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sábado, 29 de enero de 2011

AMURGA, EL SANTUARIO PERDIDO VI. AMAGRO, UMIAYA, MONTAÑA DE LAS TABAIBAS.

Elaboración própia a partir del mapa de la carta arqueológica de SBT, de situación de los mojones o torretas de piedras.

PABLO GUEDES GONZÁLEZ.

En el cuarto artículo de esta serie analizábamos las distintas ceremonias realizadas por los antiguos canarios y pudimos observar la estrecha relación de las mismas con el mar, por lo que habíamos deducido que tales ritos debían ser realizados en montañas sagradas cercanas a la costa.

Por lógica y al desarrollarse las ceremonias en sitios altos, la principal candidata para tales ritos en el macizo de Amurga era la Montaña de Las Tabaibas, lugar que además reúne otra característica, que reafirma la tesis. Según las fuentes escritas todas las montañas sagradas, cuentan con una muralla o muros en su cima o corona, similar a los que se encuentran en esta montaña que domina todo el sur de la isla.

Montaña de Tirma. Foto: estodotuyo.com

Así, según el franciscano Fray José de Sosa las principales montañas sagradas, Tirma y Amagro, estaban cercadas por muros. De la misma forma para Alonso de Palencia (Cuarta Década) y para el bachiller Andrés Bernáldez (Historia de la Conquista de la Gran Canaria) cronistas directos de la conquista, en los santuarios de Tirma y Tirajana había una serie de estructuras, tales como amurallamientos y acaso silos entre las que destacaba una pequeña casa que hacía las veces de adoratorio.

Según Rodríguez Fleitas y colaboradores (Los Almogarenes Prehispánicos de Gran Canaria. Una revisión necesaria. 2002) otros enclaves arqueológicos dispuestos en altura y “amurallados” y a los que se le ha señalado un carácter religioso fueron: La Fortaleza en Santa Lucía, Roque Bentaiga y Cuatro Puertas.

Igualmente en las estribaciones de Montaña de Santidad, (SBT), Montaña de Tauro (Mogán) y Montaña Pelada (Gáldar), existen cercados de piedra de grandes dimensiones y en cuyo interior se localizan estructuras de menor tamaño, de forma parecida a Montaña de Las Tabaibas.

Cuando estábamos redactando estos artículos y llegábamos a este punto del amurallamiento, fue cuando relacionamos todo en su conjunto y nos planteamos más seriamente la hipótesis de si la Montaña de Las Tabaibas, podría haber sido la montaña sagrada perdida, junto con Tirma, que citaban todas las fuentes y centramos la investigación sobre este punto.

Muralla alrededor corona Montaña Tabaibas. Foto Johny García.

Sobre todo porque los dos sitios, que se creen sean esa montaña sagrada perdida por parte de los historiadores y según relatan las fuentes: la Montaña de Amagro en Gáldar y Risco Blanco (Humiaga) en Tirajana, no presentan restos arqueológicos que lo refrenden. Según Ascanio Padrón y colaboradores (2002), en Montaña de Amagro no queda resto alguno que pueda ser relacionado con el mundo aborigen. (Intervención arqueológica en El Tejar (Santa Brígida, Gran Canaria. Primeros Resultados.) y otro tanto de lo mismo podemos decir de Risco Blanco.

Desde luego, Montaña Las Tabaibas o Montaña del Perro como también se la conoce cuenta con bastantes argumentos para ser firme candidata, en detrimento de los otros lugares. Estos argumentos son los que terminaremos de desarrollar en este último capítulo de la serie, que se suman a los anteriores sobre Amurga, el santuario perdido.

LOS TEXTOS HISTÓRICOS.

Dice la Crónica Ovetense, la supuestamente más antigua de entre las conservadas, que:

“Estos canarios tenían por santuario a dos riscos llamados Tirma y Cimarso [Amagro], que tienen dos leguas cada uno en redondo, que confinan con el mar, y el malhechor que a estos cerros se acogía era libre y seguro, y no le podían sacar de allí si él no quería, guardándolos y reverenciándolos como a iglesias, y como acá amparados la casa santa de Jerusalén juraban ellos Asitis tirma y Asitis magro” (cap. 22).

Mojón en Amurga. Fuente: patrinet.net
El supuesto lugar, junto con Tirma, comienza siendo llamado Cimarso o Amagro, y tiene una extensión de dos leguas (unos 10 km.), lindando con el mar. El área de Amurga delimitada por los mojones que pusieron allí los antiguos canarios para marcar este territorio, coincide en extensión con lo que dicen las crónicas, y sabemos por textos que esos mojones tenían la función de delimitar los recintos sagrados. Todo esto lo dábamos a conocer en nuestro segundo artículo de esta serie “El Territorio sagrado delimitado por mojones”.

