jueves, 27 de febrero de 2025

LOS TRES BRASEROS DE UMIAGA, DESCRITOS POR MARÍN DE CUBAS

Recreación del Santuario del Alto del Garajonay. Mederos Martín.

PABLO GUEDES GONZÁLEZ

Continuamos con este artículo, aportando más argumentación a nuestra hipótesis, que defendemos desde 2010, de que Amurga era Umiaga/Amago, el principal santuario de los antiguos canarios, y que Mña. Tabaibas, en la costa de este macizo, era la montaña sagrada, que se constituía en el gran centro de peregrinación y religiosidad indígena, a donde se dirigían los canarios en momentos especiales de su calendario.

La primera parte de nuestra hipótesis, se confirmó en 2019 al descubrirse la ubicación del topónimo Umiaga, en la parte norte de Amurga, según documentos antiguos del Archivo Parroquial de Tunte. A lo largo de los años, hemos ido aportando más conocimientos a nuestra fundamentación, entre los que queremos destacar el descubrimiento de lo que podría ser la misma costumbre aquí, y en Marruecos, de delimitar los santuarios con mojones de piedra, a partir de los cuales se tenía inmunidad, donde tenían refugio los delincuentes y no se hacía la guerra (Westermarck, 1926).

En este artículo, seguimos aportando más conocimiento, que refuerza lo que venimos defendiendo: Mña. Tabaibas, era el gran centro religioso y de peregrinación de los antiguos canarios, el centro de su mundo, su Axis Mundi. Podríamos estar equivocados en alguno de nuestros planteamientos, pero creemos que la suma abrumadora del resto de argumentos a su favor, descartaría las otras propuestas realizadas hasta el momento: Risco Blanco, Cuatro Puertas, Fortaleza de Sta. Lucía y Fortaleza de Amurga, considerando altamente improbable el que puedan aparecer otros candidatos. 

En otras palabras, no es casualidad el que hayan tantos argumentos a favor de la hipótesis y que apunten en la misma dirección: la casualidad no existe. Se debe a la causalidad, la base del pensamiento científico. Los argumentos son la causa y todo sucede por algo, todo tiene un motivo. Blanco y en botella, puede ser tanto leche como cualquier otra cosa, pero blanco, en botella, en la nevera, y con etiqueta de “leche” (o de "Umiaga", en nuestro caso), ...,  el 99´99% de las veces es leche. 

Restos en Mña. Tabaibas: muralla y lo que podrían ser la capilla y el altar de sacrificios. Beneharo López

Primeramente, vamos a exponer los dos textos claves, que describen al monte sagrado de Tirajana, el Umiaga/Amago de los textos etnohistóricos, que se situaba según las descripciones, en un macizo montañoso donde había un santuario de unos 11 o 12 km de extensión ("en redondo"), delimitado por mojones o torretas de piedra, que confinaba con el mar y que tenia a esta montaña, sobresaliente y destacada en el paisaje, visible desde puntos muy lejanos.

Amurga, es el único macizo que cumple con esas descripciones en Tirajana, (solo hay dos posibilidades: Amurga y Pilancones) y creemos que la montaña sagrada es Mña. de Las Tabaibas, fundamentalmente por el gran cerco de piedras, que bordea su cumbre (460 m de perímetro, 175 m largo x 100 m ancho), y también, por los restos o estructuras que encontramos en la misma, como veremos.

El dos de agosto de 1479, tiene lugar, la Batalla de Tirajana, en una incursión castellana de 400 hombres al monte sagrado. Los castellanos estaban al mando del corsario Pedro Hernández Cabrón, y con él venían el obispo Frías y Hernan Peraza, hijo de Diego de Herrera, señor de las islas y perfecto conocedor de esta comarca, por haber efectuado al menos, otras dos incursiones a la misma zona. A raíz de los hechos, el cronista de los Reyes Católicos, Alonso de Palencia (1491), nos describe la cumbre del monte: 

En ambas partes [Thirma y Tirajana] se alzaba un templo bien equipado para sus supersticiones. Suben los nuestros a la cumbre del monte. En el cuerpo de guardia del templo, construido a manera de un castillo con toda clase de fortificaciones, [...] Los nuestros [...] destruyen el templo incendiándo...

