SITUACIÓN DE LAS TIERRAS, ORIGEN DEL MOTÍN.
Recreacíón del mapa de la época, a raiz de la información.Tenemos dudas de hasta donde llegaban las tierras de cultivo de Aldea Blanca y de Pozo Izquierdo (en litigio en colo rosa) por la confusión de los lindes.
PABLO GUEDES GONZÁLEZ.
En 1645 entre Sardina, Pozo Izquierdo y Aldea Blanca existían 735 fanegadas de tierra realengas, que eran ocupadas y explotadas ilegalmente por vecinos de Aguimes. Para dar legalidad a estos cultivos, la Audiencia llega a un acuerdo con los campesinos de forma que se les condena a pagar una multa de 1 ducado por cada fanega desmontada en concepto de frutos y rentas usurpadas y si los vecinos querían seguir explotándolas debían pagar un real de tributo perpetuo por cada fanega, cada año, con destino a fortificaciones y gastos de defensa. Las 753 fanegadas fueron adjudicadas a una treintena de vecinos, que continuaron con las tierras que venían cultivando. Con el paso del tiempo, en solo 20 años se duplica el número de propietarios, debido a fraccionamientos, herencias, ventas, etc.
En 1656 y por escritura ante Luis Ascanio, escribano de Las Palmas, el capitán general de Canarias, Alonso Dávila, vendió el censo de unas tierras en Sardina a los jesuitas, con el objeto de construir la muralla sur de la ciudad de Las Palmas, en la Portada de los Reyes, por temor a una invasión inglesa, pero con tan poca solidez y mala dirección, que cincuenta años después apenas quedaban vestigios (J.M. Pinto de la Rosa. Apuntes para la Historia de las Antiguas Fortificaciones de Canarias). El importe anual de los censos que se pagaban por estas tierras ascendía a 723 reales, y son vendidos a los jesuitas por 18.094 reales. Estos no reciben la posesión de los censos hasta el año 1691, y en 1717 ceden el derecho y el dominio de su cobranza al sargento mayor Amoreto. La cesión es considerada por los vecinos que poseen la tierra, que denominan de “la paredilla arriba”, ( a la altura de la actual circunvalación de Vecindario por el Pabellón de Deportes) que pagaban censo a los jesuitas, como un intento de Amoreto de pretender quedarse con las tierras. Amoreto pagaría todos los censos a los jesuitas después de cobrarlos a los vecinos y si estos no pagan sus réditos, se quedaba con sus tierras (La comarca de Tirajana en el antiguo Régimen. Varios autores.)
En 1702 se descubren nuevas roturaciones clandestinas, en las que la Audiencia en sus sentencias, mantiene la doctrina de multa de medio ducado por fanega a los usurpadores y un real perpetuo por fanega que se debía pagar al Cabildo, para la defensa de la isla. Se expresaba además que se debía de llevar en el plazo de un año y medio“título de venta o merced de las expresadas tierras”, pues en caso contrario serían desalojados.
Los nuevos propietarios no cumplieron este último plazo y hasta 1712 los vecinos seguían comprometiéndose al pago del canon establecido pero sin que ninguno acudiera a la Cámara de Castilla en solicitud del título.
Habían otras 108 fanegadas de tierras realengas, junto a Las Salinas y Casa Fuerte del Romeral, que fueron roturadas por Antonio Lorenzo, constructor del castillo y que si pagaban anualmente el real por fanega al Cabildo por su dueño Cristobal de la Rocha. Nosotros pensamos que estas tierras correspondían a las propias salinas, y alguna pequeña parte roturada pues la mayoría era tabaibal, que se dedicaba al pastoreo.
En 1717 se adeudaba todavía 7.457 reales del total de 23.016 de la multa y de los censos del real por fanega se adeudaban 11.302 reales del total de 13.627. Los propietarios eran 63 en Sardina y Pozo Izquierdo y 30 en Aldea Blanca.
AMORETO COMPRA LAS TIERRAS.
En esta situación Francisco Amoreto, aprovecha la desidia de los vecinos para solicitar al Consejo de Castilla, que estas tierras, sean sacadas a subasta pública. El oidor decano (juez) de la Audiencia, Diego de Tolosa, es comisionado directamente por el Consejo para rematar las tierras, pero Amoreto solicita que se añadan más tierras, el Llano del Polvo, que son contiguas a las de Sardina. Los peritos miden valoran las tierras con la supervisión de los alcaldes de Agüimes y Tirajana, y les dan un valor de 2.838 escudos, que equivalen a 28.000 reales. Y finalmente las tierras se rematan a Amoreto en esa cantidad.
En este punto interviene el Coronel Cristóbal de La Rocha Bethencourt, que como hemos comentado poseía 108 fanegadas de las tierras en litigio. Treinta y dos de los vecinos cultivadores lo nombran su representante y le dan un poder que le faculta para llevar el problema hasta la corona.
