciega y posterior huida hasta la Mña. de Faro de Arinaga. GRAFCAN.
Pablo Guedes González*
Resumen: Esta batalla tuvo lugar pocos años antes del inicio de la conquista de la isla por los Reyes Católicos en 1478, y se desarrolló por parte de Diego de Herrera, cabeza del Señorío de las Islas, uniendo fuerzas con su yerno Diego de Silva, al mando de una armada portuguesa, en los alrededores de la población conocida hoy como Sardina, culminando con una severa derrota de estos por parte de los canarios. Veremos lo que nos cuentan sobre ella la amplia mayoría de los textos etnohistóricos, con claros errores y tergiversaciones en sus relatos y daremos nuestra hipótesis interpretativa de como pudieron desarrollarse los hechos. Por el camino haremos un repaso a los topónimos más antiguos del territorio: Sardina y sus Llanos, Tirajana, Maspalomas y sus Calmas, Aldea Blanca, Pozo del Lentisco, Salinas de Amajo y Berriel.
Palabras clave: Batalla de Sardina, Llanos de Sardina, Tirajana, Maspalomas, Aldea Blanca, Pozo del Lentisco, Amajo, Berriel.
Abstract: This battle took place a few years before the start of the conquest of the island by the Catholic Monarchs in 1478, and was carried out by Diego de Herrera, head of the Lordship of the Islands, joining forces with his son-in-law Diego de Silva, in command of aPortuguese army, in the surroundings of the population known today as Sardina, culminating in a severe defeat of these by the canaries. We will see what the vast majority of ethnohistorical texts tell us about the battle, with clear errors and misrepresentations in their stories, and we will give our interpretive hypothesis of how the events could have developed. Along the way we will review the oldest place names in the territory: Sardina and its Llanos, Tirajana, Maspalomas and its Calmas, Aldea Blanca, Pozo del Lentisco, Salinas de Amajo and Berriel.
Keywords: Battle of Sardina, Llanos de Sardina, Tirajana, Maspalomas, Aldea Blanca, Pozo del Lentisco, Amajo, Berriel.
‘Paisaje de las Indias Occidentales’ en el Rijksmuseum de
Amsterdam, datado sobre 1520. Para el arqueólogo Maarten Jansen el
cuadro podría representar la batalla de 1483 en el Roque Bentaiga.
Jansen sigue en la hipótesis al profesor de historia del Arte,
Martínez de la Peña (1970) y a Peter Mason (2015, 2017), quienes
identificaron varios detalles de la pintura como propios de las Islas
Canarias y de sus habitantes originales. Siguiendo a estos autores
pensamos que en hipótesis también podría representar una incursión
junto a Mña. de Las Tabaibas o la misma Batalla de Tirajana de 1479,
fundamentalmente por el arco destacado en el paisaje que podría ser
el Arco del Coronadero.
Pablo Guedes González
Presentamos
en nuestro blog y hacemos más accesible para los interesados en la
historia
del
sur de Gran Canaria,
elartículo
correspondiente a la
comunicación presentada al XXIV Coloquio de Historia
Canario-Americana, aceptada por el Comité Científico del Congreso y
expuesta
en ponencia efectuada el 1 de diciembre de 2020 en la Casa de Colón,
siendo
publicado
por
esta institución
el 26/11/21 en el siguiente enlace:
Aquí
se
ha actualizado este
artículo con nuevas referencias e información (remarcadas
en rojo) y con un apéndice gráfico y fotos que no pudo ser presentado al
Congreso por limitaciones de espacio.
