Solapón con muros y cuevas. Fotos: Pablo Guedes.
PABLO GUEDES GONZÁLEZ.
Desde hace tiempo, teníamos localizadas varias estructuras compuestas por muros de piedras y cuevas en las cercanías del Arco del Coronadero, en un lugar de difícil acceso en mitad de Barranco Hondo.
En fechas recientes hemos podido acceder a estas estructuras, compuestas por muros de piedra alrededor de un solapón en el que se hallan distintas cuevas, (adjuntamos fotos).
Entrada a la cueva con restos vegetales, que pudieron pertenecer a la mortaja de una momia canaria.
Una de ellas, cuenta con un pequeño orificio de entrada, de alrededor de un metro por 50 cm., situado a unos dos metros de altura con respecto al solapón, con varias piedras dispuestas en lo que en su tiempo debió ser un muro que cerraba la cueva, actualmente derrumbado a los pies de la misma. Es posible que la entrada a la cueva haya sido labrada artificialmente agrandándola para obtener un mejor acceso.
La cueva, de forma ovalada, se ensancha a partir de la entrada hasta tener unas dimensiones de unos 2x2 metros en su parte más amplia. En su interior encontramos restos vegetales entre los que había juncos aplastados, similares a los que los antiguos canarios utilizaban para hacer el fardo o mortaja en la que solían envolver a las momias.
Interior de la cueva con los restos vegetales.
Creemos que podía haber sido una cueva funeraria por la forma en que se dispone y por los restos encontrados. La cueva debió ser expoliada en un tiempo que desconocemos y sustraidos los restos humanos que contenía.
Es posible que las otras cuevas, especialmente una de ellas, pudieran contener más restos por la forma en que se disponen, pero en ellas no entramos nada parecido a lo que se encuentra en la primera cueva descrita.
Otra posible cueva funeraria. |
La importancia del hallazgo, del cual hemos informado a Patrimonio Histórico, radica además de por sí mismo, por su situación en las cercanías del Arco del Coronadero y de los mojones del Alto del Coronadero, que usaban los antiguos canarios para realizar ritos astrales y para conocer las distintas fechas importantes de su calendario.
OTRAS MOMIAS Y RESTOS HUMANOS ENCONTRADOS EN LA ZONA.
En nuestro anterior artículo, “AMURGA, EL SANTUARIO PERDIDO IV. LOS RITOS SAGRADOS.” hacíamos referencia a este tema y apuntábamos a que se habían descubierto más restos de antiguos canarios en la zona de costa de Amurga. Citamos como ejemplo, una momia en una cueva en Altos del Coronadero, de la que nos informó Francisco Peinado, así como otras en cuevas de Barranco Hondo, en el curso superior a Altos del Coronadero, de las cuales nos dieron noticias pastores de Juan Grande. De igual forma relacionamos aquí, las Necrópolis de Arteara y de Maspalomas, situadas en los límites de Amurga, que debieron ser auténticos centros de peregrinación y de ritos, como lo son los cementerios de hoy día.
Recordamos en este punto la leyenda de los antiguos pastores de Castillo del Romeral, acerca de la existencia de un cementerio de canarios en los altos de San Agustín, destruido por la roturación de los terrenos para el cultivo de tomates.
Otras cuevas en el solapón.
Según René Vernau, en su obra "Cinco años de estancia en las Islas Canarias" (1891):
"En la aldea de Juan Grande he encontrado una cueva sepulcral que, aunque había sido desgraciadamente saqueada, me ha permitido hacer una comprobación que creo interesante señalar. Todos los cadáveres que contenía presentaban lesiones en los huesos. Eran tumores óseos de diversa naturaleza, viejas fracturas consolidadas, artritis deformantes, etc. Me encontraba en presencia de un verdadero cementerio de lisiados y esto me condujo a preguntarme si los enfermos no serían objeto de alguna creencia supersticiosa."(pág.80).
