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miércoles, 29 de septiembre de 2010

CRÓNICAS ORIGINALES DE LAS ÚLTIMOS HECHOS DE LA CONQUISTA DE LA ISLA, EN TIRAJANA.

Por Fray Abréu y Galindo y Marín de Cubas.

Tirajana: “At-ddira-ahannagga” --> Riscos Impresionantes.

A continuación vamos a publicar dos textos originales, acerca de las últimas acciones realizadas por el conquistador Pedro de Vera, y los canarios que resistían en Ansite, lugar del que no se sabe a ciencia exacta su ubicación, y solo conocemos que se encontraba en, o junto a “Tirajana” y que autores modernos sitúan en el Macizo de Amurga.

Tirajana en la lengua bereber, muy parecida a la que tenían los antiguos canarios, equivale a “at- ddira – ahannagga” cuya traslación al castellano sería “riscos impresionantes”.

Publicamos los textos originales, dando dos versiones de los hechos, una de Don Tomás Arias Marín de Cubas, de 1687 y otra de Fray Juan de Abreu y Galindo de 1632. Ambos autores, cronistas de segundo grado, pues no conocieron in situ los acontecimientos que narran cerca de doscientos años despues de haber ocurrido, basan estos en crónicas como las de Jean Le Verrier y Pierre Boutier, autores de Le Canarien; o de Antonio Sedeño, o Pedro Gómez Escudero, testigos presenciales de la conquista. Abréu Galindo, pudo incluso conocer hechos por conversaciones con descendientes de los antiguos canarios.

La Fortaleza de Santa Lucía, donde se ha creído que se encontraba Ansite, al fondo Los Sitos y Amurga. Foto: gevic.net

(pinchar en el título, para acceder al libro completo, en Memoria Digital de Canarias)

FRAY JUAN DE ABREU GALINDO, Año de 1632.
Publicado por Imprenta Isleña. 1848.

Capitulo xxv. Como se acabó de conquistar esta isla de Gran Canaria, y se entregó al gobernador Pedro de Vera.

Andaba el gobernador Pedro de Vera con grande cuidado por dar remate, y fin á la conquista de esta isla después de haber dado grandes rencuentros y hecho muchas entradas por muchas y diversas partes de la isla con diversos sucesos, prósperos, y á veces desgraciados. Después de haber curado los heridos de las refriegas de la fuerza de Bentagay, de Tajarte, y Ajodar, hizo recoger toda la gente que tenia, así castellanos, como de las islas de Lanzarote y Fuerteventura y la Gomera y las compañías de la hermandad, y algunos canarios que se habían reducido á la fe, que serian todos como mil hombres de pelea poco mas, hizo reseña, proveyó de armas, y de todo lo necesario, y determina de esta vez hacer una entrada y concluir la conquista. Y echando sus espías, y poniendo sus atalayas vino á entender, que todos los canarios se habían juntado con sus mugeres y hijos, y recogido, y hechos fuertes en una fuerza la mas fuerte, é inexpugnable que había en toda la isla, que dicen Ansite, entre Tirajana, y Galdar.

El gobernador iba con determinación de no volver al Real de las Palmas sin primero allanar la isla: los canarios determinados de morir todos antes que rendirse; y así comenzó á marchar con todo el ejército, y puso su campo al pie de la sierra junto á la fuerza de Ansite.

Entendido por D. Fernando Guanarteme que había sido de Galdar la determinación del gobernador Pedro de Vera, le pidió licencia para ir á hablar á los canarios que estaban alzados antes que los acometiesen, condoliéndose de los que habían de morir en aquella refriega donde había mas de seiscientos hombres canarios de pelea, y mas de mil mujeres y niños. Dada licencia fué donde los canarios estaban, los cuales como lo vieron y conocieron fueronse todos a él, y alzando una gran grita y á su modo con muchas lágrimas y voces, estuvieron un buen rato sin hablarle, y él de compasión de verlos se condolió. Estaba aquí con los canarios un hijo del Guanarteme de Telde con un Faycag de Telde muy viejo, él qual pretendía casar con hija de D. Fernando de Galdar, y hacerse señor de toda la isla, y traiala consigo, la cual se llamaba Tenesoya, andaban en su compañía muchos hidalgos sus parientes con sus mugeres y hijos, los cuales todos se habían recogido a esta fuerza de Ansite, como á último refugio, y remedio suyo, y morir antes que rendirse, ni desampararse.

Apaciguados los canarios y quietos, D. Fernando los habló con amorosas, y blandas palabras rogándoles mirasen, y tuviesen, piedad de sí, y de sus mugeres, y hijos, que todos habían de morir sino se daban, y entregaban; que él les prometía serian bien tratados de los cristianos, y honrados, guardándoles sus preeminencias que tenían, y sustentándoles en sus haciendas, y que de ello el les daba su palabra, que seria mejor de lo que el prometía. Tanto supo decirles y con lágrimas prometerles que acordaron rendirse y darse, y alzando grandes gritos otra vez y llanto, y lanzando las armas se pusieron en manos de D. Fernando de Galdar.

Corno el hijo del Guanarteme de Telde pretensor del señorío de la isla, vió la determinación de los canarios que allí estaban con él, perdida la esperanza se partió con el faycag á una parte de los riscos, y llamando á Atis tirrna se abrazados se dejaron caer y derriscaron sin poderlos estorbar que no muriesen. Lo mismo hicieron otras dos mugeres en otro risco, que hasta hoy se dice el risco de las mugeres.

Quitados estos estorbos e inconvenientes se vinieron los canarios con el Guanarteme de Galdar D. Fernando, juntamente con su hija Tenesoya á entregar al gobernador Pedro de Vera, los cuales fueron recibidos con sumo contento y alegría, por que á no entregarse se esperaba gran derramamiento de sangre, con muerte de muchos de la una y otra parte.

HISTORIA DE LAS SIETE ISLAS DE CANARIA.
(pinchar en el título, para acceder al libro completo, en Memoria Digital de Canarias)

TOMAS ARIAS MARIN DE CUBAS. Año de 1687.
Notas arqueológicas de Julio Cuenca Sanabria.
Publicado por la Real Sociedad Económica de Amigos del País, 1986.

Capitulo X. Vuelve a Canaria Miguel de Mujica con Guadartheme y se da fin a la conquista.

... Saviendo que el enemigo estaba en Tirajana, y sus terminos recojio Pedro de Vera poco menos de mil hombres con algunos gomeros, que llevo, hizo envarcar algunas compañias por mar llevando lo mas estorvoso, y lo grueso de la gente llevo por tierra, invio espias delante y salimos de Galdar dia de Santa Engracia por abril año 1477 miercoles 16 descubrimos por el camino el alto risco de Bentaiga que ia no tenia gente tenia arboles en su llanada una palma y un mui alto pino, y dicese tienen alli un buen charco de agua citio inhavitable por el mucho yelo y frío.

Desembarco la demas gente en el puerto Tazartico con silencio por los canarios, que huvo aviso estaban fortificados en una fortaleza llamada Ancite(1) cerca de Tirajana, que hoy llaman El Citio, divisabanse otros riscos con mas gente llamados Veneguera, Mogan, y antes de sitiar el Peñon de Ancite se mando a acometer otras fuerzas y pregono fuesen todos pasados a cuchillo cuando por bien no quisiesen darse a el rey de Castilla.

Envio Pedro de Vera a su hijo Rodrigo de Vera con tres compañias, y con Guadartheme a un risco peinado altissimo llamado Titana (2), que tenia la subida por una montaña agria, y de malos pasos por onde de improviso la ganaron los cristianos la entrada quedando de guarda veinte arcabuseros, no juzgando los canarios el modo de serles tomados los passos, onde mataron a veinte y cinco canarios y los demas pidieron la obediencia con muchas familias que hisieron vajar ante Pedro de Vera, y amigablemente fueron perdonados, y tratados traheron grandes cantidades de bastimentos, gofio, cevada, cecinas, cabras, manteca, higos pasados, datiles, y otras cosas de su uso; mandaronles que se fuesen a havitar a Galdar, o a sus territorios como de antes.