La extensión de dos leguas descarta a la montaña a la que actualmente se le da el nombre de Amagro, en Gáldar, puesto que a su lado (dentro de un radio de dos leguas - 10 km.) se encuentra Gáldar, la cual, según todas las fuentes, no podía haber sido santuario. En el radio de 10 kilómetros se encuentra incluso Tirma.

Igualmente se descartan las otras montañas sagradas, por alguno de los dos motivos o por estar alejadas del mar o por no contar con un territorio de dos leguas, que se pudiera considerar santuario. Cuatro Puertas, considerado el santuario perdido por diversos historiadores, si bien se encuentra a unos 4 kilómetros de la costa, tenemos que descartarlo, por estar Telde a escasos 5 km y Agüimes a menos de 10, y su altura no se puede calificar por ser impresionante. Por los mismos motivos descartamos a Riscos Blancos, en la Caldera de Tirajana, del que hablaremos a continuación.

Hemos visto que cronistas directos de la conquista citan siempre dos y solo dos santuarios sagrados, que son Tirma y Tirajana para Alonso Palencia y Tirma y Amagro para Jáimez de Sotomayor y la Crónica Oventense mientras que Gómez Escudero, si bien dice que son dos los santuarios cita primeramente a Tirma y a “Amago”para posteriormente nombrar a Tirma junto con el nuevo sitio que sitúa en Tirajana y perteneciente a Telde. Posteriormente y suponemos que siguiendo a Escudero, Marín y Cubas y Abreu Galindo describen ese lugar de Tirajana.

Tunte y Risco Blanco al fondo. Foto: Elsua en Flickr.com

El nuevo nombre del lugar, situado en Tirajana, es escrito en las fuentes de diversas formas: Umiaya, Jumiaga o Humiaga. El término equivale al rifeño “acre umyiyar” que significa piedra blanca y el verbo panbereber “umiyal”, traducido por “ser blanco”. (Alvarez Delgado, citado por Julio Cuenca y colaboradores en la Carta Arqueológica de SBT)
Escudero da a conocer el lugar de la siguiente manera:

“...Tenían otra casa en un risco alto llamada “Almogaren” qe es casa Santa, y allí invocaban y sacrificaban, regandola con leche todos los días y que en lo alto vivía su Dios, y tenían ganados pr. esto difrutados, tambien iban a dos riscos muy altos, Tirma en el término de Gáldar, y otro en Tirahana llamado Humaya y riscos blancos: Juraban por estos dos riscos muy solemnemente, á ellos iban en procesión con ramos y palmas y las Maguas o vírjenes con basos de leche para regar; daban voces y alzaban ambas manos y rostro hacia el cielo, y rodeaban el peñasco y de allí iban e el mar y daban con los ramos...” Pedro Gómez Escudero. Historia de la conquista de la Gran Canaria, Gáldar (Gran Canaria)

Aquí se nombra de nuevo a Riscos Blancos, y por eso se cree que la montaña sagrada estaba en este sitio, conocido en la Caldera de Tirajana, pero ya hemos comentado los inconvenientes de este lugar: la lejanía con el mar y además el no contar con restos arqueológicos tales como murallas o construcciones, que citan las crónicas.

Muralla alrededor cima  Montaña Tabaibas, vista este. Foto: Pablo Guedes.

A las funciones de lugar de refugio y de juramento que a los riscos de Tirma y Amagro atribuían las primeras crónicas, añade Gómez Escudero las de lugar de ofrenda y advocación de los canarios a su dios. Además cita que las “harimaguadas” en sus ritos “rodeaban el peñasco y de allí iban al mar”, lo que nos indica una acción imposible de realizar en Risco Blanco (ni rodear, ni ir al mar) y sí en Montaña de Las Tabaibas.

En cuanto a la descripción de Umiaya, Marín de Cubas (1687) nos aporta nuevos datos:

“El mayor adoratorio donde hacían romerías era Almogarén de Umiaya, que es una casa de piedra sobre un alto risco de Tiraxana, llamado Riscos Blancos, que fueron de Antón de la Santidad, conquistador. Aún allí hay tres braseros de cantos grandes, donde quemaban de todos frutos, menos carne, y por el humo, si iba derecho o ladeado, hacían su agüero, puestos sobre un paredón a modo de altar de grandes piedras...”.

Muralla  alrededor cima Montaña Tabaibas, vista noroeste, semidestruida por obras antenas comunicación. Foto: Johny García.


En otra cita de Marín, tomada de su manucristo original, por Santiago Cazorla (Los Tirajanas de GC) se varía la descripción de las últimas líneas:

“…con grandes losas que hoy se ven allí, como capillas, y otros casarones dentro de un gran cerco; y es el risco el más descollado de aquellos sitios, que no hay hombre que pueda menear una sola piedra.”