Sebastian Jiménez Sánchez (Embalsamamientos y enterramientos de los “canarios” y “guanches”, pueblos aborígenes de las islas canarias”, en Revista de Historia, VII, 55. 1941.pgs. 257-268) señala que en el sur de Gran Canaria se encontraron momias con 12 y 16 pieles superpuestas, sin citar su procedencia. Añade además el descubrimiento en Arguineguín de una momia de dos metros de largo envuelta en numerosas pieles, así como otras encontradas en Juan Grande. En estos dos lugares señala Jiménez que se encontraban las momias de mayores dimensiones, apuntando que los hitos relevantes a nivel de hallazgos de restos momificados incluían Arguineguin, Juan Grande y Guayadeque, añadiendo Acusa-Tejeda.
El mayor número de envolturas en las momias indicaba más rango social del individuo.
LAS PRÁCTICAS FUNERARIAS DE LOS ANTIGUOS CANARIOS.
18 en 16. Memorias de un cementerio from www.estodotuyo.com on Vimeo. Documental producido por el Cabildo de Gran Canaria y dirigido por Francis Quintana, en el que a raíz de la excavación de un cementerio de canarios en Gáldar, se dan a conocer sus ritos funerarios y su relación con los muertos.
Vamos a seguir en este punto a José M. Bernal y a Pablo Atoche (Rituales funerarios en la Protohistoria de Gran Canaria (Islas Canarias)
En Canarias el ritual funerario más extendido, a semejanza del implantado en el Norte de África por los colonizadores fenicios, utilizaba como recinto funerario cuevas naturales o grietas tapiadas con muros de piedra seca, tanto de manera individual como colectiva.
En el proceso de embalsamado, no se hacía eviscerado, aunque sí un método que permitía la conservación de los tejidos corporales: ungían el cuerpo con una mezcla de manteca de cabras, yerbas aromáticas, corcho de pino, resina de tea, polvos de brezo, piedra pómez y otros absorbentes y secantes, dejándole después expuesto a los rayos del sol para realizar la desecación. Se repetía el procedimiento varias veces para finalizar envolviendo el cuerpo en pieles y juncos.
Desde la perspectiva del ritual, la momificación parecía reservada sólo para aquellos ritos funerarios que tenían las cuevas como última morada de los difuntos, y parece ser que se trataba de una práctica condicionada por diferencias sociales y étnicas. Se supone que a mayor jerarquía del individuo, mayor esmero en la preparación del cadáver y en el número de pieles que lo envolvían.
Los cadáveres se ataviaban con similares prendas que en vida y envueltos en un sudario elaborado con capas de piel, hasta 17 en algún ejemplo de momificación de Gran Canaria, isla donde ocasionalmente se han teñido de rojo o se han empleado pieles de cerdo o mortajas elaboradas con tejidos vegetales, normalmente de junco o palma.
Las momias se depositaban en posición decúbito supino (boca arriba). No se colocaban directamente sobre el suelo, habiéndose realizado en todos los casos un mínimo acondicionamiento del lugar mediante la preparación de un lecho con elementos vegetales, la colocación de tablones de madera, lajas de piedra o simplemente mediante la nivelación del terreno.
BIBLIOGRAFÍA.
Bernal Santana, José M., Atoche Peña, Pablo: Rituales funerarios en la Protohistoria de Gran Canaria (Islas Canarias)
Jiménez Sánchez, Sebastian: Embalsamamientos y enterramientos de los “canarios” y “guanches”, pueblos aborígenes de las islas canarias. En Revista de Historia, VII, 55. 1941.pgs. 257-268
Guedes González, Pablo: “AMURGA, EL SANTUARIO PERDIDO IV. LOS RITOS SAGRADOS.”
Vernau, René. "Cinco años de estancia en las Islas Canarias" (1891)
Gracias por compartir esos lugares y experiencias.
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