Luego que estos canarios salieron de Titana a el mismo punto otros desmandados la ocuparon Ilenandola como hormigas, con mas fiereza que los primeros; mandaron se fue a sitiar a otra llamada Fataga (3) onde estaba el rey Tazarte con la gente mas feroz, y atrevida en aquella tierra aspera y mui agria, inviose adelante a Guadartheme para que les avisase del peligro en que todos los canarios estaban de morir a cuchillo no reduciendose por bien, fue por dos partes a un tienpo cogidas las entradas, y salidas con increible presteza, y valor que los canarios se hallaron suspensos, y aturdidos, hallo Guadartheme a un tio suio que era faisage o consejero a quien asento bien la propuesta de perdonar a los canarios, mando Pedro de Vera que vajasen todos avajo sin armas, y el feroz Tazarte no queriendo reducirse, ni poder pelear por estar ia citiados se llego a la punta mas empinada del risco y cruzando los brazos al pecho dixo dos vezes mui alto a tiz Tirma, a tiz Tirma, y dio una vuelta en el aire, y se desrrisco de aquella eminencia. Vajo el faisage viejo hermano de la reyna de Galdar muger de Guanache ia difuntos; y después fue xristiano y tubo el nombre del padrino Juan Delgado, fueron todos perdonados, y mandados a sus citios a coger sus sementeras de que iban muy gustosos.

Llegamos a otra fortaleza mui larga y aspera llamada Gitagana (4), y por no detenernos paso el exercito a dar vista a Ancite lunes 28 de abril; esta era la ultima onde estaba la fuerza de la

ysla con el Tazartico reyezuelo de Telde, y la reyna Arminda, tenian propuesto todos primero morir, que entregarse: y bien de mañana se hizo esquadronar en tres partes el exercito de a 300 hombres, y los espias hallaron dos faciles suvideros; se pregono la guerra fuese a sangre sin perdonar a vida por estar aquí los culpados en la muerte de Muxica y sus viscainos aqui se reconosio havia de costar triunfo la victoria por la reveldia de los canarios, que havian respondido a todo, mas Guadartheme se fue a Pedro de Vera, con el semblante tristissimo casi llorando por el por el desastrago fin que se les esperaba con su sobrina alcanso de ir primero a hablarla, y a ver si podia reducir a algunos.

Cogidas ia las entradas con buena guarda de gente, se fue a ellos Guadartheme, a el reconoserle alsaron todos a un tiempo niños, hombres, y mugeres los gritos, y voceria que resono que aquellos barrancos casi media legua: fue grande la alegria que de su vista tuvieron, hablo a su sobrina, y prima, que fue reducida con todos los canarios, y canarias, y todas las familias, que se les llegaron de aquel territorio, menos Tazartico y un faisage biejo de Telde, que ambos se derriscaron llegandose el muchacho a el viejo le cojio de un brazo, y diciendo a tiz Tirma, a tiz Tirma, de un salto vajaron hechos pedasos.

Vajaron el peñon dc Ancite todos los nobles canarios de cavello largo y rubio sin armas acompañados con Guadartheme rendidos ante Pedro de Vera dando la obediencia a el rey de Castilla en su nombre y de la señora unica heredera de toda la tierra hija unica de matrimonio del legitimo y verdadero señor Guanache Semidan, tio de Guadartheme, y de otros gaires, y faisages, que ellos daban su palabra de llevarla a entregar al Real de Las Palmas [en] cojiendo sus panes, que seria después de San Juan. Mucho insto Pedro de Vera que viniese luego, mas llevose en rehenes consigo 160 canarios los mas esforsados que asistiesen con Guadartheme y se fuesen a vivir a Galdar, diose fin a la conquista martes a las dies horas del dia 29 de abril, de San Pedro Martir año de 1477 en Ancite junto a Tirajana onde hoy llaman El Citio por memoria.
______________________

1. Se ha discutido mucho sobre la verdadera ubicación de Ansite; distintos cronistas no se pusieron de acuerdo sobre la verdadera localización de esta fortaleza, Escudero, por ejemplo, coloca la altura de Ansite frente a la de Tirma, al oeste d,e la Isla. Abréu Galindo, por su parte, dice que estaba entre Tirajana y Gáldar. Marín de Cubas es, de todos los autores, el que más concreta su ubicación. Recientemente el Ministerio de Cultura ha concedido a la fortaleza de Santa Lucía de Tirajana el carácter de monumento histórico-artístico nacional. A partir de los años 40, y por indicación de Sanchez Araña, se comenzó a denominar Ansite a la mencionada fortaleza.

2. Tampoco ha sido localizada esta fortaleza; algunos autores contemporáneos han querido ver en la fortaleza Chica a Titana. La fortaleza Chica se encuentra muy próxima a la fortaleza Grande, también llamada Ansite.

3. La fortaleza de Fataga pudiera ser lo que hoy se conoce como Amurga.

4.  Tampoco existen pruebas evidentes sobre la localización de este topónimo, por lo demás tan sólo mencionado por Abréu Galindo.

ENLACE RELACIONADO.

EL 29 DE ABRIL Y LA HISTORIA DE LOS VENCEDORES: EL ASEDIO DE ANSITE.

lunes, 27 de septiembre de 2010

ENTREVISTA EN LA PROVINCIA A ROSA SCHLUETER, AUTORA DE “LA NECRÓPOLIS DE ARTEARA, SíNTESIS IMPOSIBLE”

“En Arteara apenas quedan 30 túmulos en buen estado”

En este lugar está el mayor cementerio aborigen de Gran Canaria. Los arqueólogos tienen censados más de 800 enterramientos, alguno de ellos con 2.500 años de antigüedad

DURANTE EL EQUINOCCIO EL PRIMER RAYO DE SOL DESDE AMURGA LLEGA AL "TÚMULO DEL REY" FOTO: EDUARDO GRANDIO, en  PARKTEARA

LA PROVINCIA 22/O9/10

ANTONIO JOSÉ FERNÁNDEZ - ¿Qué cuestiones aborda en su último libro?

- El nombre del mismo, La necrópolis de Arteara: síntesis imposible, viene de alguna manera a resumir su contenido. He tratado de condensar el resultado de más de 30 años de investigación en este complejo, y la verdad es que ha resultado casi imposible. Nos hemos esmerado en hacer ante todo un libro divulgativo que llegue con facilidad a todo el mundo con textos legibles e imágenes claras. Me preocupa mucho que la investigación arqueológica se quede en los estantes. Hay que salir a la calle y difundirla. Por eso, ahora, y en relación con este tema, nos quedaría por crear un libro de actividades para que los alumnos conozcan el yacimiento, sin perjuicio de que antes lo visiten, y trabajen con él.

- ¿Qué es lo que llevó hace 30 años a Rosa Schlueter hasta este punto de la Isla?

- En eso han tenido mucho que ver la doctora Mari Cruz Jiménez Gómez y los fundadores del Departamento de Arqueología de la Universidad de La Laguna. Cuando uno llega allí cae embriagado por la belleza del barranco de Fataga y por el trato y amabilidad de sus gentes. El paisaje enamora, y yo lo estoy desde finales de los setenta, cuando me convertí en la directora de las distintas excavaciones que se han ejecutado. La riqueza de la necrópolis es tal que algunos de sus descubrimientos han sido objeto de tratamiento en congresos internacionales de Astrofísica. El fenómeno que se produce cuando amanece, por ejemplo, es muy llamativo. El sol sale por el lado del barranco de Amurga y, por una depresión que existe en la cordillera de la zona, sus rayos inciden directamente en un túmulo conocido con el topónimo del túmulo del rey. También se produce un doble orto solar, que, a grandes rasgos, consiste en que el sol salga dos veces debido a un elemento que hace que éste se oculte por un instante mientras nace el día.

- ¿Qué tiene Arteara para cautivarla tanto?