Esta última descripción podría corresponder perfectamente con Montaña de Las Tabaibas, si tenemos en cuenta las destrucciones del templo de la cumbre por los mismos conquistadores, más las transformaciones sufridas en la cima a lo largo de los siglos.( ver capítulo V. Los restos arqueológicos de Montaña de las Tabaibas).
Los historiadores del siglo XIX, intentan ubicar el santuario y lo sitúan en distintos lugares. Así Berthelot, lo identifica con Cuatro Puertas (Telde) y siguen su teoría Renné Vernau y Chil y Naranjo.

Víctor Grau-Bassas, realiza investigaciones en Las Pilas de los Canarios, una visera de roca, justo al pie de Los Pechos, en la zona central y más alta de la isla, (se encuentra a 1.926 m de altitud, mientras que la altura máxima es 1.949 m) distante apenas un kilómetro de Riscos Blancos, que a finales del siglo XIX, los vecinos de la comarca designaban, al decir del doctor Verneau, como Almogarén del Campanario. En su excursión a Tirajana el 6 de mayo de 1886, que relata en “Viajes de Exploración a diversos Sitios y Localidades de la Gran Canaria” nos cuenta acerca del lugar:

Los Pechos, Risco Blanco, Altos del Campanario y Pilas de Los Canarios. Foto: Sogecan.

“En el risco más elevado de aquellos sitios, y quizás el más elevado de la Isla, y en la parte más culminante del mismo, existe un Almogarén; no puedo decir si es el de Umiaya, del cual hablan los historiadores, pero si creo sea el almogaren a que se refiere Marín y Cubas, si bien me parece que no vio el almogarén el tal historiador, y lo describió por referencia. Me fundo, primero en que sitúa el santuario en Riscos blancos, sitio en el cual no pudo haber existido nunca, en razón a la naturaleza sumamente deleznable de la roca que los forma (magnesiana), sobre cuya cúspide no se aventura nadie por los continuos desprendimientos; segundo, por no es Riscos blancos, el risco más descollado de todos aquellos contornos, y si lo es el alto del campanario; tercero, porque no es razonable que existan dos almogarenes tan próximos como lo están Riscos Blancos y el Alto del Campanario, porque apenas distaban un kilómetro en línea recta…

….Desde el punto (Tunte) que me dio esta noticia el pastor, J. Monzón, al Alto del Campanario hay medio día de camino, pues se sube La Plata, operación que hice a las seis de la mañana, y caminamos hacia el Este gran parte de la Cumbre, llegándose a caballo hasta la orilla del Risco…

…He examinado detenidamente el sitio y las pilas, y tengo la seguridad de que fueron destinadas a prácticas religiosas y quizás de las más solemnes, pero creo también que en ellas no se ha quemado jamás nada, ni el humo ha servido para agüerar.”

Por tanto Grau-Bassas, descarta también Risco Blanco y sus alrededores por los motivos comentados, que se suman a los nuestros: lejanía del mar, inexistencia de muralla y santuario de 2 leguas de extensión.

En este punto conviene recordar la descripción del monte sagrado, que nos revela Alonso Palencia, cronista directo de la conquista, en la entrada de Pedro Cabrón a “Tirajana”:

“…avanzan y acometen a Tirajana, un pequeño pueblo montaraz y uno de los dos refugios de los canarios; el otro era Thirma. En ambas partes se alzaba un templo bien equipado para sus superticiones. Suben los nuestros a la cumbre del monte. En el cuerpo de guardia del templo, construido a la manera de castillo con toda clase de fortificaciones, no encontraron a nadie más que a un joven y a una bella muchacha que estaba con él. Se defiende el infeliz y prefiere atacar y morir antes que ser cogido. Los nuestros al punto se apoderaron de la joven y destruyeron el templo incendiándolo” (Cuarta Década, 1478-1480).

Muchos historiadores afirman que esta entrada tuvo lugar en el interior de la Caldera y que el “Templo” estaba en Riscos Blancos. Nosotros ya hemos comentado en distintos artículos, nuestros motivos para descartar esta hipótesis, a los que añadimos lo aportado por Grau-Bassas. Nótese además que el propio Bassas, tarda medio día en llegar desde Tunte al Almogarén del Campanario, el candidato mas aparente de la zona, por lo que de ninguna forma Pedro Hernández Cabrón, pudo haber realizado su entrada desde la costa, llegar al “Templo”, realizar el pillaje y regresar a sus barcos “antes de la noche”, y en un solo día, como relatan las crónicas. La versión mas lógica es que el "templo" estuviera en Montaña de Las Tabaibas y que el pueblo que ellos llaman Tirajana, estuviera al pie de la montaña, en lo que debio ser Pozo del Lentisco, todo ello junto a la costa.

LA TOPONÍMIA.