Resumen:
En
la
comunicación hacemos un resumen de un extensotrabajo
de investigación que venimos realizando desde 2010, con el objetivo
de justificar la hipótesis de que Montaña de Las Tabaibas y parte
de Amurga eran la montaña sagrada y el santuario de Tirajana que nos
transmitieron los cronistas. Incidiremos
aquí
en
las descripciones que
sobre los montes sagrados realizan
las
fuentes etnohistóricas, la
situación geográfica de la Tirajana de los conquistadores, los
restos arqueológicos que existen en el
territorio en
relación con las fuentes y
un estudio lingüísticoen
el que vinculamoslos
nombres de la montaña sagrada con dos
topónimos de la comarca, el propio Amurga
y Amoxo.
Publicamos
aquí el video de la presentación que hicimos en el
XXIV Coloquio de Historia Canario Americano, el 1 de diciembre de
2020 en la Casa de Colón. A continuación del video publicamos también el
texto de la presentación.
El
objetivo esaportar
una nueva vía de investigación a la discusión científica para
resolver donde se situaba y como se llamaba el monte sagrado de
Tirajana.
PRESENTACIÓN
EFECTUADA EL 1/12/2020 EN LA CASA DE COLÓN
Queremos
dar las gracias a los organizadores de los Coloquios por aceptar
nuestra comunicación y por dejarnos exponer en este foro nuestro
trabajo.
En
esta comunicación hacemos un resumen de un extensotrabajo
de investigación que venimos realizando desde
2010, con el objetivo de justificar la hipótesis de que Montaña de
Las Tabaibas y parte de Amurga eran la montaña sagrada y el
santuario de Tirajana que nos transmitieron los cronistas.
A
lo largo de esos 10 años de investigación, hemos intentado poner
reparos y buscar
objeciones
al planteamiento, obteniendo
sin
embargo
bastantes evidencias apoyándolosiendo
la última, la que ha dado el impulso definitivo,el
descubrimiento
de la
localización de
Umiaga en
Amurga
por
parte de Marcos
Morenoy
Suso Álvarez. Consideramos
este descubrimiento muy importante para el avance
en
elconocimiento
sobre
la religión de
los antiguos canarios.
Vemos
en la
foto la
que podría haber sido la Tirajana de los conquistadores, Amurga y
Mña.
de
lasTabaibas.
Mucha gente relaciona automáticamente Tirajana con el interior de La
Caldera, pero en
los primeros tiempos esto no debió ser así, puesto
que
como
veremos, los conquistadores llegaron
por el mar y
sus entradas se realizaron solo por la costa.
Marcos
Morenoy
Suso Álvarez descubren documentación en el Archivo parroquial de
Tunte que
sitúan
el topónimo, relacionándolocon
apañadas y riscos,por
la zona cercana al Risco del Drago, la cota más alta de Amurga con
1131 m, donde
tenemos
a
las
llamadas
modernamente
Fortaleza
y Almogarén de Amurga,
cuyosrestos
arqueológicos fueron dados
a conocer por
la Comisión
de Arqueología
del Museo Canario en 1979,siendo
ellos
los que las
bautizaron con ese nombre.
Nosotros
pensamos que
las citas
a apañadas se deben referir a las famosas apañadas de Amurga, que
ya se realizaban en 1577 culminando
en la
Vega de Amurga, y
desarrollándose fundamentalmente en
los llanos en el interior del macizo, y
no en
los grandes precipicios de esta zona, con
riscos en forma de cuchillodonde
es prácticamente imposible realizar una apañada. Por ello
deducimos, por
su imposibilidad, que no podían existir unas apañadas exclusivas
para estos riscos, por lo que
las apañadas de
Umiaga debían ser las mismas que las deAmurga,
con lo que ambos nombres debían nombrar lo mismo y probablemente
fueran un
único topónimo en la lengua de los canarios interpretado
de dos maneras al
pasar al castellano,
prevaleciendo finalmente
en
la oralidad Amurga.
Vemos
los
topónimos Andenes y Laderas de El Sitio, que nos indican con toda
seguridad que
por aquí se situaba
El Sitio, como se conocía La Fortaleza de Ansite a finales del XVII
según Marín de Cubas.