- Es un lugar mágico con mucha historia. Hay dataciones que sitúan un primer poblamiento del entorno en el siglo V antes de Cristo. Y luego hay una segunda fase de repoblación, a finales del XVII, cuando traen a gentes de otras islas. En la necrópolis hay contabilizados más de 800 enterramientos. Las distintas excavaciones realizadas nos han permitido saber que hay hasta nueve tipos distintos de túmulos.

- ¿En qué estado se encuentra la necrópolis?

- Hace veinte años quedaban 160 túmulos intactos. En aquella época hicimos un levantamiento topográfico con Enrique Vidania y Alejandro Valencia. Volví 10 años después, y ya se contabilizan en ese estado algo más de 80. Se han producido muchos casos de expolio. Hoy puede que queden más de 30, si bien hay zonas que están bastante bien protegidas.

- ¿Nos ha aportado este complejo toda la información que posee?

- Arteara nos ha revelado muchas cosas. Al principio creíamos que todos los enterramientos eran individuales, pero un expolio llevado a cabo por un señor que encontró restos de 13 cuerpos en uno de los túmulos nos hizo cambiar de opinión. También hemos dado con grabados y con el fenómeno del túmulo del rey. Un yacimiento es algo eterno y también puede dar muchísimas sorpresas.

- Existe un ambicioso proyecto, Parkarteara, que busca la creación de un centro museístico en el lugar. ¿La crisis también pasa factura a iniciativas arqueológicas como ésta?

- En esta zona hay dos proyectos interesantes. Uno es la creación del parque arqueológico de Fataga. El lugar tiene todas las condiciones para ello y el Cabildo y el Gobierno de Canarias saben que deberían crearlo. Encima tiene el blindaje de estar en un parque natural, que es algo bueno. Y luego está el centro museístico, el proyecto Parkarteara, que cuesta mucho dinero, pero que vale la pena. Su creación no supondría modificación alguna del paisaje y, entre otras cosas, serviría para crear puestos de trabajo. Pero lamentablemente estamos en un momento en el que no hay dinero para muchas cosas.

- ¿Qué valoración hace de la implicación de las instituciones en la conservación y difusión del contenido de los yacimientos prehispánicos en la Isla?

- La implicación ha sido desigual, todo ha dependido del partido político que ha estado al frente. El Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana y el Cabildo, a través del Patronato de Turismo, están muy interesados en Arteara. Por el contrario, la pena son los destrozos que hemos sufrido allí, en el pequeño centro de interpretación que tenemos, con sus puertas y paneles rotos por unos bestias.

jueves, 23 de septiembre de 2010

EL MISTERIO DE LOS RESTOS ABORÍGENES DE ALTOS DEL CORONADERO (BCO. HONDO – AMURGA).

Arco del Coronadero, con pequeño arco (ojo de mira) detrás. Foto: amigosdeltrepe.blogspot.com

PABLO GUEDES GONZÁLEZ.

A menos de una hora, a pie, desde la autopista del sur, por la zona de Tarajalillo (Bahía Feliz), se encuentra el Arco del Coronadero, considerado la estructura pétrea en forma de arco más grande de la isla y enfrente del mismo, los restos aborígenes de los Altos del Coronadero, en un inaccesible paredón de unos 200 metros de altura, situado en medio del Barranco Hondo. En la cima de este paredón se pueden ver 36 torretas o mojones de piedras, como los llaman los pastores, alineados con una laja clavada verticalmente en la parte superior.

Al yacimiento aborigen se le llama también “Los Salineros”, aunque este nombre lo recibe la zona que da a la costa en la desembocadura izquierda de Barranco Hondo. En la montaña hay una cueva (justo enfrente de Las Salinas y visible desde la autopista), donde antiguamente dormían los salineros, de ahí el nombre.

Mojón mayor alineado con Jandia, visto desde el ojo de mira. Fotomontaje: Francisco Luis Peinado Rodríguez,  publicado en pintaderacanaria.blospot.com

Los extraños mojones de piedra seca se encuentran en gran número en toda la zona de Amurga y que sepamos nosotros, también en los Altos de Tauro. Suelen tener distintas dimensiones llegando algunos a los dos metros y medio de altura por dos  metros de diametro, siendo en general de planta fundamentalmente circular y de morfología cilíndrica, alguna de ellos con lajas hincadas verticalmente a modo de remate, que en principio debieron de tener todos. El mas conocido en nuestra comarca es el llamado “Mojón de Afón” situado en el margen izquierdo en los Altos de Barranco Hondo.

Arco del Coronadero. Foto: amigosdeltrepe.blogspot.com

El significado de estos mojones es un misterio así como el prácticamente inaccesible lugar donde se encuentran, puesto que hoy día solo pueden subir expertos en escalada. Sabemos que las estructuras vienen de la época aborigen y no conocemos si en aquellos tiempos se podía subir mas fácilmente. Para Julio Cuenca y colaboradores, en la Carta Arqueológica de SBT, tenían una funcionalidad desconocida.

Según las consultas que hemos hecho, para los pastores eran una referencia que marcaba los territorios de pastoreo. Así en Amurga nos dijeron varias delimitaciones de las distintas “vueltas” de ganados: Larete, la Montaña (de las Tabaibas), Las Cazuelas y Bco. de Las Palmas, aunque seguro que habrían mas.

Mojones A.Coronadero. Foto: dragocanario.blogspot.com
 Recientemente hemos conocido una nueva teoría que dá un significado a los mojones de Altos del Coronadero, los cuales podrían haber servido como un calendario solar, para indicar a los antiguos canarios las épocas del año importantes de cara a las cosechas, al pastoreo y a la meteorología.

El autor de esta teoría es Francisco Luis Peinado Rodríguez, en su artículo, “Cuatro Puertas la Montaña Prohibida, Las casas de doncellas del sol naciente” publicado en el blog  Pintadera Canaria.

Peinado relaciona Altos del Coronadero con Cuatro Puertas en Telde y Llanos de Gamona en Tauro, como lugares de observación del sol.

Según Peinado, sobre Altos del Coronadero, de los 36 mojones, 23 son los mas visibles y que desempeñan la función comentada. Si el observante se sitúa en el pequeño arco u oquedad situado detrás del Arco del Coronadero (ojo de mira) y observa los mojones y el mar al fondo, trazando un eje visual imaginario, se encuentra con lo siguiente: El mojón central y mas grande, señala el norte de Jandía en Fuerteventura (al igual que en Cuatro Puertas) y los 11 mojones a cada lado del central, señalan al sol naciente (amanecer) acercándose y alejándose de Jandía, según la época del año.

Planta y sección conjunto Arqueológico Altos Coronadero. Servicio Arqueología Museo Canario, 1992, en Carta Arqueológica de SBT.

La interpretación de Peinado es que, el mojón central, que señala el macizo de Jandia, que solo es visible en los días claros, servía de recordatorio de su situación. Cuando se podía ver Fuerteventura era señal de predicción de lluvia como dice el dicho tradicional "Fuerteventura a los tres días agua segura". Además los antiguos canarios consideraban Jandia como lugar sagrado y mágico junto al Sol o “Magec, el emergente que despierta”. De magec (el sol), viene la palabra majo, y de ahí majorero, natural de Fuerteventura.

El término mago, que aún en la actualidad se utiliza, era con el que los conquistadores castellanos denominaban despectivamente a los agricultores de origen aborigen tras la conquista, tiene su origen en el culto que le rendían dichos agricultores al sol, a fin de obtener buenas cosechas.

Mojones A.>Coronadero. Foto: dragocanario.blogspot.com
Además de lo anterior, el mojón grande, cuando coincide con el sol naciente, señala un punto mágico como calendario solar que se aproxima al 14 de Abril o el 28 de Agosto, que coínciden con el fin e inicio de las estaciones más interesantes para los antiguos canarios; la seca y la lluviosa. Las torretas laterales a la central contabilizarían los "días" que quedan o han pasado según los dos sentidos del horizonte naciente, ayudando a facilitar un “calendario de estaciones” (Según el sol en cada amanecer salga mas al norte o mas al sur).