El término Amurga, aparece por vez primera, en unas escrituras notariales en 1618, en referencia a las apañadas que se daban en ese territorio. De Amagro, nos da referencia el cronista Escudero sobre 1480:

“...Tenían dos sitios uno junto a otro que eran risco que caían a la mar y eran cosas sagradas entre ellos, porque teniendo se acojían a ellos, y eran dados por libres, de que no pudiesen allí ni sus ganados que entraban en su término ser presos, llamaban a uno Tyrma y a el otro Amago, tenía cada uno dos leguas de circuito, hacían sus juramentos por estos sitios diciendo Tis Tyrma. Tis Amago, o Tismago...” (Historia de la conquista de la Gran Canaria).

Vistas de Amagro y Gáldar desde el Roque Faneque, al norte de Mña. de Tirma. Foto: naturalezaengc.blogspot.com

Pero esto se contradice con todo lo que hemos argumentado, pues en un radio de 10 km. (2 leguas) alrededor de lo que se conoce como Montaña de Amagro, están Gáldar (que no era santuario) y Tirma y no era lógico situar los dos santuarios uno junto al otro. Por otro lado Escudero hace referencia posteriormente a Humiaga en Tirajana, citándolo también como el otro lugar sagrado donde hacían ritos y por el que hacían juramentos los canarios.

El término Tirma es traducido por Álvarez Delgado del amazigh, idioma que se hablaba en el norte de África antes de la invasión árabe del s. VII, como “Risco Rojo” (Puesto de Canarias en la investigación lingüística. 1941). Como es sabido, la población aborigen de las distintas islas hablaba distintos dialectos que provenían de esta lengua amazigh originaria.

Según D. J. Wölfel, Amagro deriva de la raíz beréber M-Gr que correspondería a la “Montaña de la reunión”. (en Martín de Guzmán.1984. “Estructuras habitacionales del valle de Guayedra”en Noticiario Arqueológico Hispánico, 14.1982, págs. 301-318) .

Nuestra teoría es que Amagro, es una derivación de Amurga, y pudo haber una confusión entre este nombre y el del monte de Gáldar.

De hecho Maximiano Trapero y en referencia a los errores de trascripción a la hora de escribir lo que oían los conquistadores castellanos de los canarios, afirma que “Tirma” es trascrito en las crónicas Ovetense y Lacunense y la de López de Ulloa, pero el mismo término es escrito como “Trima” por la Matritense, y “Tyrma” y “Tyrmah” por Gómez Escudero. En cuanto a Amagro fue interpretado por “Cimarso” y “Margo” por la Ovetense, “Mago” por la Ovetense, “Magro” por la Lacunense, “Amarso” y “Marso” por López de Ulloa, y “Amagro” y “Tismago” por Gómez Escudero. (Los Topónimos guanches de Gran Canaria en la obra de Juan Bethencourt Alfonso).

Como aportamos en nuestro primer artículo de la serie, Amurga con toda probabilidad proviene de los términos amazigh, almuggar y su plural ilmuggaren, del que deriva a su vez Almogaren, que en la lengua aborigen daba nombre a los sitios sagrados situados en altura, y que en la lengua africana se identifica con: lugar sagrado, lugar de peregrinación o romeria. (Los Almogarenes Prehispánicos de Gran Canaria. Una revisión necesaria). Por tanto el nombre definía la función de este territorio para los antiguos canarios.

Detalle del color blanco entre los restos de la muralla (camino de ronda para Fco. Peinado) destruidos en Montaña de Las Tabaibas. Foto: Pintaderacanaria.blogspot.com Francisco Peinado.

Nos toca referirnos ahora a Umiaya, que según distintos autores daba nombre al mismo sitio que tratamos de dar ubicación. Según Santiago Cazorla en Los Tirajanas de G.C. “Umiaya” aparece por vez primera en documentos en referencia sin ninguna duda a Riscos Blancos, en la Caldera, en 1540:

“El Cabildo, 17 septiembre, 1540, siendo Gobernador el Lido. Don Agustín de Zurbarán, escribano mayor Juan Artilez, solicitó Francisco Afonso, vecino de Telde, se le concediera un trozo de terreno de ocho o diez fanegadas lindando con el camino que va para Humiaya y barranco de Tunte, y hechos los pregones de estilo se le concedieron esas tierras el 21 del mismo mes y año”. Archivo del Museo Canario. Libro de Repartimientos, fol. 42.

Como habíamos visto anteriormente el término equivale al rifeño “acre umyiyar” que significa piedra blanca y el verbo panbereber “umiyal”, traducido por “ser blanco”. (Alvarez Delgado, citado por Julio Cuenca y colaboradores en la Carta Arqueológica de SBT).

Nuestra explicación es que Escudero tuvo alguna información de este término relacionado con el santuario y su significado de “piedra blanca” y lo identificó con Risco Blanco, el término de Tirajana que recibía el mismo nombre.
Mña Tabaibas. Observese el color blanco en la falda
 ocasionado por el paso del ganado. Foto Pablo Guedes.