Para
Maximiano Trapero el cambio se debe a una evolución de la voz
por un
fenómeno lingüistico llamado etimología
popular que
pasó de
Ansite → Ansitio → El Sitio. Esta
regla o principio lingüístico nos viene a decir que en
la evoluciónen
el tiempo de
un extranjerismo,
se tiende a cambiar la voz original por una análoga
fonéticamente del
español.
Los
investigadores señalados entre
los que están Moreno y Álvarez creen
que por este área debió estar
el Ansite de la conquista. Nosotros también lo
pensamosy
ademas que
La
Fortaleza de
Santa
Lucía era
Titana, como creía Santiago Cazorla León.
Moreno
y Álvarezestablecen
como hipótesis
que las
estructuras situadas en lo alto de La
Fortaleza de
Santa Lucía,
estaba el templo descrito
por el
cronista de los Reyes Católicos, Alonso de Palencia,
que atacó el
corsario Hernández
Cabrón en
la entrada que efectuó a Tirajana en 1479. Creen
también que este templo es
la Tamogante en Acorán de las harimaguadas. Según
Palencia en dicha entrada
se llegó al monte sagrado y a la bajada del mismo tuvo lugar la que
llamamos Batalla
de Tirajana, donde los castellanos sufrieron una importante derrota.
Nosotros
no compartimos el
planteamiento
de estos investigadores fundamentalmente y
entre
otros, por tres motivos:
-.Porque
es incompatible con la descripción de la incursión de
Cabrón,
pues Palencia relata que subieron al monte a caballo, imposible
aquí y
que
la
batalla tiene lugar durante la bajada del mismo, continuándose
la
misma
hasta un
estrechamiento a
la salida del
barranco, imposible en el Bco. de Tirajana. Otros
autores nos dicen que la batalla continuó hasta
la orilla del mar, que
nos parece
demasiado alejado deeste
territorio.Por
el mismo motivo descartamos Ansite.
-.La
Tamogante en Acoran, era
considerada, al
igual que los santuarios de Tirma y Umiaga,refugio
para
personas y ganados donde
no se podía hacer la guerra,
lo
que es incompatible
con una fortaleza defensiva.Por
este mismo motivo la Fortaleza de Ansite
tampoco podría estar dentro del santuario, que
creemos llegaba solamente hasta el Risco del Drago.
-.Si
aceptamos que en esta zona se situaba la
Fortaleza de Ansite
y también
Titana, ambas
mencionadas en
las distintas
crónicas
de
la
rendición de Ansite, es
contradictorio que no
existaen
dichos relatos
ninguna referencia a la montaña sagrada, por
lo que deducimos que no
se encontraba porestos lugares.
Morenoy
Álvarez, en
función de
los yacimientos vinculados tradicionalmente al mundo de lo religioso
situados en la parte norte de Amurga, establecen
como hipótesis que
se podría extender el santuario
hasta el Mojón de Afón. Añaden
que sería muy
tentador llevar los límites
hasta las
torretas de El Coronadero,dondeRodríguez
Fleitas, Onrubia
Pintado
y colaboradores,
destacan
la posibilidad de un
santuario en
este yacimiento por indicarlo así un
pleito de principios
del XVI, por los límites
del Señorío
Episcopal de Agüimes
en
el que se señalan mojones de piedra como
delimitadores deunas
santidad de los canariosdonde
acogerse a asilo.
En
esta
disputa,
entre
la Iglesia y el Consejo de la Isla, se citan unos mojones
con los cuales, argumentaba la Iglesia, Agüimes se deslindaba de las
otras comarcas. Por
contrael
Consejo consideraba que la Iglesia pretendía aumentar
considerablemente su territorio hasta
alcanzar
unas cuatro leguas, unos veintidós kilómetros alrededor
de Agüimes.
Y
en el margen izquierdo del Barranco Hondo, donde tenemos una serie de
mojones por trechos, tenemos once
km desde Agüimes, por lo que pensamos que son exactamente los
mojones del pleito.