En Cuatro Puertas, además se puede observar los solsticios, cuando el sol amanece mas al norte (21 de junio – verano - San Juan) o mas al sur (22-23 de diciembre – invierno - Navidad), señalados por una línea imaginaria que desde Cuatro Puertas pasa en el primer caso por los puntos altos de Salinetas y el sol naciente y en el segundo caso por la montaña situada en la Península de Gando y el sol naciente : El equinoccio, el mismo punto en el horizonte, (un poco mas al sur de Jandía) donde el sol nace el 21 de marzo o el 22-23 de septiembre, señalando la primavera o el otoño, respectivamente, en el último caso señalando el comienzo de la temporada de lluvias.

Alineaciones de Cuatro Puertas. Fotomontaje: Francisco Luis Peinado Rodríguez,  publicado en pintaderacanaria.blospot.com

Cuando conocimos esta explicación, recordamos, que de una manera parecida los mayas en México, tenían templos que cumplían la misma función astronómica. Así ocurre en la Pirámide de Kukulcán en Chichén Itzá , uno de los edificios más notables de la arquitectura maya. La pirámide tiene cuatro lados que culminan en un templo rectangular. Cada lado de la pirámide tiene una gran escalinata, 91 escalones por lado y 1 más que conduce al templo superior, dando 365 escalones, uno por día del año. Es en estas escalinatas  donde se proyectan durante el transcurso del día del equinoccio, las sombras de las aristas de las plataformas o basamentos superpuestos, que integran el gran edificio.

Piramide de kukulkan. Foto: Wikipedia
Durante todo el día del equinoccio, parece que una serpiente (su dios) baja por las escaleras (como reflejo de las sombras proyectadas en el recorrido del sol) rematando en una cabeza pétrea de serpiente situada en la base inferior de la escalinata.Es en este juego admirable de luz y sombra, que representa la "bajada" de Kukulcán (la serpiente sagrada) a la tierra, como quisieron los mayas simbolizar el mandato superior de acudir a la labor agrícola, ante la inminencia de la llegada de las lluvias, al concluir el mes de marzo en que se inicia la temporada de siembra del maiz o millo en la región.

Queda evidente la íntima relación que hicieron, los inventores de semejante montaje, de su conocimiento astronómico, aplicado a la arquitectura, en un entorno religioso y para un fin estrictamente político de liderazgo de masas, que debían concurrir puntualmente a la cita de una ardua tarea de supervivencia: la del pesado trabajo agrícola de su cultivo esencial, el maíz, base de su alimentación. Por tanto ese espectáculo que hoy vemos como mágico, tenía que ver con la estabilidad social de los mayas. (WiKipedia)

De forma parecida debió ser para los antiguos canarios, como señala Marín de Cubas (para Tenerife), que cita que señalizaban el calendario en tablas:

“… el año contaban por las sementeras i llamaban era tenianlos araiados, i señalados en tablas, i empessabanle serca de agosto llamado beñas mer en la primera luna i por quince dias continuos hasta la opocicion hacian grandes fiestas devia ser por sus difuntos…” Marín (1687).

El conquistador toledano Antonio Cedeño hablando de las escuelas que tenían los canarios para sus niños decía:

“...La doctrina eran historias como corridos i jácaras de valientes, de sus reies i hombres señalados, linajes, i otras cosas de campo de plantar, sembrar i lluuias, i señales de los tiempos como pronósticos en refrançitos ...” Cedeño (1490) .

De ahí lo de “Fuerteventura, a los tres días agua segura”

Ojo de mira alineado con Mojón mayor y Jandia. Fotomontaje: Francisco Luis Peinado Rodríguez, publicado en pintaderacanaria.blospot.com

Tomás Marín de Cubas, también nos habla del calendario de los antiguos canarios:

“Contaban su año llamado Acano por las lunaciones de veinte y nueve soles desde el día que aparecía nueva empesaban por el Estio quando el Sol entra en cancro a veinte y uno de Junio en adelante la primera conjuncion, y por nueve dias continuos hazian grandes Vailes yconvites, y casamientos, haviendo cojido sus sementeras hazian raias en tablas, pared ò piedras; llamaban tara, y tarja aquella memoria delo que significaba.” Marín (1694).

El Beñesmen que comenzaba según la cita a los 29 días, después de la primera luna nueva tras el solsticio (21 de junio), duraba nueve días y venía a ser sobre mediados de agosto. El primer día era el día mas importante del año, cuando los antiguos canarios ordenaban los asuntos materiales, y festejaban y veneraban las tradiciones culturales y espirituales ( de forma parecida a los mayas). En el orden material, en el Beñesmen se celebraban los tagoror en que se repartían las tierras y zonas de labranza, pastoreo y pesca, así como ganados y enjambres, y se asignaban las tareas que los diferentes miembros de la sociedad.

En Amurga, según lo que conocemos, el principal modo de vida era el pastoreo, que también tenía su calendario. Citamos a continuación a José Manuel González Rodríguez, y su artículo “Presencia del calendario de los guanches entre los pastores de la actualidad” (2008), publicado en la revista digital Bienmesabe:

"La habilidad en el recuento del ganado, destacada por Abreu Galindo y Fray Alonso de Espinosa, es común entre los pastores isleños de la actualidad. Los cabreros de todas las islas computan el número de reses a su cuidado con igual facilidad que sus antepasados guanches y saben “de memoria” cuándo les falta y cuál es el animal exacto que se ha extraviado. Este modelo de recuento sólo exige los procesos mentales de clasificación por contaminación y limitación…

También, los cabreros tinerfeños “ponen a padriar” el ganado por el día de San Juan, en el Norte de la isla y a finales de julio, en Chivisaya, en el sur. Entonces, y de acuerdo con el período de gestación de las cabras (en torno a los 145-155 días), los baifos habrán de nacer en diciembre o en enero, cuando el manto vegetal ha sido enriquecido por las precipitaciones de noviembre. Advertimos, por consiguiente, la importancia del aberrunto de las lluvias en dicho mes; de acuerdo a la observación de Venus: el planeto o estrella del agua (saharita en La Aldea de San Nicolás); aberrunto que ha sido estudiado con todo detalle por J. A. Belmonte, quien le otorga paternidad prehispánica. Por lo demás, el destete de las crías se suele efectuar coincidiendo con la Fiesta de la Cruz (3 de mayo); cuando Viana y Sedeño databan las fiestas equinocciales.

Fotomontaje: Francisco Luis Peinado Rodríguez, publicado en pintaderacanaria.blospot.com

Concluimos así con un ordenamiento estacional del calendario que aglutina todas las celebraciones aborígenes y unifica la tradición de cabreros y guanches, donde la sucesión de épocas secas y húmedas (el “pasto” y el “verde”), puede computarse contabilizando un número reducido de lunaciones; y no exigió especiales herramientas numéricas o de registro. La ausencia de restos “tarjas” (tablas de contar) en los yacimientos arqueológicos abunda en esta apreciación."
 
Ojo de mira desde donde se hacen las alineaciones. Foto: Pablo Guedes.
Por último exponemos los meses del calendario guanche (Tenerife), que según la cita de Marín de Cubas, comenzaba el 21 de junio y llamaban a su año Acano, se dividía en doce lunaciones con duración de 29 soles desde que aparecía la luna nueva, los nombres de estas lunaciones eran: (Tenerife-guanches. com)

- Mes del Sol Joven o primera lunación (junio-julio) .
- Mes de Recogida de la mies o segunda lunación (julio- Agosto).
- Mes del Beñesmer o tercera lunación (Agosto-septiembre) fiesta del Beñesmer, una importante festividad del calendario agrícola de los guanches, se celebraba después de la recogida de las cosechas (el 15 de Agosto es la fecha de la celebración del Beñesmer, culto a la Diosa Chaxiraxi en Tenerife).
- Mes del Pasto o cuarta lunación (septiembre –octubre).
- Mes del Sol tibio o quinta lunación (octubre –noviembre).
- Mes del Baifo o sexta lunación (noviembre-diciembre).
- Mes del Sol anciano o séptima lunación (diciembre-enero).
- Mes de la Luz o octava lunación (enero-febrero).
- Mes del Verde o novena lunación (febrero-marzo).
- Mes de Magek o décima lunación (marzo – abril).
- Mes de Tinnit (Chaxiraxi diosa guanche después de la colonización fue convertida en la Virgen de la Candelaria) o décima primera lunación (abril-mayo).
- Mes de los frutos o décima segunda lunación (mayo-junio)

martes, 14 de septiembre de 2010

REVUELTAS DURANTE LA REPÚBLICA EN CASTILLO DEL ROMERAL.