Nosotros hemos podido ver en la Montaña de Las Tabaibas, muchas zonas con la clásica piedra calcárea, que da ese color blanco. De hecho a poco que se escarbe en la montaña, sale a la luz ese color, como pudimos observar en los destrozos que se han cometido en la muralla que rodea la corona de la montaña para construir las antenas de telecomunicación. En las fotos que aportamos se ve ese color blanco en la falda de la montaña, que suponemos se debe a que el ganado de cabras de la zona, debido a la erosión que produce su paso por el lugar ha sacado al exterior este material. Es posible que en época aborigen, destacase mayormente el blanco, y por ello llamaran a esta montaña específicamente Umiaya, al ser de color blanco y a todo el territorio del santuario, Amurga.

Por todo ello, pensamos que Amurga es el nombre que se corresponde con el santuario perdido, y dentro de Amurga, la Montaña de Las Tabaibas, creemos que podría ser el lugar preciso donde se hacían los ritos. Con ello, se podrían confirmar todas las crónicas puesto que además de Tirma, estarían Amagro, Umiaya y Tirajana, que representarían el mismo lugar.

Es labor de los arqueólogos el tratar de encontrar restos que puedan refrendar nuestra teoría y esperamos que en el futuro esto pueda ser así.

BIBLIOGRAFÍA.

Álvarez Delgado, Juan (1941): Puesto de Canarias en la investigación lingüística. La Laguna: Instituto de Estudios Canarios.

Ascanio Padrón, Alejandro y colab. Intervención arqueológica en El Tejar (Santa Brígida, Gran Canaria). Primeros. Resultados. XV Coloquio de Historia Canario-Americana (2002).

Cuenca; Julio; Gil M. Carmen y Betancor Antonio, 1997. Carta Arqueológica del Término Municipal de San Bartolomé de Tirajana. El Museo Canario, Nº. 52, pp. 57-166.

Cazorla León, S. 1984. Agüimes, Real señorío de los obispos de Canarias [1486-1837], Real Sociedad Económica de Amigos del País, Las Palmas de Gran Canaria. Apéndice 4, p.101.

Cazorla León, Santiago. 2000. Los Tirajanas de Gran Canaria. Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana.

Gómez Escudero, Pedro,(1480 – 1936). Historia de La Conquista de la Gran Canaria. Gáldar. Gran Canaria.

Guedes González, Pablo. 2010. “El Territorio sagrado delimitado por mojones”, . historiacastilloromeral.blogspot.com

Guedes González, Pablo. 2010. El santuario perdido IV. Los ritos sagrados.. historiacastilloromeral.blogspot.com


Guedes González, Pablo. 2010. Nueva teoría acerca de la entrada de Pedro Cabrón a Amurga (Tirajana), a la captura de esclavos, en 1479. historiacastilloromeral.blogspot.com.

Jiménez Sanchez, Sebastian. 1966. Exponentes megaliticos cultuales de los canarios aborígenes. Presentado en el V Congreso Panafricano de prehistoria y Estudios del Cuartenario y, publicado por el Museo Arqueológico de Santa Cruz de Tenerife.

OVETENSE. 1993 ( 1639; 1478-1512). Libro de la conquista de la ysla de Gran Canaria y de las demás yslas della trasladado de otro libro orijinal de letra de mano fecho por el alferes Alonso Jaimes de Sotomayor que uino por alferes mayor de la dicha conquista el qual se halló en ella desde el principio hasta que se acabó y murió en la uilla de Gáldar en Canaria donde tiene oy uisnietos, el qual libro orijinal rremitió a esta ysla el capitán Jhoan de Quintana persona fidedina y de mucho crédito donde fue trasladado por el capitán Alonso de Xerez Cardona en quatro de marso de mil y seissientos y treynta y nueue años, en Morales Padrón (1993: 107-183).

Rodríguez Fleitas, Angel y col. 2002. Los Almogarenes Prehispánicos de Gran Canaria. Una revisión necesaria. En F. Morales Padrón (coord.): XIV Coloquio de Historia canario- americana. 2000. Las Palmas de Gran Canaria: 410-432.

Grau- Bassas y Mas. Viajes de exploración a diversos sitios y localidades de Gran Canaria. Museo Canario. Edición Museo Canario. 1980.

miércoles, 5 de enero de 2011

AMURGA, EL SANTUARIO PERDIDO V. LOS RESTOS ARQUEOLÓGICOS DE MONTAÑA DE LAS TABAIBAS.

Amurga y Montaña de Las Tabaibas, vista desde Castillo del Romeral. Foto: Pablo Guedes.

PABLO GUEDES GONZÁLEZ.