Amoreto, entonces reacciona dirigiendo a doce vecinos contra Rocha. Los vecinos denuncian este poder por considerar que la cuestión solo interesa a los cultivadores de Sardina y Llanos del Polvo, ya que las tierras de Aldea Blanca pertenecen a Amoreto, además le acusan de usurpador de baldíos, y de existir “enemistad notoria” entre Rocha y Amoreto.
Los escritos de Rocha ante la Audiencia provocaron una serie de diligencias, entre otras el deslinde de tierras de Amoreto en Aldea Blanca.
Según Bethencourt Massieu el interés de esta lucha de estos dos poderosos, es la búsqueda de la hegemonía en el sur de la isla y en general de la isla. Para ello dividen la villa en dos bandos, incluso de los poderes, ya que el alcalde real de la villa (nombrado por el Cabildo) denuncia al ordinario (nombrado por el Espicopado) por favorecer al teniente coronel Rocha. Los vecinos de Aguimes se dividen entre los que apoyan a unos u a otros.
Casas de Amoreto, posteriormente Finca Condal en Juan Grande, años 40 |
Los vecinos expresan como razones contrarias al remate, el haber roturado y desmontado las tierras así como traer el agua para regarlas, lo que les ha ocasionado un coste, además del tiempo que llevaban cultivándolas como las multas y canon que pagaban. Además expresan su deseo de no tener relaciones con un vecino poderoso como Amoreto, pues la experiencia de su trato les ha llevado al convencimiento que es “hombre de poca prudencia , atropello y codicioso”.
Esto es así porque el desarrollo del patrimonio de los Amoreto en el sur era impresionante. Entre 1696 y 1733 en las que se funda el mayorazgo, se vinculan a él 9.000 fanegadas de tierra. Fundamentalmente en el sur, pero también en Telde y Jinamar.
El juez Tolosa responde con una negativa a los demandantes, a pesar de que en 1709 se había opuesto a una propuesta del Cabildo semejante.
Casas Amoreto posteriormente Finca Condal en Juan Grande, años 40 |
Tolosa remite el expediente de remate a la Cámara de Castilla. Los vecinos ofrecen el precio del remate, cantidad que prestaría el Cabildo Eclesiástico “por sosegar sus clamores y evitar el desamparo”.
El Rey a propuesta de la Cámara de Castilla aprueba el remate el 2 de agosto de 1718 y cursa instrucciones para que se produzca el pago, hecho que realiza Francisco Amoreto en cuanto tiene noticia.
ACUSACIONES DE LOS VECINOS CONTRA AMORETO. MODOS DE VIDA DEL SUR.
Los testimonios y acusaciones reflejados en el juicio del motín son una importante fuente de información de los modos de vida de campesinos y pastores del sur, así como de la descripción del monte tabaibal. Segun los testigos, el tabaibal-cardonal que se extendía por toda la franja costera del sur de la isla era una "selva" de tabaibas tan grandes como higueras que permitían caminar por abajo de sus ramas y perderse si no se la conocía. Asimismo en los testimonios se refleja la personalidad y modo de actuación de Francisco Amoreto. Suarez Grimón y Quintana Andrés (Historia de la Villa de Agüimes. Tomo II) nos aportan la siguiente información.
Tabaibal- Cardonal en Tenerife.
Los vecinos acusan a Amoreto de que montado en su yegua, maltrata y apresa a los ganados de cabras u ovejas que se introducen en las tierras en litigio y a los asnos o jumentos les corta las orejas con el alfanje o espadín que lleva a la cintura. Una parte de los testigos también declara que en el territorio comprendido entre el Barranco de Tirajana y Las Salinas tiene un juez de comisión que multa a los ganados que coge.
Los vecinos además denuncian que Francisco Amoreto se ha querido apropiar y apropiado de 1.000 fanegas de tierras montuosas donde dicen Barco Quebrado, a la orilla del mar y ha hecho una cerca de piedra prohibiendo y estorbando la entrada de los ganados a pastar en dicho monte y tierras así como en los rastrojos de las desmontadas después de levantada la sementera en contra de lo establecido en la Ordenanza de la Isla. Amoreto responde a las acusaciones de los vecinos en el motín que la piedra reunida en Barco Quebrado, a la orilla del mar, está destinada a obras de las salinas y no para embarazar la entrada de los ganados al pasto, pues por ser poca podían entrar por otras partes.