La
foto se corresponde con los mojones enel
Puntón deEl
Coronadero, con 37 torretas
a 800 m de
Montaña de Las Tabaibas.
Es el alineamiento en el solsticio de invierno que dimos a conocer en
2018, con
lo que demostrábamos que
eran obra de los antiguos canarios
y donde
tenemos
además otro alineamiento con Fuerteventura.
Fleitas,
Onrubia y otros nos
dicen que habría
que intentar identificarespacios
caracterizados por «majanos» o
«torretas» incluyendo «rediles» para
el ganado,como
se indica en el pleito, que
nos discriminarían
espacios de refugio ysantidadesy
esto es lo que hemos hecho nosotros ampliando el santuario a todas
las torretas que
parecen
delimitar
una parte de
Amurga, para nosotros el santuario de Tirajana que estamos buscando,
y
teniendo un redil o cerco de piedras para el ganado, en La Montaña
Basándonos
en
la Carta Arqueológica
municipal
de San Bartolomé
de Tirajana, elaborada por Julio
Cuenca y otros,tenemos
una serie de mojonesque
parece
que
bordean
una parte de Amurga. Se
extienden unos
11 km, confinando con el mar exactamente
como son descritos
los santuarios en los
textos que proceden de la llamada
Crónica Madre
de la conquista.
En
la carta, realizada en los años 90, observamos errores y pensamos
que es probable que algunos de los mojones sean modernos, incluso se
indica que existen antiguos que fueron reparados modernamente.
Basándonos
en el análisis
del territorio deducimos
que faltarían como mínimo en
tres áreas:
Risco del
Drago, Alto
de La
Garita y
El Morrete,
que
hemos añadido.
Vemos
también en el mapa, La Montaña, a 800 m de El
Coronadero y Las Salinas y Pozo del Lentisco, al pie de La Montaña.
Pozo del Lentiscocreemos
que
fue el
poblado que atacó Hernandez Cabrón,
un punto
estratégico
muy importante durante todo el XVI, pues allí
estaba la
primera bahía de Las Calmas de Maspalomas, posiblemente
el nombre canario de este poblado,
lugar de refugio de
navíos
contra vientos
fuertesy
constantesdurante
el verano, a
solo
unos
cientos de metros más al norte. Tambiénlugar
de
aguada como
nos indica el pozo
y de aprovisionamiento de la madera del
pinar de
Amurga e
importante centro ganadero, donde hasta mediados del s. XX,
culminaban las apañadas de este
territorio.
Contaba
también con una gran charca donde por épocas se formaba sal de
forma natural, con un árbol emblemático, que estuvo en pie al menos
durante dos siglos, con
un mojón de piedras destacadoen
los documentos del Motín de Agüimesy
con una cueva con
un nombre enigmático,Cuevade
la Cruzuela.
Un
hecho que creemos que no es casual es que el corral de las apañadas,
que estuvo en pie hasta 1987, presentaba la misma extraña forma,
como de gota
de agua,
igual que el cerco de piedras de La Montaña que
vamos a ver.
En
la siguiente documentación histórica podemos demostrar que Agüimes
llegaba hasta esta comarca.
El documento nos proporciona además otras
dos evidencias
muy importantes:El
topónimo Amojo,
que por
etimología popular, al
igual que sucedió con Ansite, ha
evolucionado a Abajo, el nombre actual de las salinas, por
lo que en origen podría haber sido Amajo, relacionándose con los
majos, magios o magos, las almas de los ancestros.
La
otra evidencia es
que se nombra como
un
poblado en
fecha tan temprana alPozo
del Lentisco y
pensamos que este poblado fuera el Maspalomas de los canarios.
En
el otro documento, se describe que la
batalla de Tirajana tuvo lugar en Agüimes, por lo que descartaría
la Caldera y suma otra evidencia a nuestra hipótesis.