El historiador y médico teldense, Marín de Cubas (1687, 1694), nos hace la mejor descripción del monte sagrado de Tirajana, que él llamaba Umiaga y que los cronistas de la Conquista, citaban como Amago (Escudero, 1639; Matritense, c.1542; y muy probablemente la desaparecida Crónica Madre, c.152?):

El maior adoratorio onde hacian romerias era Almogaren de Jumiaga, que era una cassa de piedra sobre un alto risco en Tirajana [...] aun alli hay tres braseros [más adelante cita «tres anafes», especie de hornillos pequeños], de cantos grandes onde quemaban de todos frutos menos carne, y por el humo si iba derecho o ladeado hazian su aguero puestos sobre un paredon a modo de altar de grandes piedras [puede interpretarse como una gran estructura de piedra en la que en su parte superior había tres zonas de fuegos], y enlosado lo alto del monte, y a quedado una como capilla1 y sacarrones2 dentro todo de una gran cerca de piedras mui grandes, y es el risco el mas descollado de todos aquellos citios...

1 Capilla: Creemos que en función del contexto, con el significado de “Bóveda subterránea donde algunos pueblos antiguos conservaban sus cadáveres”.

2 Sacarrones: Según el DRAE de 1739, la expresión se usaba para nombrar “los huesos de Mahoma como reliquias que visitaban los moros en la Meca”, de forma despectiva, por superstición de una religión opuesta. Por lo que aquí, se debe referir Marín, a momias de personajes importantes, por los que iban los canarios en peregrinación a estos santuarios (de igual manera que se hace y hacía a los morabitos o santuarios de Marruecos, parte importante de la religión amazigh).

Estructura que podría ser el pireo o ara donde se situaban los tres braseros. Jonay García.

Marín básicamente nos habla de «el risco mas descollado» de la comarca, un gran cerco o muralla de piedras rodeando la cima, una casa de piedra (de pequeño tamaño, si hacemos caso a otras descripciones), y una capilla, posiblemente una cueva, con los restos momificados de personajes importantes, motivo de la peregrinación al monte, siendo la misma costumbre que la de las tribus amazighs en sus peregrinaciones a sus lugares santos o morabitos, muy arraigada en Marruecos.

Junto a ello, Marín nos describe un altar o ara de sacrificios, constituido por «tres braseros de cantos grandes» situados sobre un «paredón», y todo ello enlosado y rodeado por la muralla. A la hora de analizar el significado del texto, nos hemos percatado de que Marín nos habla también de estos tres braseros, como «tres anafes» (Marín de Cubas (1936 [1687]), p. 201, fol. 81v.), lo que no ha sido citado, que sepamos, por ningún otro investigador, que haya tratado el tema. Esto es lo que nos transmite:

Hacían a ellos grandes romerias. I era a los dos riscos de Tirma y Almogaren onde havia cepulchros […]
Agüeros. Quemaban, sobre un poio, cantidad de unos palos de olor, que son: “leña nuel”, i tea de “cardón”, en tres anafes, i quemaban cevada, dátiles, higos pasados, i otras cosas a este modo; i si el humo iba derecho o torzido, decían el bien o el mal camino que aquello llevaba. 
Eran supersticiosos i agoreros...

Vemos como los tres braceros se transforman en tres anafes, y también vemos un nuevo nombre para el santuario de Tirajana: ‘Almogarén’, y uno de los motivos de la peregrinación a estos santuarios: el culto a los restos de los ancestros, santones o personajes importantes, al mismo modo que a los morabitos en África ya citados. Si seguimos el ejemplo de África, es a estos santones a quién se realiza la ofrenda, o a los espíritus de los ancestros en general, que Marín llama magos, majos o magios. Según lo que interpretamos de este historiador, son estos magios los que indican a la Comunidad, los presagios o augurios sobre lo que habría de venir, a partir de determinadas señales: la dirección del humo, la forma de las nubes, vientos, remolinos, etc. 

Pireo en La Gomera, en la cima de un roque. Mederos Martín.

 En este sentido, nos describe Escudero (transcrito por Marín de Cubas):

Parece que por lo que los maxoreros i canarios creían, admitían la inmortalidad de el alma, que no sabían luego explicar. Tenían los de Lançarote y Fuerte Ventura unos lugares o cuebas a modo de templos, onde hacían sacrificios o agüeros […] onde haciendo humo de ciertas cosas de comer, que eran de los diesmos, quemándolos tomaban agüero en lo que hauían de emprender mirando a el jumo, i dicen que llamaban a los Majos que eran los spíritus de sus antepasados que andaban por los mares Y uenían allí a darles aviso quando los llamaban, i éstos i todos los isleños llamaban encantados, i dicen que los veían en forma de nuuecitas a las orillas de el mar, los días maiores de el año, quando hacían grandes fiestas [...] veíanlos a la madrugada el día de el maior apartamento de el sol en el signo de Cáncer [solsticio de verano].