Los datos que vamos a difundir a continuación los consideramos muy sensibles e incluso perjudiciales, para la conservación del patrimonio arqueológico de Montaña de Las Tabaibas, mas aún por la trascendencia de nuestra hipótesis acerca del santuario perdido. Esta información se puede encontrar fácilmente por internet, como lo hemos hecho nosotros, por lo cual hemos decidido valorar más la faceta divulgativa y el objetivo de dar a conocer, para valorar y proteger, que el de mantener oculta la información. Aún así, pedimos a los lectores que sean responsables y discretos con esta información y que la difundan con precaución. Igualmente rogamos a aquellos que visiten los yacimientos, que los respeten, valoren el carácter sagrado de los mismos para nuestros antepasados y que no muevan ni una piedra de la zona.

Por otro lado pensamos que los verdaderos responsables de que se esquilme y destruya el patrimonio arqueológico son nuestras autoridades, principalmente por negligencia y dejación, cuando no por algo más grave y la prueba la tenemos en las antenas de telecomunicación que están en Montaña de Las Tabaibas, muchas privadas y alguna pública, pero todas sin permiso, lo cual denunciamos en un artículo de nuestro blog.

Antes de exponer los restos arqueológicos “que todavía existen”, en Montaña de las Tabaibas, tenemos que comentar que en Tirma se pueden observar hoy día una gran cantidad de estructuras dedicadas al culto, aunque según Ascanio Padrón y colaboradores (2002), no se observan estructuras con una funcionalidad diferencial con respecto al del resto (de almogarenes) de la isla. Los mismos autores dicen que el caso de la Montaña de Amagro, es aún más grave, ya que en este momento no queda resto alguno que pueda ser relacionado con el mundo aborigen. (Intervención arqueológica en El Tejar (Santa Brígida, Gran Canaria). Primeros Resultados)

Montaña de Tirma.

El caso de Montaña de Las Tabaibas es distinto. Según los autores citados, en los últimos años se están descubriendo y reinterpretando nuevas estructuras en los yacimientos arqueológicos. Así, se confirma la existencia de “Pireos” o aras de sacrificio para el Hierro y la Gomera (Hernández, 2002; Navarro et al., 2001). Estos autores hablan de estos “pireos” en relación a una estructura circular de piedras de unos 5 metros de diámetro que se ha encontrado en el yacimiento de El Tejar (Santa Brigida). Y esto viene al caso porque en Montaña de Las Tabaibas tenemos una estructura similar que pudiera ser una de las que Marín describe para la montaña sagrada como:

“…tres braseros de cantos grandes, donde quemaban de todos frutos, menos carne, y por el humo, si iba derecho o ladeado, hacían su agüero, puestos sobre un paredón a modo de altar de grandes piedras…”.
Muro que bordea toda la Montaña de las Tabibas. Foto: Johny García.

Continúa la descripción, con las construcciones y la muralla en la cima del monte:

“…con grandes losas que hoy se ven allí, como capillas, y otros casarones dentro de un gran cerco; y es el risco el más descollado de aquellos sitios, que no hay hombre que pueda menear una sola piedra.”

Para los autores citados la función de la estructura de El Tejar, era la de realizar celebraciones comunales rituales, en las que se asaría carne de cabra, en fechas festivas y como una forma de redistribuir la riqueza: “comidas comunales, donde la fauna, la carne, y todo lo que ella significa serían el elemento que sacralizaría todo el evento”.

"Pireo", en El Tejar, Santa Brígida. Foto: Artículo citado

Vamos ahora a la otra descripción del monte sagrado, que nos revela Alonso Palencia, cronista directo de la conquista, en la entrada de Pedro Cabrón a “Tirajana”:

“…avanzan y acometen a Tirajana, un pequeño pueblo montaraz y uno de los dos refugios de los canarios; el otro era Thirma. En ambas partes se alzaba un templo bien equipado para sus superticiones. Suben los nuestros a la cumbre del monte. En el cuerpo de guardia del templo, construido a la manera de castillo con toda clase de fortificaciones, no encontraron a nadie más que a un joven y a una bella muchacha que estaba con él. Se defiende el infeliz y prefiere atacar y morir antes que ser cogido. Los nuestros al punto se apoderaron de la joven y destruyeron el templo incendiándolo” (Cuarta Década, 1478-1480).

Una vez expuesta la descripción del monte según las crónicas, relacionaremos a continuación los distintos restos arqueológicos que se encuentran en Montaña de Las Tabaibas:

Mojones frente al Arco del Coronadero. Foto: Pablo Guedes.

Según la web Patrinet.net, la página de difusión del patrimonio histórico de Madeira y Gran Canaria, la cual nos aporta mucha mas información que la Carta Arqueológica Municipal, el conjunto arqueológico fue denominado por Sebastián Jiménez Sánchez como "Montaña de las Tabaibas" o "Majadilla del Berriel", y se compone de seis unidades.