Marín
de
Cubas,
Escudero y Torriani
nos informan
de una de las primeras entradas a Tirajana, que
como habíamos dicho en los primeros tiempos de la conquista se
correspondía con la zona de costa,siendo
muy improbable que Hernández Cabrón pudiera llegar a La Caldera.
Diego
de Herrera viene de Tenerife, pasa la punta sur
de la isla y
fondea
en Maspalomas, junto
a
los Llanos de Sardina pensando
en llegar a Gando.
Creemos que debido a los temporales
de viento
muy habituales en la zona debe detenerse varios días en Pozo del
Lentisco, el probable Maspalomas, a la espera de mejores condiciones
para proseguir.
Vemos
que Marín comete un error de expresión y omite una palabra en el
texto que el transcriptor Miguel Santiago, interpreta como
posibilidad
que fuera
la Montaña de Tirajana, que perfectamente puede referirse a nuestra
montaña, por ser la misma
el monte más destacado y
la mejor atalaya de vigilancia de toda la zona, aunque
el seguimiento se podría hacer desde cualquier lugar alto de Amurga.
Entendemos
que si se nombra Maspalomas, los Llanos de Sardina y Degollada de
Sardina, la incursión debe ser por la costa siendo
lo más sencillo, que
se detuvieran en Pozo del Lentisco, o un poco más al norte en
Juncalillo del Sur (Llanos de Sardina). La
Degollada de Sardina, pudiera ser la conocida hoy día como Degollada
de Majadaciega, junto a la población de Sardina, en hipótesis el
primer gran desnivel (el lugar más apto para la emboscada) y
la única degollada
que se encontrarían los conquistadores en su camino por el Llano
desde la
zona de fondeo
directamente a Agüimes.
Vamos con
las
descripciones que
sobre los montes sagrados realizan
las
fuentes etnohistóricas relacionándolascon
los
restos arqueológicos que existen en el
territorio. La
principal
evidencia
que
caracteriza a
La Montañaes
el cerco o muralla
de piedras que
la rodea, de
175
x 100 m, con
1 m de altura,con
forma de gota de agua y
transitable
en su parte superior con
un gran espacio donde poder realizar los ritos, entre ellos en su
caso, la rogativa de lluvias que debía ser multitudinaria, pues se
desplazaba en peregrinación toda la comunidad.
También que es el monte más destacado, visible desde toda la
comarca. Palencia
nos
señala que
se podía subir a caballo,
imposible
en Ansite y La Fortaleza, donde
tampoco hay espacio para una gran concentración de personas.
A
fines del XIX nos
explicaba
Verneau que los templos donde los insulares practicaban sus
ceremonias se reducían a poca cosa, y que también
se usaban para sus fiestas.
Para este autor estos espacios religiosos no presentaban ninguna
particularidad que los distinguiera o que señalaran que eran lugares
de culto, constituyéndose en general por una explanada rodeada
de una pequeña pared de piedra seca que
podía presentar distintas formas, como los
quehabía
observado en distintas islas. Ejemplos
de ellos son los efequenes en Fuerteventura, el tagoror del Julan en
El
Hierro
y
las
montañas de
Hogarzales,
Tauro y La Santidad en Gran
Canaria.
Destacan distintos autores que en la cima había una construcción,
para Palencia un templo fortificado y para Marín de
Cubas y
Escudero una simple casa. Según Palencia la construcción fue
destruida. En la foto vemos
restos de estructuras que se encuentran alrededor de una cueva, que
pueden ser compatibles con lo descrito.
Nos cuenta Marín que el monte estaba enlosado, compatible
con el muro transitable,y
que había una capilla y sancarrones, expresión que se utilizaba por
aquellos tiempos
para nombrar de
forma despectiva a los
huesos de Mahoma como
reliquias que
visitaban los moros en la Meca, por
lo que entendemos que para Marín se
expresa
con este término los restos o
momias de personajes principales o santones, venerados
en la capilla. Ese era el motivo,
entre otros, según
nos cuenta Marín
de la peregrinación de los canarios a estas montañas.