Escudero nos dice que los majos, los espíritus de los ancestros, se manifestaban en forma de “nubecitas” y que cuando aparecían en la madrugada del solsticio de verano, en función de su apariencia o forma, les servían de pronóstico de lo que habría que venir para el siguiente año. Esto, lo corrobora también Marín:

Los canarios llamaban encantados a ciertos nublados o vapores levantados de los arroyos orillas de el mar a la parte del sur de esta isla de Canaria, que a la verdad duran por tres horas salido el sol, unos hacen forma de torres, navíos, hombres a caballo, ejércitos de a pie, y conforme corre el viento norte o noroeste [noreste, pues se debe referir al alisio] en tiempos de otoño [creemos que errata y se debe referir al verano, cuando es habitual, y en las fechas del solsticio, corroborado en otras partes del texto], que se recogen allí al sotavento de los montes: lo mismo es como causa natural en los ríos, y demás partes donde hay humedades, y vapores. Prognosticaban la abundancia o esterilidad del año o las mudanzas de su gobierno, u otras adivinaciones, y según estos encantamientos hubo de nacer de ellos el desir, que otra isla en este paraje de las Canarias andaba oculta de la cual ni historiador, ni geógrafo nos da tal noticia.

Y en este texto, Marín nos señala directamente al sur de la isla de Gran Canaria, muy probablemente a la comarca de Mña Tabaibas y Amurga, donde se produce la zona de confluencias de vientos y calmas de la isla, como describe. En este área, es donde habitualmente se forman unas nubes que toman caprichosas formas, según las rachas y la dirección del viento, que incluso tienen nombre: “pies de embate”, como son llamadas por los lugareños. Y también nos describe una isla oculta, que debía de tener bastante importancia para los canarios, que probablemente se debe referir a la isla de Fuerteventura, visible desde esta comarca, solo en diversas situaciones especiales en función de la climatología (en los días muy claros que suelen preceder a la lluvia), y de la que tenemos un alineamiento, en el yacimiento de El Coronadero, junto a Mña. Tabaibas.

Nublado o "Pie de Embate" sobre Mña. Tabaibas. Manuel Rivero.

Podemos interpretar, en función de lo que nos cuentan las fuentes etnohistóricas, que por el mar y desde el Este, vinieron sus antepasados, sus ancestros, sus majos. Y en algunos de esos lugares del mar, importantes en su cosmogonía, se les aparecían esos majos en forma de «nublados» o de otros fenómenos de la naturaleza. Y en determinadas fechas muy especiales (solsticio de verano), los llamaban y había una comunicación con ellos, ofreciéndoles sacrificios en los pireos o aras de sacrificio, en cazoletas y también y posiblemente, de otras formas (suicidios rituales), a lo que los espíritus o majos respondían, según sus creencias, por medio de las formas de las nubes o de fenómenos naturales extraordinarios, que eran interpretados como respuestas a sus plegarias y determinaban decisiones de lo que había que hacer en el siguiente ciclo anual.

El mar (donde aparecen los magios), los referentes en el horizonte marino y fundamentalmente el cielo, parece que también formaban parte importante de sus creencias. Como sucedía en otras islas, (por ejemplo desde Tindaya), la visión de una isla en el horizonte, sobre todo relacionada con el sol u otro astro, en momentos claves del calendario, podría suponer una hierofanía muy relevante para los canarios.

Continuando con los anafes, estos son una especie de hornillos más pequeños, lo que nos lleva a interpretar a partir del texto de Marín, que en la misma estructura o ara de sacrificios, había tres zonas de fuegos, lo que se parece mucho a los restos que encontramos en la cima del monte del Garajonay en La Gomera (ver fotos adjuntas), constituidas por un armazón general y pequeños receptáculos en su interior donde se realizaba la combustión. Marín describe, a lo que en la literatura arqueológica se ha definido como pireo, una estructura donde los canarios hacían sacrificios, quemando animales o vegetales (frutos como describe Marín) y en función de la dirección del humo del sacrificio, interpretaban si la ofrenda era aceptada o rechazada por estos entes: magios o genios, y a raíz de ello, hacían sus vaticinios o predicciones, sobre lo que habría de venir.