(Picar en la imagen para agrandar)

PABLO GUEDES GONZÁLEZ.

Adjuntamos un artículo del periódico La Provincia, del sábado, 9 de mayo de 1936, dos meses antes del golpe del 18 de julio, que destituyó la República para establecer la dictadura del General Franco. Dicho golpe se inició precisamente en Las Palmas GC, donde Franco estaba destinado.

En el artículo se da información de diferentes incidentes debido a la grave situación política del momento, en Tirajana, en Sardina y destacando el hecho de que los campesinos de Castillo del Romeral, “ …han intentado apoderarse de algunas tierras del Condado. Grupos, cuya densidad se desconoce escogieron unas parcelas y comenzaron a descuajar tabaibas, tomillos y balos como con el propósito de roturar y disponer forzosos asentamientos.”

Es por ello que el Gobernador Civil tuvo que enviar a un destacamento de la guardia civil.

Según las indagaciones que hemos hecho con diferentes personas mayores del barrio, estos hechos nunca ocurrieron y ellos no tienen noticias de los mismos. Pudiera ser que la revuelta fuera denunciada por el mayordomo del Conde, aunque no hubiera ocurrido, para aumentar la desestabilización política, aunque esto es pura especulación.

POSIBLE EXPLICACIÓN: RECUPERAR EL TABAIBAL DEL CASTILLO, QUE HABÍA PERTENECIDO A LOS GUEDES.

En nuestro anterior artículo, Castillo del Romeral: Forjando la Identidad de un pueblo I, informábamos de que un posible motivo para esta revuelta por parte de los vecinos del Castillo, era el de la leyenda familiar acerca de la cual el Condado había arrebatado en 1873-75 a los Guedes, el Tabaibal del Castillo, del cual disfrutaban para el pasto de sus ganados. Esto fue debido a la desamortización civil de los bienes del Estado, en la que las tierras fueron vendidas por el Estado, al conde de la época. En estas fechas el condado compró el 20% del territorio del Municipio de San Bartolomé de Tirajana.

La familia, estaba resentida y por eso se rebeló, pues anteriormente tenían sus ganados de cabras en las tierras comunales del Tabaibal, desde tiempos remotos, reforzado jurídicamente este disfrute, con las sentencias del Rey Felipe V, después del Motín de Agüimes, alrededor de 1725. Este motín se ocasionó porque Amoreto, predecesor de la familia condal, pretendió comprar todas esas tierras, lo que ocasionó una sublevación de prácticamente toda la isla, que según algunos historiadores pudiera haber desembocado, incluso en la anexión de la misma por parte de Inglaterra.

Después de los hechos, Felipe V, sentenció “…por ellos, ni inobar en el estado que se allaren en cuanto a las tierras y sus vienes, ni hacerles agrauios, ni vexaciones de que tengan motivo de quexas, de modo que comprendan haberse extinguido la criminalidad de este asunto y se logre la anterior y universal quietud de las islas con aplausos y justificación de S.M.”.

Según Francisco Tarajano, cronista oficial de Agüimes,(Memorias de Agüimes) “a partir de 1873, el Estado pone en venta las tierras que considera propias. Fueron perjudicadas cientos de personas de Agüimes, de Ingenio, de Sardina, y las que vivían de los bienes del clero, de los bienes del común y de tierras realengas como arrendatarios o medianeros. Al ser comprados estos bienes por los ricos, aquellos arrendatarios y medianeros se vieron imposibilitados en pagar las nuevas rentas; ello supuso un serio descalabro para la subsistencia de los humildes labradores y pastores, muchos quedaron sin trabajo y otros emigraron en busca de fortuna”.

Precisamente encontramos en el Archivo Parroquial de Agüimes, un documento que confirma lo anterior, es el informe el Estado Parroquial de 1883, donde constan el número de feligreses de los distintos barrios y el grado de cumplimiento de los preceptos católicos. Al final del mismo, después de indicar el número de vecinos por barrios consta que: “Este estado debe ser considerado como el número más bajo por haber emigrado mucha gente en este mismo año 1883, en especial de Vega Grande, de donde han marchado varias familias enteras para el Brasil.”

Según Tarajano para tener capacidad para adquirir las tierras había que saber cómo, cuándo y dónde se hacían las gestiones, y disponer de medios pecuniarios. Todo ello inasequible a la mayoría de la sencilla y analfabeta gente del Agüimes (Castillo partenecía a Aguimes, de facto). Algunas personas “leídas” de Agüimes adquirieron en esos años tierras y aguas por gestiones hechas en Las Palmas y en Santa Cruz de Tenerife.

Según Antonio Artiles Artiles, vecino del Castillo, el lugar al que emigraron en Brasil los vecinos del Castillo y Juan Grande, fue Minas Gerais, un estado del sudeste del país cuyo nombre significa "Minas en general", famoso por sus minas. Es el cuarto mayor en extensión, con una superficie semejante a la de Francia. Se encuentra al noroeste de Sao Paulo.

Nosotros tenemos constancia de algunas familias que emigraron a Brasil, tal es el caso de Josefa Antonia Guedes Monzón, nacida en 1842, con su marido Nombrado Fabelo.

En la historia de Minas Gerais, sobre la que nos hemos documentado (wikipedia), se indica que después de los italianos, fueron los españoles el grupo de inmigrantes que llegó en mayor número a finales del siglo XIX, sumando cerca de 10.000 inmigrantes, que se establecieron en los alrededores de Belo Horizonte, la capital.

viernes, 10 de septiembre de 2010

PEPE ENRIQUE MELIÁN, UNO DE LOS ÚLTIMOS PASTORES.


A continuación publicamos otro excelente artículo de Eduardo González, que trata sobre Pepe Enrique Melián, uno de los últimos pastores de Juan Grande, al que tuvimos el honor y el placer de conocer.

Jose Benjamín de Todos Los Santos o Pepe Enrique, como era conocido por todos, atesoraba un amplio bagaje de conocimientos ligados a su profesión de pastor transmitidos por su padre, su abuelo y sus antepasados.

Lamentablemente, con él se fueron muchos de esos conocimientos al igual que desaparece la profesión de pastor, por mor de los cambios que nos trae consigo el progreso.

Estos conocimientos y costumbres que se pierden, eran la forma de vida de nuestros antepasados mas directos desde el tiempo de los aborígenes hasta bien entrado el siglo XX.

Otra faceta que rememoramos de Pepe Enrique y que vemos reflejada en el artículo, era la socarronería que le caracterizaba, digna del mejor humor canario al estilo de los famosos cuentos de “Pepe Monagas”. Todos los que le conocimos pudimos disfrutar con sus cuentos, sus puntos cubanos y sus poesías y nos queda en el recuerdo las risas que nos echabamos con él siempre que lo encontrábamos, pues siempre tenía el verso y la rima adecuada a cada ocasión.

Dedicado a la memoria de Pepe Enrique Melian:


PEPE ENRIQUE Y SU ÚLTIMA BOTANA.

EDUARDO GONZALEZ PÉREZ

Directivo de la Federación de Salto del Pastor y uno de los fundadores de la Escuela de Garrote La Revoliá y de la Pila de Garrote de Vecindario.
Fotografías: Archivo Gráfico y Sonoro “Escuela de Garrote LA REVOLIÁ”

Se nos había metido en la cabeza al amigo Juan y a mi seguir dándole la lata a Pepe Enrique por aquellos días. Y coincidieron esos días en las fechas donde el calendario se nos empeña que festejemos el alumbramiento de María, que tras un extrañísimo parto provocado por una paloma pariría un sabio chiquillo con pretensiones de llegar lejos, fechas en las que un incesante bombardeo de voladores recibiría al año nuevo y fechas donde tres reyes montados a camello cruzarían el mar, de una forma más extraña aún que la de Maria para quedarse embarazada, para repartir regalos por todas partes a la vez que al mismo tiempo.