Pensamos que esta cueva pudiera
ser
la capilla que podría estar dentro de la estructura que calificaron
como una casa destruida por Palencia, por ser las cuevas por sus
creencias, el lugar donde habitualmente depositaban las momias.
Jiménez
Sánchez,
visita la cueva en 1952, lo
que se corresponde con la foto y el croquis,encontrando
diverso
material lítico, 10 hachones de iluminación y una bandeja de
madera.
También
Marín relata
que habían tres braseros para realizar los fuegos de sacrificio y
sus agüeros,
situados en un paredón a modo de altar y en otra parte nos habla de
tres anafes, que son pequeños hornillos, por lo que interpretamos
que había tres zonas de combustión en una gran estructura, similar
al pireo del Garajonay que vemos en la foto. En la montaña tenemos
una estructura circular rellenada
de
piedras de toba volcánica,
de
4 m de diametro casi
en su totalidadderrumbada,
por
lo
que
solo vemos por tramos las dos o tres primeras filas de piedra
alcanzando
70 cm de altura.
El rito principal de los canarios, que
se sepa,
era la rogativa de lluvias que nos describe aquí Abreu Galindo,
donde toda la comunidad se
dirigía en peregrinación a la sima de la montaña para girar
y danzar
alrededor de un peñasco, que como expresa en otras partes de su obra
se puede referir a un mojón de piedras. Desde
allí iban en procesión hasta el mar perfectamente compatible en La
Montaña, pero mucho más complicado en Ansite y La Fortaleza por la
distancia, donde el espacio también es muy limitado para tal
concentración de personas. En la foto vemos uno de los dos mojones
de piedra semiderruidos que
encontramos dentro
del cerco de piedras de
La Montaña.
La
práctica
totalidad
de las fuentes etnohistóricas
nos
identifican
dos y
unicamente dos montañas
sagradaspara
los canarios a
las que hacían peregrinaciones multitudinarias,
que
describen como
«montes», «montañas»,
«riscos»
o
«santidades»
aunque
la religiosidad impregnaba todas las facetas de la vida de los
canarios y tenían otros
recintos religiosos y otras
montañas sagrada.
La
existencia de esos dos santuarios
principales,
se
confirma
además por fuentes independientes, que
no se conocían entre sí:
la
crónica de Palencia, nombrando
a
Tirma y Tirajana y
los
textos que derivan de la llamada
Crónica
Madre, sin
citar ubicación.
Por
su parte,
Abreu Galindo y
Marín de Cubas, conociendo
muy
probablemente
la Crónica
Madre
o
textos que derivaron de ella,
nos hablan también
de únicamente dos santuarios,
nombrando también a Tirma, siendo
el otro para ellos, Umiaga
en Tirajana. Escudero
en
la misma línea, nombra a Umiaga y
siguiendo
a la Crónica Madre nos habla de
Amago.
Una
prueba más que podría apoyar este hecho es la carta de Cresques,
realizada por cartografos mallorquines y
que muy probablemente recopila los datos de
las expediciones de
evangelización realizadas
en
la islapor
franciscanos y dominicos mallorquines que tienen lugar en
la segunda mitad del s. XIV.
Aquí
vemos señaladas
claramente dos montañas que pueden ser las que buscamos.
Vemos
representados perfectamente en el mapa: La
Isleta, la punta más al noreste, la península de Gando y la Bahía
de Arinaga, y junto a ellas cuatro puntos rojos, que representan los
dos pequeños roques y arrecifes circundantes que se encuentran en su
inmediaciones: Roque y Baja de Gando y Roque de Arinaga yvemos
una entrada que pudiera
representar
la Bahía de El Pajar en Arguineguín.