Plano de la estructura "C" del Garajonay (la recreación del principio), donde vemos dos cavidades de combustión o pireos, que son los de la imagen de la derecha. Mederos Martín.

En Mña. Tabaibas, tenemos
una estructura con tendencia circular, derrumbada o destruida, situada en lo que podríamos describir como «sobre un paredón a modo de altar de grandes piedras», que pudiera ser ese altar o ara de sacrificios descrito por Marín, con muchas similitudes a los que vemos en La Gomera.
 

El ara de sacrificios o pireo, es la estructura ceremonial predominante en La Gomera, con cerca de 400 unidades lo que destaca con respecto al resto del Archipiélago. En El Hierro existen unas 30, y hasta el momento se han descubierto unas pocas en Fuerteventura (Tindaya) y en Gran Canaria (Hogarzales, El Cedro y La Fortaleza). En Tenerife tenemos las referencias del médico Bethencourt Afonso, a finales del s. XIX. 

El mayor experto en los pireos de La Gomera, es el arqueólogo Juan F. Navarro Mederos, que además realizó la excavación del yacimiento del Garajonay. Navarro, nos habla de un tipo de pireo exclusivo, hasta el momento, en La Gomera, de mayor tamaño que otros, con planta oval o cuadrangular, y con varias cavidades de combustión en su interior. Describe las dos estructuras más destacadas de este tipo, situadas en lo alto del Garajonay. La primera de ellas, la estructura A está en la parte sur, ligeramente por debajo de la cima: 

 es una construcción de aspecto tumular de 13 x 7 m, cuya superficie está dividida en dos terrazas por un pequeño escalón, la más alta está en el lado norte o de barlovento y [la inferior,] una plataforma de piedras suficientemente estable [¿enlosada?] como para deambular sobre ella, con su perímetro delimitado por grandes bloques y que alberga encima de ella, varios pireos simples ubicados a sotavento.

Sigue Mederos describiendo la estructura C, situada en la cima, en la cota más alta de La Gomera, que se corresponde con la primera imagen del artículo (recreación):

Es una plataforma circular delimitada por grandes bloques de piedra de hasta 130 cm, en cuyo centro se superpone una plataforma más pequeña de 30 cm de alto, la cual contiene un pireo, mientras que en la parte sur hay dos pireos gemelos correspondientes a la última modificación de la construcción.

Nótese, que las dos descripciones se asemejan bastante a lo descrito por Marín de Cubas para Umiaga y a su vez, se podría parecer a la situación previa, antes de su destrucción o deterioro, de las estructuras que vemos actualmente en Mña. Tabaibas. Allí, creemos que había una plataforma de piedras enlosada a la altura de la cueva con una construcción (la pequeña casa) y junto a ella el gran ara de sacrificios, una estructura de piedras de tendencia circular (paredón) que llegaba a mayor altura, de lo que solo queda en pie las primeras hiladas de piedra, y en la parte superior, estarían los tres focos de combustión. 

Estructura "A" del Garajonay. Mederos Martín.

Continua Mederos, describiendo estos espacios, expresando que «no dudamos en referirnos a ellos como santuarios», con las siguientes características: «1) altitud dominante respecto al entorno; 2) ubicación junto al abismo; 3) dominio visual sobre el territorio; 4) intervisibilidad con otros conjuntos análogos».

Nosotros vemos estas características en el hipotético pireo o ara de sacrificios de Mña. de Las Tabaibas. Pero además, nos damos cuenta de otra nueva característica, que debía tener mucha importancia, y que además posiblemente la tuvieran las aras de La Gomera (situadas fundamentalmente en la parte sur de la isla): se localizan en la zona de confluencias de los vientos alisios, con las calmas de la isla o en las mismas calmas. Ello es lógico, si se quiere que el humo del sacrificio, pueda subir con incertidumbre en su dirección, en función de los caprichos del viento, puesto que si se situaran en la zona del alisio, siempre llevarían la misma dirección.