Las unidades 1 y 2 corresponden a dos cuevas naturales que han sido ampliadas artificialmente sobre conglomerado y se encuentran en la base de la Montaña, en su cara suroeste que son reutilizadas por el ganado como cobijo. Creemos que aquí hay un error y suponemos que son las cuevas que están en la cara sureste y a corta distancia del Arco del Coronadero.

La unidad 6 es una casa de piedra seca de considerables dimensiones cuyo cuerpo principal es de tendencia cruciforme denominada "Majadilla del Berriel" por Jiménez Sánchez , quién menciona en este lugar la existencia de tres casas, de la cuáles, sólo se conserva esta. Se corresponde con una estructura de piedra seca que está localizada a unos 500 metros al noroeste de la Montaña de las Tabaibas. Su planta es de morfología compleja y está compuesta por un cuerpo principal con ábside al norte y cruceta a ambos lados, y por un cuerpo rectangular al sur. Con seguridad la mitad sur haya sido reconstruida en época histórica, a partir de la estructura original o como un añadido a ésta, con el objetivo, probablemente, de acondicionar un corral para el ganado.


Unidad 6. Majadilla de Berriel, y Montaña de Las Tababas. Foto: Carta Arqueológica Municipal.

Nosotros conocemos aparte de esas unidades, algunas otras que no se encuentran en la Carta Arqueológica, que creemos podrían haber sido cuevas de habitación. Una de ellas es la Cueva de la Majadilla, situada a corta distancia de las unidades 1 y 2, y que hasta mediados del s. XX, era utilizada por los pastores de Castillo del Romeral y sus mujeres para hacer el queso.

Existen además unos restos muy próximos al Arco del Coronadero, suponemos que relacionados con este, del que daremos información en un próximo artículo

Pero vamos a lo mas interesante para el tema que tratamos, que son las tres estructuras que se encuentran en la cima de la montaña: la muralla que la rodea (unidad 5), una cueva (unidad 3) y el supuesto altar o ara de sacrificio (unidad 4).

Bandeja de madera encontrada por Jiménez Sanchez en los años 40 en la Cueva
 y depositado en el Museo Canario. Foto: Fco. Pinado. Pinderacanaria.blogspot.
La Muralla. Es un muro de piedra seca que tiene un alto aproximado de entre 1 metro y 1,20 metros y un ancho máximo de 1 metro. El muro bordea, casi totalmente, la corona de la montaña a unos 10 m. de la cima, a excepción de algunos tramos en los que ha sido destruido por las obras de las antenas de comunicación, hecho que denunciamos en nuestro blog.

Cueva. Cueva natural ampliada que está localizada en la ladera sureste de la montaña y próxima a su cima. Las dimensiones máximas de esta cueva, que presenta una planta irregular, son de largo: 14 metros, ancho: 6,50 metros y altura: 1,70 metros. La boca de acceso, que está orientada a 170º sureste, tiene unas medidas de alto: 1,20 metros y ancho: 1,70 metros. La cueva tiene la entrada flanqueada por dos muros de piedra seca a modo de pasillo. Dichos muros fueron confeccionados con un aparejo muy regular de cantos de conglomerado trabajados. El lado izquierdo ha perdido dicho aparejo mientras que el lado derecho está intacto. A esta cueva se accede a través de una plataforma de piedra, coincidiendo dicha plataforma con el tramo de muro que rodea, por su cara sureste, a la montaña.

Interior y entrada Cueva Montaña Tabaibas. Foto: Johny García.

Supuesto Bracero o Ara de Sacrificio. Estructura circular de piedra seca que tiene, en su interior, relleno compuesto por pequeñas piedras y tierra y que está recubierta con costras de caliche (piedras de carbonato de calcio, las que le dan el color blanco en ciertas zonas a toda la montaña). Se encuentra situada próxima a la cima y a unos 10 metros por encima de la cueva y presenta las siguientes dimensiones máximas, eje norte-sur: 4 metros, eje este-oeste: 3,70 metros y una altura de 0,70 metros. Desde esta estructura circular y hasta la entrada de la cueva parece arrancar un muro o camino, el cuál, llega hasta la misma.

Francisco Peinado Rodríguez hace una interpretación de la función de esta montaña como atalaya de vigilancia de naves enemigas y comunicación del peligro que estas representaban por medio de señales de fuego o humo, como se solía hacer en los siguientes siglos en otras atalayas de la isla para señalar “rebatos” o alarmas por piratas. (Interpretación y destrozos arqueológicos de Montaña de las Tabaibas)

Según Peinado, la función del muro era la de “un camino de ronda, que se realizó para nivelar la irregularidad del terreno y acomodar el paseo del centinela cuando vigilaba en su ronda alrededor, justo bajo la cima de la montaña, oteando desde aquí las cumbres y alrededores de Amurga y gran parte de la costa sureste de Gran Canaria, desde Maspalomas hasta la costa de Aguimes en caso de desembarcos enemigos por la zona probablemente en la época de la conquista, comunicándose a través de señales de humo o vivo fuego con otras comunidades de las cercanías para el enfrentamiento directo o la estrategia de huida y supervivencia durante los hechos bélicos”. (Ver recreación realizada por Peinado).