Posiblemente esa coincidencia cronológica intentaba hacerme ver un cuento de Pascuas donde no lo había. Al fin y al cabo Mariquilla, en estado de choteo más que de gracia desde hacia solo cuatro meses y con un novio embarcado en la zafra del atún desde hacía ocho, no parió por aquellos días, el año nuevo vino por encima del empecinamiento de los truenos de pólvora y fuego y ni Melchor, Gaspar o Baltasar acudieron a ninguna de nuestras puertas. Seguramente los Reyes Magos, porque hay que ser magos para cumplir las loables intenciones de estos barbudos ancianos, se olvidaron de los que no pusimos zapatos esa noche. Quizás ignoran, tal vez sea así, que en este mundo todavía hay muchos niños que andan descalzos.

Tuvo que ser Maestro Pepe el que, viendo nuestro desconsuelo al quedarnos sin turrón y riéndose de nuestras inútiles intenciones de darle una buena pedrada al palomo causante de la surrealista cornamenta que padecía José, el joven marinero, nos invitara a pasar a su particular pesebre. Con unas cuantas sillas a medio destartalar y un simple tablón a cuatro patas forrado de formica montó, en la acera de enfrente a su casa, la humilde mesa en la que cenaría esa noche con nosotros el queso de sus quehaceres. Él, pastor como lo fueron su padre y su abuelo, sacó una talega llena de atarecos: varias leznas, diferentes tijeras, cachos de palo, correas de cuero…Nosotros pusimos los baifos, aquellos que días antes conseguimos en el barranco de Los Ajogaos y que por indicación de Maestro Pepe tuvimos de remojo en salmuera un par de días después de haber mandado para la cocina la carne y sus tiernos huesos. Pretendía así que empezáramos a curtir estas infantiles pieles. Siguiendo sus instrucciones, habíamos afeitado los cueros y nos jartamos de sobarlos sobre el cabo de una mandarria hasta que quedaron lo suficiente morosos como para confeccionar un zurrón, esa bolsa en la que los pastores guardan el gofio y lo amasan.


No era nuestra intención que esa tarde sus dedos de ochenta años se pusieran a trabajar en el cosido de una botana, el cierre principal de los zurrones y batijeros que tapona el orificio existente en la zona del cuello. Solo pretendíamos que nos diera unas pocas explicaciones para luego nosotros hacer el trabajo. Pero claro estaba que no podíamos desperdiciar la ocasión: Pepe Enrique era el anfitrión y nosotros unos chiquillos hambrientos de conocimientos. Y ya se sabe que el hambre no entiende de prejuicios, se los come.

Entonces rodeó el cuello del baifo, que ya no estaba presente sino en piel, con una tira de cuello de centímetro y poco de ancho. Un par de vueltas le dio y la atravesó con una lezna. Por el agujero realizado introdujo la fina y resistente correa de cuero de cabra con la que iba a coser la botana. Así consiguió darle el primer punto. El siguiente lo repitió de igual manera formando una cruz.



…esto se cose ahora… una pallá, una paquí y otra paquí…eh?


…esto se mete por aquí pallá …y dando vueltas y dando vueltas y dando vueltas…


…con la correa del cuero de una cabra.
 ¿Sabes tú como es? ¿Toavía no se te ha metío en la cabeza?

José Benjamín de Todos los Santos Melián Hernández, nombre que el paso del tiempo terminaría abreviando en Pepe Enrique “El Colorao”, nació en una mañana de 1925, el día en que Pedro “el negoso”, llamado cariñosamente así porque negó y renegó de su patrón tres veces en la misma noche, reunió a todos los suyos…

...el día de Todos Los Santos, a las nueve del día. Mi padre era Francisco Melián Artiles, de Juan Grande, y mi madre, Maria Hernández Bordón…

Yo nací a la punta arría de la calle. Allí… teníamos un corral antes. ¿Te acuerdas, ahí, al lao de la carretera, donde está el mato ese que está…? Ya no está el mato ahí, que lo arrancaron cuando hicieron esas casas. Teníamos un corral allí al lao. Se quitó el corral pa fabricar las casas esas.

Parece ser que el sin sentido de la puta Guerra Civil Española, porque todas las guerras son putas y sin sentido alguno, hizo que su adolescencia le robara el tiempo a su infancia y su juventud fue rápidamente contagiada con las prisas de ser hombre.

…antes se ordeñaba el ganao, se quitaba la puerta del corral y se les decía a las cabras: ¡hasta mañana!

No había tomateros por aquí padentro, en ningún sitio.
Tu le quitabas la puerta al corral…ni había coches en la carretera ni había tomateros… por ahí no había na.

Too estaba libre en la vida, too. Entonces las cabras iban… y ellas mañana bajaban solas…

Too eso por allí pallá, del barranquillo éste del Rodeo hasta el barranco de Tirajana, no era sino tabaibas dulces.
Se metían por abajo…parecían higueras. Grandísimas las tabaibas.

No se podía caminar. Amarraban las vacas…tan grandes las tabaibas como el mato aquel…un poco más chicas, mas bajas. ¡Oh, se arrimaba el ganao a la sombra abajo las tabaibas!

Se arrancaron con las yuntas, pa plantar tomateros.

No. Pepe Enrique no fue a la guerra. Era muy niño. Cuando estalló la Guerra de España su familia echaba tomateros de medias con Don Antonio Gómez, que fue el primer arrendatario que llegó al Matorral. Cuando tuvo la edad suficiente, o la mínima para empuñar una escopeta, cumplió el servicio obligatorio de armas en Fuerteventura.

“Estuve en el cuartel dos años y medio, aquí, en Fuerteventura. Le pegué una trompa a un cabo… estuve once meses en el castillo. Y mi padre fue a hablar con el Conde y éste le dijo: Usted lo deja quieto ahí. Ahí está mejor que en ningún sitio porque nadie lo molesta.”


“Cuando me licencié, otra vez con el ganao, hasta que llegué a los treinta años y me casé. Y después dicen que la guerra es mala. Yo hace cincuenta y dos años que estoy metio en guerra. Mi mujer se llama (Pino López) Guerra”.

“Me marché a trabajar con el Conde a los pozos. Me marché porque no podíamos vivir tres de la misma prenda. El ganao lo gobernaba mi padre pero quien hacía el trabajo era yo. No se hacía otra cosa sin él”.

Estábamos intentando desenmascarar este inútil cuento de Pascuas cuando nos dimos cuenta que andaba ya el calendario anunciando los carnavales. Y fueron principiando éstos, los del 2006, cuando la muerte acudió disfrazada de cáncer a la puerta de su casa. No lo cogió de sorpresa ya que Pepe Enrique había recibido correspondencia de esta silenciosa señora que tiempo atrás, como una lezna de punta bien afilada, andaba agujereándole las entrañas.

Y la Señora no tuvo prisa. Fue perforando lentamente con su mortífero punzón los riñones, el estomago, el hígado, los intestinos... Dieciocho litros de pus y supuraciones tuvieron que sacarle de sus adentros la última vez que lo ingresaron. Pepe Enrique la trataba como trataba a cualquiera y dos días antes de que ésta pudiera terminar su trabajo, nos recibió. Con el semblante amorfinado me dijo:

                            Cuando yo chiquitito,
                            empezando a caminar,
                            me monté en un burro cojo,
                            no me pudo tumbar.

¿Eduardo, ya aprendiste a hacer zurrones? Pos ahora que te den por culo.