Además de ello, Mederos señala «que el santuario de Garajonay se situaba en la montaña más alta de la isla (1487 m.s.n.m.), y que era refugio de los gomeros en momentos de peligro sin que tuviera condiciones defensivas [para ello], por lo que probablemente era suelo sagrado como los de Gran Canaria», por lo que como cree este investigador, vemos otra similitud de los santuarios amazighs, tanto en Marruecos como en Canarias: en sus límites no se hace la guerra y existe el derecho de asilo. 

Cavidades de combustión, estructura "A". Mederos Martín.

Montaña de las Tabaibas, tiene un muro que bordea su perímetro, pero está muy lejos, de tener una utilidad defensiva: por su escasa altura, que hace que se pueda rebasar fácilmente y por no ser un roque infranqueable al estilo, por ejemplo, del Bentaiga o de las Fortalezas de Sta. Lucía o de Amurga, claramente fortalezas defensivas, en las que se refugiaron los canarios en los momentos de la Conquista de la isla.

Siguiendo con las similitudes entre los santuarios gomeros, los canarios y los del norte de África, Mederos nos dice que los lugares sagrados se situaban en «elevaciones prominentes y con marcadas connotaciones hierofánicas, hitos destacados del paisaje con especiales condiciones de visualidad y visibilidad, presidiendo en su entorno inmediato grandes necrópolis». Lo que concuerda con las descripciones para Umiaga y sus «sepulchros», y para Montaña de las Tabaibas, montaña destacada y omnipresente en la comarca sureste de la isla, visible desde Gando. En las faldas de Las Tabaibas, vemos también, distintas cuevas, que por sus características, muy posiblemente tuvieran una finalidad de enterramiento. A su vez, la posible necrópolis que nos describe el comisario Jiménez Sánchez, en su visita a esta montaña en 1952, situándola en la falda norte en el llano de la Majadilla de Berriel, junto a la “pequeña casa canaria”, con cerco de piedras adosado. En África, es costumbre que junto a la tumba del santón, se erija un cementerio.

Material hallado en la cueva, supuesta capilla, por Jiménez Sánchez en 1952. Jiménez S.

Por último, nos describe Navarro Mederos:

La Industria lítica aparece abundantemente asociada a estas estructuras, generalmente distribuida por la propia construcción y los alrededores, incluso hay casos en que los utensilios estaban «guardados» en intersticios de la construcción o colocados ordenadamente junto al pireo. Se distinguen entre ellos piezas de gran formato sobre bloques o lascas, aparentemente vinculadas al trabajo de la madera y otras sobre lascas menores o sobre disyunciones columnares, que debieron servir en el proceso de la matanza y despiezado de los animales. Existen pruebas evidentes de talla local, lo que demuestra que algunas piezas fueron fabricadas “in situ”.

Jiménes Sánchez, descubrió en su visita de 1952 a Mña. Tabaibas, dentro de la cueva que creemos la capilla que describe Marín, diversos elementos que coinciden con los de La Gomera: dos machetes naturales atípicos de basalto, un pico o hendidor, un núcleo «con claros efectos de deslasque por percusión» para obtener «tabonillas, raederas, raspadores, cuchillos, etc.», dos raspadores, ocho bruñidores, una especie de cuchara. Elementos, cuya utilidad fundamental, pudiéramos considerar que es la de desollar animales. 

Estructuras derrumbadas/destruidas en la entrada a la cueva, supuesta capilla, vistas desde el supuesto pireo. Jonay García.

Lo primero que nos llama la atención, cuando visitamos la cumbre de Mña. Tabaibas, es el alto grado de destrucción de todas las estructuras que vemos en la misma, que pudiéramos achacarlo en gran medida, al paso del tiempo, pero también vemos indicios claros de destrucción planificada de algunas estructuras, lo que confirmaría lo descrito en la crónica de Palencia. Esto, lo vemos fundamentalmente en la estructura semicircular que consideramos el pireo, altar o ara de sacrificios, en la que apenas quedan en pie solo la base de las hiladas de piedra.

Observamos lo mismo, en las estructuras cercanas a esta, que rodean a la cueva que consideramos la capilla, en la que vemos muros de piedra derrumbados y restos caídos en el precipicio. Nos damos cuenta, de que en las zonas cercanas a la cueva y al hipotético altar, ha desaparecido la muralla y con ella, la explanada superior que debía situarse encima (¿el enlosado citado?) y posiblemente por allí debía situarse la casa que nombra Marín, que según otras descripciones era de pequeño tamaño.