Recreación: Fco. Peinado. Pintaderacanaria.blogspot.com
La función de la cueva para Peinado es habitacional y comenta que Jiménez Sánchez en los años 40 encontró una pequeña bandeja o plato oval de madera de dos mangos o asas hoy depositado en la colección del Museo Canario.
Para nosotros, además de la función de atalaya de vigilancia, que con toda seguridad hubo de tener esta montaña, desde la que se divisa toda la zona sur de la isla, debió de ser el lugar donde se realizaban los ritos y actos importantes del culto de los canarios.

Creemos que la función de la muralla era la de retener en su interior el ganado, para hacer el rito del baladero, comentado en nuestro anterior artículo. Teniendo además en cuenta que había un ganado destinado a los ritos, que seguramente se guardaba aquí. Además es posible que la muralla se utilizara como plataforma para, caminando sobre ella, rodear la montaña, antes de bajar a la playa como nos relata Escudero:

Muretes entrada a la cueva. Foto: Johny García.

"...Tenían otra casa en un risco alto..., y allí invocaban y sacrificaban, regandola con leche todos los días y que en lo alto vivía su Dios, y tenían ganados pr. esto difrutados, ..., á ellos iban en procesión con ramos y palmas y las Maguas o vírjenes con basos de leche para regar; daban voces y alzaban ambas manos y rostro hacia el cielo, y rodeaban el peñasco y de allí iban e el mar y daban con los ramos..." (Historia de la conquista de la Gran Canaria,)

Bracero o Ara de sacrificio, donde se realizaba el fuego de los sacrificios y las señales de alarma. Fco. Peinado. Pintaderacanaria.blogspot.com

El bracero o ara de sacrificio, pensamos que era uno de los tres que cita Marín, no sabemos si los otros dos fueron destruidos por los conquistadores, como se relata en la crónica de Palencia sobre la entrada de Hernandez Cabrón pues los conquistadores destruían todo lo que ellos consideraban pagano y contrario a las creencias cristianas. Las construcciones que pudieran haber en la sima, con toda seguridad, se destruyeron o fueron transformadas por los distintos ataques de los conquistadores,  por  las  maniobras militares de artillería, realizadas con material pesado desde la II Guerra Mundial hasta no hace muchos años y por la construcción de las antenas de telecomunicación que podemos ver hoy en la montaña.

La cueva, pensamos que también debió tener un significado ritual, y no nos extraña nada que pudiera haber en el lugar alguna alineación solar, pues su entrada mira al sol naciente. En referencia a los ritos en cuevas R. Vernau citaba:

“Se elegía sobre estas elevaciones una simple explanada o una roca que dominaba los alrededores; generalmente, se levantaban en las montañas verdaderos templos, o bien se disponía de una gruta para las ceremonias de culto” (Alfredo Herrera Piqué. Ídolos y estatuillas prehispánicas de Gran Canaria.Revista. 1978.)

Pensamos que por la información aportada y a la espera de nuevas prospecciones arqueológicas que pudieran sacar a la luz más información, Montaña de Las Tabaibas, como habíamos preestablecido, es el principal candidato al Monte sagrado.

BIBLIOGRAFÍA.

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Ascanio Padrón, Alejandro y colab. Intervención arqueológica en El Tejar (Santa Brígida, Gran Canaria). Primeros. Resultados. XV Coloquio de Historia Canario-Americana (2002).

Cazorla León, Santiago. 2000. Los Tirajanas de Gran Canaria. Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana.

Cuenca; Julio; Gil M. Carmen y Betancor Antonio, 1997. Carta Arqueológica del Término Municipal de San Bartolomé de Tirajana. El Museo Canario, Nº. 52, pp. 57-166.

Gómez Escudero, Pedro.(1480 – 1936). Historia de La Conquista de la Gran Canaria. Gáldar. Gran Canaria.

Herrera Piqué, Alfredo: Ídolos y estatuillas prehispánicas de Gran Canaria. Revista Aguayro 106. dic 1978.

Marín de Cubas, T. 1986 [1687] Historia de la Conquista de las Siete Islas de Canaria. [Copia de F. Cardona y J. Barrios]. Manuscrito en: Archivo Barrios García, La Laguna.


Rodríguez Fleitas, Angel y col. 2002. Los Almogarenes Prehispánicos de Gran Canaria. Una revisión necesaria. En F. Morales Padrón (coord.): XIV Coloquio de Historia canario- americana. 2000. Las Palmas de Gran Canaria: 410-432.

Web Patrinet. . Página de difusión del patrimonio histórico de Madeira y Gran Canaria.