Maldije a la Muerte. La maldije con todas mis fuerzas. Fue Ella, esa grandísima hija de su madre que no era una burra coja a la que se pudiera tumbar, la que nos mandó a todos a tomar por culo. No tuvo consideración ninguna con Maestro Pepe seguramente porque éste siempre le faltó al respeto. Pero, ¿y nosotros? ¿Qué le habíamos hecho nosotros? Fue tan egoísta que cuando terminó su trabajo se llevó al Maestro y nos dejó, con las correas en la mano, sin saber como terminar el nuestro. En cambio el suyo, valiente trabajo el que hizo, sería publicado en el periódico al día siguiente:

Los carnavales habían terminado y Ella se quitó la máscara. Fui al duelo acompañado de Manuel Guedes. Éste me consolaba diciéndome que al mismísimo lugar donde me mandó Pepe Enrique seguro mandó a la muerte también. Saqué mi mano del bolsillo y le mostré la botana, la última, la que Maestro Pepe había cosido semanas antes. La corté del zurrón y la había enganchado en una correa de cuero. Se la regalé a Enrique, uno de los hijos del ya difunto pastor.

Ayer, cuatro años después de aquellos carnavales, fuimos a Juan Grande a visitar a Maestro Pepe con la inocente certeza que éste nos recibiría. Nos acercamos despacio, por las calles de atrás del pueblo intentando pasar desapercibidos. No queríamos molestar ni ser molestados. Llegamos al cuarto que tenía por taller con toda la seguridad que estaría abierto. Así fue. Entré pidiendo permiso y sacando mi grabadora comenzó la conversación.

Sobre la mesa de formica dos velas encendidas iluminaban la estancia. Unas viejas tijeras, un par de herraduras, algún ovillo de hilo carreto y dos cencerras a medio hacer serían la cena de esa noche. Me mandó al patio en busca de algún trozo de madera que sirviera para hacer un badajo. Lo encontré rebuscando entre viejos y abandonados recuerdos. Volví a entrar y entonces me di cuenta, revisando las cencerras, de lo bien soldadas que estaban. Me las regaló para que yo las terminara. Se despidió temprano de mí con la excusa de que estaba cansado y me encargó que, antes de cerrar la puerta, apagara las velas.

Cuando decidí marcharme quise cumplir con sus deseos. Soplé sobre la primera vela que inmediatamente dejó una suave estela de humo. La segunda se me resistió. Entonces hubo tiempo, quizás un solo instante que quiso convertirse en interminable, para que acudieran a mi memoria innumerables recuerdos. Pepe Enrique con las tijeras en las manos trasquilando una oveja. Pepe Enrique afinando cencerras. Pepe Enrique sentado contándonos. Pepe Enrique haciéndose presente. Y tuve tiempo de acordarme de lo que estaba leyendo en el último libro de Juan Cruz, “Egos Revueltos”, donde él recordaba la hermosísima frase de Lewis Carroll, “me gustaría saber de que color es la luz de una vela cuando está apagada”, en el momento que visitaba una de las casas que Julio Cortazar, el escritor, habitó en vida. D. Julio había muerto y Juan Cruz observó la mesa donde Cortazar se sentaba a escribir. Y parece ser que sobre aquella mesa solo había “la ausencia total de Julio…la luz de una vela cuando ya no alumbra”. Creo que al abandonar la estancia el Sr. Cruz averiguó el color que Carroll se cuestionaba.

Y me fui con Juan Cruz “como si hubiéramos apagado la luz ya para siempre”.


Llegué a casa con la intención de terminar este artículo. En silencio saqué la grabadora y el proyecto de cencerras. Puse en marcha la grabación al mismo tiempo que coloqué las cencerras sobre la mesa de dibujo para hacerles un par de fotos. Me di cuenta de la extraña soldadura que tenían en sus costuras. Algo no cuadraba. Cencerras había visto bastantes como para darme cuenta de lo que tenía a la vista de mis ojos. Ahora ya no era la luz de unas velas sino el foco eléctrico el que delataba mi error. Las coloqué en línea y añadí un trozo de aro que junto a ellas había encontrado. No pude más que sonreírme. Acababa de componer el puzzle de un trozo de tubo de escape, seguramente el de una moto.


La grabadora seguía en marcha mientras yo no dejaba de sonreírme. Y entonces sonó, como en una misteriosa psicofonía, la voz de Pepe Enrique que claramente me decía:

¿Eduardo, ya aprendiste a arreglar tubos de escape? Pos ahora que te sigan dando por donde descargan los camiones.

…desde el Sureste, un abrazo.

Eduardo González.

lunes, 6 de septiembre de 2010

TRADICIONES DE LOS ANTIGUOS GUEDES. EL GARROTE CANARIO.

A continuación publicamos un artículo realizado por Eduardo González, al cual queremos agradecer la cesión para su publicación en HCR. El artículo pretende difundir una técnica de aprendizaje de la lucha del garrote.

El “maestro” de estas enseñanzas es Manolito Guedes Rodríguez, pastor de Casa Pastores, fundador junto con sus hermanos de este barrio situado al lado de Sardina, y heredero de una serie de conocimientos, técnicas y tradiciones que le transmitieron sus antepasados, también pastores, entre los que se encuentran las técnicas que hoy aquí difundimos.

Manolito Guedes era descendiente de los Guedes del Castillo, y con toda seguridad esas mañas y luchas de los antiguos pastores también fueron empleadas en las luchas contra los piratas que tuvieron lugar en la fortaleza y eran el modo de lucha de las antiguas milicias canarias. El Garrote” o palo canario era prácticamente el única arma con la que luchaban contra los enemigos, pues pocas eran las armas de fuego.

Según la tradición de la familia Guedes en el Castillo, dos hermanos de Ma´Blas Guedes, Manuel y José, se quedaron a vivir en La Pasadilla a mediados del siglo XIX y de ahí descienden los Guedes fundadores de Casa Pastores y entre ellos Manolito Guedes.


Blas Antonio Guedes López o Ma´Blas Guedes como era conocido por sus descendientes, era pastor y mayordomo de las Salinas y de la fortaleza del Castillo y era nieto del último condestable de la fortaleza de Santa Cruz del Romeral que se llamaba Blas Antonio Guedes Gordillo.

EL “ABEJORRO”, O JUEGO DE MANOS.

EDUARDO GONZALEZ PÉREZ
Directivo de la Federación de Salto del Pastor y uno de los fundadores de la Escuela de Garrote La Revoliá y de la Pila de Garrote de Vecindario.
Fotografías y documentos: Archivo Gráfico y Sonoro “Escuela de Garrote LA REVOLIÁ”

El “abejorro” es un insecto himenóptero, de dos a tres centímetros de largo, velludo y con la trompa casi de la misma longitud que el cuerpo. Suele vivir en enjambres poco numerosos y zumba mucho al volar.

Quien hacía esta vez de abejorro era Manolito Guedes, cuyas manos, no tan largas como la misma longitud de su cuerpo, pero hábiles y prestas al vuelo, trompeaban sobre nuestras caras si no estábamos listos para esquivarlas. El zumbido de dicho animal era imitado con la boca por este pastor que nos enseñaba algunos de los juegos de su época.

Y consistía el juego del “abejorro” en una variante de “juego de manos”. Se practicaba entre tres personas. Una de ellas, el que hacía de abejorro, se colocaba en el centro, y las otras dos a cada lado. El del centro, imitando el abejorreo del animal que da nombre a este juego e intentando despistar a cualquiera de los otros dos participantes, elegía el momento en que entraba a “picar” con su trompa o aguijón. Este acto de “picar” consistía en lanzar la mano rápidamente para asestar un bofetón o “sonío” en la cara o en el tronco de la oreja de cualquiera de ellos. Éstos, a su vez, debían estar preparados para el embate del abejorro, cubriéndose con una de sus manos parte de la cara y con la otra dispuesta a devolver el bofetón al susodicho insecto. Por supuesto que el guantazo se podía devolver solo en el momento en que el abejorro decidiera entrar a picar.

Con la mano izda. se cubre la cara y el cuello.

Con la derecha, cuando el abejorro intenta “picar”, contraataca.

Algunas veces el abejorro decidía picar al mismo tiempo a las dos flores, (en este caso representadas por los dos capullos de brotes de tuneras que flanquean a Manolito), y no tenía mas remedio que agacharse o intentar de otra manera el esquivo de las zarpas que defendían y contraatacaban.