Otro posible indicio de destrucción, pudiera ser que la cueva/capilla, en la actualidad está llena de escombros, que  en algunos casos, pudieran ser indicio de desprendimientos del techo producidos en fechas posteriores a la conquista. Pero, esto no puede ser así porque encontramos en superficie, lajas de fonolita y callaos de playa (la cueva es de toba volcánica), que dudamos de que fueran llevados allí después de los desprendimientos, si fuera este el caso. Ello, junto a la escasa altura de la cueva, que solo permite entrar agachado, nos podría indicar que la cueva fue taponada o rellenada en algún momento, y con el relleno entraron, la fonolita y callaos que vemos en superficie.

Torreta destruida en Cumbre Alta de Amargar. Pablo Guedes.

Consideramos muy probable, como describe Palencia, que los castellanos destruyeron todo rastro de la religión indígena, para ellos símbolos paganos y heréticos. Y probablemente, el alto grado de destrucción de este área, con el muro y estructuras derrumbadas y la cueva taponada, pudieran ser indicios de ello. También en el llano de la cumbre, vemos dos mojones que pudieran haber sido destruidos, de la misma forma que los encontramos también, en otras zonas de Amurga (Risgo del Drago, Amargar, La Paredilla).

Como apunte final, queremos incidir en que todo lo aportado en este artículo, suma a lo que ya habíamos argumentado sobre el Santuario de Tirajana. Así, y en resumen, tenemos que la función de mojones de piedra, para delimitar los límites de los santuarios canarios, se confirma en un pleito de principios del XVI. A ello se añade que, según las crónicas, estos santuarios (Tirma y el de Tirajana) se situaban en macizos montañosos especiales, con una extensión de unos once o doce kilómetros “en redondo” y con una referencia descriptiva muy importante: lindaban con el mar. Y el colofón, es que tenemos la confirmación de estos mojones, delimitando una parte de Amurga, por medio de la Carta Arqueológica de SBT, que cuadra perfectamente con las descripciones.

Creemos que Amurga, es el único macizo montañoso en Tirajana, que cumple con todas las características comentadas (el otro macizo: Pilancones, es fácilmente descartable), y es aquí y concretamente en Mña. Tabaibas donde se situaba el lugar más importante de la religiosidad indígena, a donde, a lo largo de buena parte de su historia, iban en peregrinación los antiguos canarios, siendo el centro de su mundo religioso y donde tuvo lugar la Batalla de Tirajana.

Escombros que taponan la cueva. Jonay García.

Una vez más, hemos generado nuevo conocimiento sobre el santuario de Tirajana que esperamos sirva para hacer reflexionar sobre su funcionalidad, su situación y su significado para los antiguos canarios, y que todo ello sea tenido en cuenta en la investigación y en las propuestas de protección. Volviendo de nuevo a llamar la atención sobre que, Mña. de Las Tabaibas no cuenta con ningún grado de protección y consecuencia de ello, la muralla del lado noroeste, ya ha sido destruida por la construcción de cuartos para antenas de telecomunicación y de un camino de ascenso a la cumbre. 

Paradójicamente, a la destrucción del santuario en 1479, por parte de los castellanos, se suma modernamente, la intencionada destrucción del mismo, por los canarios actuales.

 
 Destrucción ocasionada por la instalación de antenas. Jonay García.

Vista aérea de la muralla en 1987, sin ninguna alteración. Grafcan. 

Instalaciones que han alterado el yacimiento. Beneharo López. 

Vista cenital del área de los supuestos pireo y capilla. Beneharo López.

Otra vista del supuesto pireo. Jonay García.

Otra vista de la supuesta capilla. Jonay García.

Continuación de la muralla a la izquierda de la cueva. Beneharo López.


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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GUEDES GONZÁLEZ, P. (2021). Amurga, el santuario perdido de Tirajana. XXIV Coloquio de Historia Canario-Americana (2020), XXIV-040 http://historiacastilloromeral.blogspot.com/2022/02/amurga-el-santuario-perdido-de-tirajana.html

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WESTERMARCK, E (1926). Ritual And Belief In Morocco. Two Volumes. Editorial: Macmillan and Co., Limited, 1926.

1 comentario:

  1. Hola, Pablo. Teníamos pendiente un debate sobre todo este asunto, y para ello te dejé hace tiempo unos comentarios en tu artículo de este blog del 13 de septiembre de 2024, imagino que no te darías cuenta. Te lo notifico en este asunto, por si acaso. Un saludo.

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