Barco Quebrado, topónimo de origen portugués, establecido desde el siglo XVI, suponemos debido a uno de los múltiples encallamientos a lo largo de la historia en la zona, se encuentra en la situación de la actual Piscifactoria ADSA, en El Matorral. (Ver nuestro artículo: NAUFRAGIOS EN LA COSTA DE CASTILLO DEL ROMERAL. ). A su vez El Matorral, debe su nombre al Monte Tabaibal, que en la zona era, si cabe, aún mayor.
Continúan los vecinos acusando de que por ser Francisco Amoreto, sargento mayor de su regimiento y coronel del mismo, Fernando del Castillo Olivares, su suegro, no ha denunciado la apropiación que ha hecho el primero de muchas tierras realengas montuosas sin dejar entrar a ningún vecino a pastar a ellas con ganados mayores y menores y amenazando de muerte a los pastores con trabucos, dando ocasión a que alguno se le enfrentase y dijese que "...si le herrava fuego que lo havía de pasar con la lanza, exponiendo y dando ocasión alguno de dichos criadores".
En la peritación de las tierras, a raíz del juicio, y en referencia a las tierras destinadas a pasto común los peritos dicen que “…desde la vereda para arriba aún e donde dormir los ganados asi como por ser terrazgo tan a propósito, que es donde se cria mejor ganado de la isla por ser tan abundante de yerva”. Los alcaldes de Agüimes se mostraron favorables a que las tierras continuasen destinadas a pasto, porque eran insuficientes no solo para alimentar, sino para que pudieran dormir las 12.000 cabezas de ganado cabrío y ovejuno existentes en la jurisdicción.
Tabaiba dulce en Tenerife.
Se refieren Suarez Grimón y Quintana, a la importante potencia ganadera de la comarca, y por ello, la intención de las autoridades de mantener tierras destinadas a pasto para los ganados. Recordamos que la zona denominada Tabaibal del Castillo desde el Barranquillo de El Rodeo hasta el Barranco de Tirajana, fue posteriormente utilizada por los Guedes del Castillo para pasto de su ganado, estableciendo su corral en la Cañada del Mato, que se situaba en la cercanía de los actuales chalets de Castillo. (Ver LA CUEVA DE LA MAJADILLA. MORADA DE LOS PASTORES GUEDES, EN AMURGA. )
Tabaiba gigante en Tenerife, de unos tres metros de altura y metro y medio de perímetro con una antiguedad de cientos de años. Más información sobre el ejemplar en: http://tenerife-ecologia.blogspot.com/2011/12/tabaiba-dulce-de-los-baldios-la-bella.html
Los testigos del juicio del motín, presentados por Cristóbal de la Rocha, apoderado de los vecinos, atestiguaron que Francisco Amoreto había realizado rozas en los "aljulagares del rodeo o monte del tabaibal, junto a los tabaibales de las salinas y Castillo del Romeral," estas últimas realizadas con anterioridad a la muerte de José Jacinto Betancor quien se opuso a dicha roza, y como que cada uno pretendía hacerla por su cuenta se paralizó desde entonces volviendo a crecer monte de ajulagal en ella. Tampoco que en las tierras montuosas situadas desde el barranquillo de Juan Grande (o del Rodeo, que desemboca en La Caleta, junto al muelle. Se refiere a la zona de Juncalillo) hasta sus salinas no dejaba entrar ni pastar ganado estraño.
Los testigos también dicen que a los jumentos les cortaba una oreja, la marca de don Francisco, y las colgaba de un olivo a la puerta de su casa. Los jumentos que hallaba en sus tierras los llevaba al muro de su casa de Juan Grande y allí les cortaba una oreja y las colgaba de unos olivos plantados en la puerta de su casa y ermita. El caso más sonado fue el apresamiento dos o tres años antes por parte de Amoreto de diez jumentos, cinco de Sebastián Franco y uno o dos de Ambrosio Viera, a los que cortó posteriormente la oreja.
Ejemplar anterior, que debe ser similar a las tabaibas que existian en nuestra cormarca, hoy día totalmente desaparecidas. |
El escribano Lucas Betancourt Cabrera sirvió en la escribanía de Agüimes entre 1682 y 1692. En diferentes viajes que dio a Llano del Polvo y Vega de Sardina vio que había muy pocas tierras desmontadas, estando la mayoría llenas de grandes tabaibales, permitiendo andar debajo de ellas, como si de higueras se tratase, cuando con algunos amigos iba a cazar con perros y jurones a dichos pago, comenzando desde entonces y hasta que salió de Agüimes, los desmontes.
“El pago de Sardina era antes una selva, abrigo solamente para desembarco de piratas sarracenos que con su continuación la hicieron tan sospechoso para los naturales, que nunca penetran sin peligro de muerte o cautiverio. A costa de sus fatigas lo desmontaron, y con la repetida efusión de sangre que derramaron en defensa de su ribera, lo hicieron fecundas heredades y lo cultivaron, de suerte que son el único medio de sustentación”.
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