Bien es cierto que por respeto al maestro, cuando este hacía de abejorro, no le asestábamos un sonío a modo de defensa. Simplemente nos limitábamos a quitarle el sombrero de la cabeza, cosa que alguna que otra vez conseguíamos. En este caso, al que esto conseguía se le daba por ganador y pasaba a ocupar el puesto de “abejorro”.

El que fuéramos condescendientes con Manolito no era norma que estuviese fijada en este juego. Por ello, si uno no se cubre bien o está presto a defenderse de las continuas picadas a las que puede ser sometido, tendrá que aguantarse la tollina de guantazos que pueda recibir. Como bien se puede apreciar en la siguiente imagen, nuestra condescendencia no tenía por que ser recíproca por parte de Manuel. Esa norma no estaba escrita.

Con este juego de manos intentaba el maestro que adquiriéramos velocidad, destreza y habilidad, cualidades todas ellas que el que pretenda ser garrotista debe cultivar. Era parte de su manera de “ensayarnos”. Pero quizás sin quererlo, o queriéndolo pero sin saberlo nosotros, consiguió mucho más que dotarnos de esas habilidades. Las tardes que pasamos en el corral, de ésta en particular hace unos 20 años, son recordadas por nosotros con las mismas alegrías y fiestas que nos proporcionaron en aquel entonces. Es que nos partíamos el pecho de la risa.

Afortunados fuimos al conocerlo y más afortunados aún al podernos contar entre sus amigos. Por eso hacemos todo lo posible por cuidar de su amistad. Reciba un abrazo de nuestra parte y hasta siempre, compañero.

En el juego del “abejorro” que vemos en la foto, participan Manuel Guedes, en el centro, Suso Álvarez, a la derecha de Manuel, y Eduardo González, a su izquierda. Las risas de Lourdes y Antoñito Guedes, fallecido en noviembre del 2003, las provocaba la forma peculiar con la que Manolito imitaba el zumbido del abejorro, insecto himenóptero de dos a tres centímetros de largo que tal y tal…


MAS INFORMACIÓN:

jueves, 2 de septiembre de 2010

MANOLITO GUEDES, DEPOSITARIO DE COSTUMBRES Y TRADICIONES CANARIAS ANCESTRALES.


PARA VER LA SEGUNDA PARTE DEL VIDEO, PICAR AQUÍ . (Difundimos estos videos a pesar de la poca calidad del sonido por el valor histórico y etnográfico que tienen)

PABLO GUEDES GONZÁLEZ.

Tenemos la intención de publicar una serie de artículos realizados por Eduardo González Pérez, directivo de la Federación de Salto del Pastor y uno de los fundadores de la Escuela de Garrote La Revoliá y de la Pila de Garrote de Vecindario.

Queremos agradecer a Eduardo la cesión de estos artículos, pues con ellos nos ayuda a transmitir una de las formas de vida que tenían nuestros antepasados, el pastoreo.

Entre ellos destacan las enseñanzas Manolito Guedes, ya fallecido, antiguo pastor de las cumbres de Gran Canaria y garrotista (luchador del palo canario), cuya familia fue la primera en establecerse en Casa Pastores, y la que debido a su profesión dio nombre a este barrio de Vecindario.


Manolito Guedes luchando con Eduardo González. Foto: Eduardo González.

Manuel Guedes reconocía que sus antepasados provenían de Castillo del Romeral, hecho que estamos tratando de constatar, por lo que fue depositario de los conocimientos de la familia, que se debían a sus formas de vida tradicionales, sobre todo los relacionados con el pastoreo. Costumbres y técnicas, como los de la lucha del palo, que fueron transmitidos desde la época aborigen y que fueron empleadas también en la fortaleza de Santa Cruz del Romeral, en las luchas que se desarrollaron contra los piratas, que sin duda se entablaron como lo hacían los antiguos canarios, con el palo o garrote, la forma de lucha de las antiguas milicias canarias, pues pocas eran las armas de fuego empleadas.

Pepe Guedes Foto: flickriver.com
Según Manolito Guedes, cuenta una leyenda de la familia, que la historia de los Guedes se inició en Gran Canaria con una embarcación portuguesa que llevaba esclavos negros para América. En el barco venían Guedes y el mal tiempo hizo que la embarcación zozobrará en la costa sureste de Gran Canaria, donde desembarcaron por Las Salinas estableciéndose en el Castillo.

Manolito Guedes Rodriguez contaba que había nacido en 1920, en La Montañeta, que está en Los Corralillos, la zona mas alta de Agüimes, y tuvo una hermana gemela, Maria Guedes que aún vive en Carrizal. A otro de sus hermanos, Pepe Guedes, podemos verlo cada año en la celebración del día de Canarias, en el Castillo, enseñando a hacer flautas a los niños.

Los padres de Manolito, fueron Manuel Guedes López y María Rodríguez Martel, que en 1920 vivían en Cueva Blanca, en el municipio de Valsequillo, donde consta que fueron bautizados en su iglesia. El señor Manuel Guedes López, era pastor como lo fue su padre Juan Guedes González, natural de La Pasadilla, en el municipio de Ingenio, como lo fueron los hermanos de su padre, Cristóbal y Gregorio Guedes González. Todos ellos pastores en la cumbre de Gran Canaria.

El bisabuelo de Manolito Guedes, padre de Juan Guedes, creemos que fue Manuel Guedes López, hermano de Blas Guedes López, “Ma´Blas Guedes”, de Castillo del Romeral, en la segunda mitad del siglo XIX. Según la tradición de la familia Guedes en el Castillo, dos hermanos de Ma´Blas Guedes, Manuel y José, se quedaron a vivir en La Pasadilla a mediados del siglo XIX y de ahí descienden los Guedes fundadores de Casa Pastores y entre ellos Manolito Guedes.

Blas Antonio Guedes López o Ma´Blas Guedes como era conocido por sus descendientes, era pastor y mayordomo de las Salinas y de la fortaleza del Castillo y era nieto del último condestable de la fortaleza de Santa Cruz del Romeral que se llamaba Blas Antonio Guedes Gordillo. Según cuenta la familia, Ma´Blas Guedes fue engañado por el conde de su época, para cambiar los terrenos de pastoreo que los Guedes tenían en el Tabaibal del Castillo por otros en Amurga, para posteriormente perder todas las tierras.

Simulación de canario luchando con conquistador. Foto: www.institutoinsulardedeportes.com/

Lo que si tenemos constatado son todos los ascendientes de los Guedes del Castillo hasta llegar a João (Juan) Guedes, portugués, natural de Guimarães en Portugal, ciudad del distrito de Braga, perteneciente a la Parroquia de Oliveira. Este era maestro cañavero que llegó a principios del siglo XVI para introducir el cultivo de la caña, en Gran Canaria y se casó en 1505 con María Hernández Chimida, hermana de Inés Chimida, personaje famoso en la historia de Telde, e hijas de Nayda Xamaide, aborigen de casta real, hija de un guayre de Telde.

Manolito Guedes hablaba de sus abuelos y tíos abuelos contando que eran “unos garrotistas del diablo”. Contaba leyendas donde decía que los pastores dirimían sus problemas a golpe de vara de acebuche y luchaban hasta contra el diablo y otras leyendas sobre los “aguijantes” (gigantes) o antiguos canarios, no los guanches, que aquí no se conocía esa palabra.

Dibujo de antiguos canarios del ingeniero Torriani, finales s. XVI. Foto: http://www.bienmesabe.org/

Como hemos dicho a principio de este artículo, a partir de los conocimientos costumbres y las técnicas de lucha que transmite Manolito Guedes se funda la Pila del Garrote de Vecindario y posteriomente la Escuela de Garrote “La Revoliá”, donde se intenta difundir todo ese pozo de sabiduría que tenia Manolito y las técnicas de lucha ascentrales que derivan desde tiempos de los aborigenes, los antiguos canarios.

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MANUEL GUEDES RODRÍGUEZ, “MAESTRO” MANUEL

TRADICIONES DE LOS ANTIGUOS GUEDES. EL GARROTE CANARIO.