La
importancia de estas dos montañas se describen en
los textos que
parecen derivar de una crónica madre supuestamente escrita en
el entorno
del
alférez mayor de la conquista, Alonso Jáimez
de Sotomayor, a
principios del s. XVI.En
estos e
indica que los
canarios
tenían por santuarios«dos
riscos»,
y
entendemos que por riscos se refieren a macizos montañosos,
rodeados
de un territorio de
dos leguas (unos 11 km) que «confinan
con el
mar»,
como
tenemos en Amurga. Hacían
sus juramentos por
estos riscos y
allí
existía el derecho de asilo,expresado
también en el pleito de Agüimes.
Tirma
era
unánimemente uno
de estos riscos y tenemos
hasta
nueve
nombres diferentes del
monte y su juramentopara
el otrode
los que creemos
que ha prevalecido
Amagro, por
existir
un monte
con ese nombre
junto a Gáldar.Pensamos
que todos estos nombres deben
provenir de
un
original que
por
errores de
transcripción derivó
en tantosy
que Amagro
es una interpolación.
Ya
de hecho Cioranescu,
pensaba
que Amagro era error de lectura por Umiaga,mientras
que Wölfel
proponía
que Umiaga
y Amagro
eran
el mismo santuario.
Con
el descubrimiento
de la localización de Umiaga, también se confirma la existencia del
santuario de Tirajana, por lo que si aceptamos la dualidad de los
santuarios tenemos que descartar Amagro. En este monte tampoco
existen restos arqueológicos destacables y sería incompatible con
el derecho de asilo porque dentro de sus
11
km a la redonda, estaría Gáldar, la principal población, donde no
podía existir ese derecho.
Comparando
las
denominaciones,podemos
detectar fácilmente en rojo los erroresy
vemos en el
original del
manuscrito de
la Ovetense, la considerada crónica más antigua y más fiel a la
crónica primitivaque
Cimarso
y
Magro
podrían
leerse perfectamente
como
Amargo y Margo.
En
conclusión deducimos dos nombres: Amargo y Amago el
nombre en la Matricense, que
rivaliza en antigüedad con la Ovetensey
en
Escudero.
Además
de
Amago y
Amargo,
Abreu
Galindo nos
habla de
Umiaya yMarín
de Cubas siguiendolas
mismas fuentes que Abreu, peroaportando
mayor detalle y datos
inéditos,
nombra al monte como Almogarén de Jumiaga y
en dos partes de su obra lo
llama
unicamente como Almogarén, confirmando este dato también Escudero.
Tenemos
en color rojo los topónimos que nos han llegado por tradición oral.
Amargar, está junto al Mojón de Afón, en el centro
de Amurga,mientras
Amurgar es una montaña que se encuentra en el La
Aldea, quemuy
probablemente esté relacionada con estas voces.
Siguiendo
a M. Trapero, los topónimos que nos llegan por la oralidad son más
fiables, que los que nos llegan por la escritura, puesto que estos
tienen mayor probabilidad de errores durante
el proceso de transmisión, como hemos visto.
Nuestra
hipótesis creemos que sea la de la explicación más simple y es la
de que todos estos nombres
fueran
en origen un
mismo topónimo, que
llegó de África con los primeros pobladores, que
por
errores
llevó a tantos nombres
parecidos.
Ese nombre original creemos
que pudiera haber
sido una
voz muy usada hoy día en el norte de África, que también podemos
relacionar con todas
estas
semánticamente:Almúggar,
cobrando
suma importancia para la hipótesis el que la
voz tenga
mayor analogía con
los topónimos
que han
prevalecido en la oralidad como
expresaba Trapero.
La
voz Almúggar
siendo
su plural
Ilmuggarense
utiliza para designar
las peregrinaciones muy habituales en Marruecos a las tumbas de los
hombres santos, que
se
asemeja mucho a las funciones que tenían los dos montes sagrados
para los canarios.
Estas
voces en la
lengua
amazighya
fueron
vinculadascon
almogarén
por parte de Wölfel,
siendo
el
filólogo Ahmed Sabir el
primero que las
relacionó
con Amurga, sugiriendo
una investigación arqueológica buscando vestigios relacionados con
lo sagrado en Amurga y en Amurgar.Nosotros
sin conocer su obra también relacionamosAmurga
con Almúggar
en 2010 y
siguiendo el mismo planteamiento Abraham
Loutfy
Maximiano Trapero. Por
otra parte Moreno
y Álvarezse
plantearonen
un principioqueAmurgaera
una derivación de Umiaya,aunque
lo descartaron
por el hechode
que ambos topónimoscoexistieron
en
el tiempo.
Por
otro lado otra evidencia es
que tenemos
el topónimo Amajo
al pie de La Montaña, que evolucionó por etimología popular a
Abajo y que podemos
relacionar
lingüisticamente
con Amago.
Nos
cuentan Marín de Cubas y Escudero que
los majos o magos,
hijos de Magec, eran
para los canarios las almas
de los ancestros,
espíritus o fantasmas de los antepasados que
se aparecían en forma de nublados, siendo majo también el etnónimo
de los antiguos habitantes de Lanzarote
y Fuerteventura.
El
profesor Jose Barrios
nos señala ámáhág,como
la forma más cercana al majo
de
los canarios, voz
que
podemos relacionarla
en mayor medida
con Amajo tanto fonética como semánticamente.
La palabra procede
de la variante dialectal de los touaregs del Ahaggar que
era el autónimo o
etnónimo con el que se denominan a sí mismos
lospueblos
bereberes siendo
la forma primitiva de este término ámahzíg.
Reforzando
todo el planteamiento, Marín
de Cubas nos
cita a los «encantados»
o
majosapareciendo
en
el sureste de Gran Canaria, refiriéndose de forma altamente
probable a la comarca que estamos analizando. Cita
también
una isla oculta en el mar, que creemos se debe referir
a Fuerteventura, visible desde la comarca en contadas ocasiones al
año y de la que tenemos un
alineamiento señalando su ubicación en los
mojones
de El Coronadero.
Todo
ello se relaciona
también con una leyenda
antigua
que
todavía pervive en Castillo del Romeral y Juan Grande, las
poblaciones más cercanas, conservada
por
tradición oral, y quese
desarrollaba en un lugar
junto a las salinas,
llamado en la actualidad Juncalillo
del Sur, hoy día una arboleda
junto
al mar,pero
antiguamente un humedal,y
se refiere a la
llamada Luz
de Juncalillo, identificada
con las almas
en pena, que
expiando
sus pecados vagan por
la noche en
esta comarca.
Vemos
aquí un nublado muy habitual en las cercanías de La Montaña, con
el viento alisio, por situarse esta zona en la confluencia de vientos
y calmas. La nube toma extrañas formas con las rachas de viento, lo
cual es
muy aproximado a
lasdescripciones
de Marín.
Con
el
trabajo esperamos aportar una nueva vía de investigación a la
discusión científica para resolver donde se situaba y como se
llamaba el monte sagrado de Tirajana. Esperamos
que al menos sea considerada
como alternativa a las otras
hipótesis
existentes y
que sirva para impulsar
un trabajo arqueológico que finalmente la verifique. Con
ello esperamos quetodavía
podamos
salvar los vestigios que aún quedan en La Montaña, en grave peligro
de desaparición por
la construcción de antenas de telecomunicación en su sima.
Por
último quiero
hacer una dedicación especial de este trabajo a
mi mujer Noelia, que
está aquí presente y
a mi
hija
Yasmina y
darles
las
gracias,
por
su paciencia y
comprensión y
por el
tiempo de
familia que
les he robado durante
estos 10 años.