viernes, 22 de agosto de 2025

La costa de Las Salinas (Castillo del Romeral), posiblemente el litoral histórico mas importante de Canarias

Desde Punta de Tenefé a Pozo del Lentisco (Bahía feliz)

 

Video de 5 minutos, que incluye el espectacular fenómeno lumínico que se produce en El Coronadero, de 25 minutos de duración, resumido en un timelapse de 16 s. Se describe el yacimiento, con los 36 los mojones, situado junto a Mña. Tabaibas la probable Umiaga/Amago, así como el santuario, situado en Amurga, rodeado a su vez por mojones.


PABLO GUEDES GONZÁLEZ

Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte

Técnico de Patrimonio del Ayuntamiento de SBT

Investigador de la Historia del Sur de Gran Canaria

Creador del blog historiacastilloromeral.blogspot.com

 

 - Artículo publicado el 20/12/23 en el diario digital “Maspalomas 24 horas” (enlace aquí), que hemos actualizado y documentado.


En el mapa de la Carta Arqueológica de Gran Canaria que adjuntamos, vemos señalada la Costa de Las Salinas en el sureste de San Bme. de Tirajana, como uno de los litorales más importantes de la isla en cuanto a valores arqueológicos, lo que a su vez señala también la rica historia de este territorio, que creemos de los más significativos de Canarias en este aspecto.

Carta Arqueológica de GC, señalada la Costa de las Salinas

Una de las primeras veces que aparece en las fuentes esta costa, es en la fecha del 11 de mayo de 1537, cuando Francisco Pérez Calvillo pide tierras para la construcción de las «Salinas de Amoxo» en el lugar hoy conocido como Juncalillo del Sur (antiguamente El Juncal), llamándose estas salinas en la actualidad «Salinas de Abajo». Es por ello, por lo que creemos que el topónimo podía ser «Amajo» o «Amago», que junto con «Umiaga» era el nombre que recibía la montaña sagrada de Tirajana en los textos etnohistóricos (para nosotros Mña. Tabaibas, en las cercanías de las salinas), situándose en todo el área de las salinas los restos de un gran poblado de los antiguos canarios, donde podemos ver todavía, cerca de una docena de casas cruciformes, en grave peligro de desaparición:

N.º 49. Francisco Pérez Calvillo (otra letra: Salinas de Amoxo). [...] que entre Aldea Blanca e Poso Lantisco que es en el termino y comarca de aquella banda de Aguimes esta un sitio e lugar comarcano aq la mar lo qual esta ynutil e desaprovechado a yermo como cosa alongada de poblado...

Las salinas se localizaban entre Aldea Blanca, donde se han documentado también casas canarias, y un topónimo, posiblemente del antiguo canario: «Varvega», y Pozo del Lentisco, señalándonos, por tanto, tres lugares importantes en el Sur en aquellos momentos, 55 años después de la conquista. En el mapa de Gran Canaria del ingeniero Torriani de 1590, se señalan igualmente como lugares importantes del Sur: Punta de Tenefént, Las Salinas, Pozo del Lentisco y Maspalomas.

 

Sur de Gran Canaria en 1590 según el ingeniero militar Leonardo Torriani

Esta costa se situaba en una zona geoestratégica de la isla para la navegación a vela. El lugar era un punto de obligado paso para los navíos, por el viento alisio del NNE que discurre paralelo a la costa en esta comarca, y también lugar de tránsito de vientos a calmas, y por lo cual, de refugio de las frágiles embarcaciones de la época en los fuertes temporales de viento. Aquí comienzan las famosas «Calmas de Maspalomas», y también «Maspalomas», topónimo que hoy día se circunscribe exclusivamente a la zona de El Faro, pero que, antiguamente comenzaba a partir del actual Castillo del Romeral, siendo en esta parte del sur donde probablemente tuvieron lugar muchos de los hechos que modernamente se sitúan en la zona del Oasis y El Faro. 

 

Delimitación de Las Calmas de la isla (zona más clara), a partir de la Punta de Tenefent hacia  el sur (Foto de Gran Canaria, desde satélite)

De hecho, Sebastián Jiménez Sanchéz, comisario provincial de arqueología a mediados del pasado siglo, pensaba que la comarca alrededor de Tarajalillo (Pozo del Lentisco) era muy importante y con un fuerte uso del territorio para los primitivos canarios. Así en 1952-53, saca a la luz la mayoría de restos arqueológicos que se conocen de la zona.

Mapa de Jiménez Sánchez de la comarca en 1953

En un trabajo que compendia 10 años de investigación, (enlace aquí - se puede leer sin tener clave, haciendo scrolling), exponíamos la hipótesis de que Montaña de Las Tabaibas, que se sitúa justo al lado de Las Salinas y Pozo del Lentisco, era la montaña sagrada de Tirajana, la Umiaga o Amago/Amajo de las crónicas, que junto con Tirma se constituían en los dos importantes centros religiosos de los canarios a donde hacían peregrinaciones masivas para realizar las llamadas «rogativas de lluvia» en tiempos de penuria. Y alrededor de estas montañas, se situaba un santuario de unos 11 km en redondo, donde se refugiaban canarios y ganados en tiempos de guerra. Según lo reflejado en un pleito de principios del XVI, los santuarios se delimitaban por medio de mojones de piedras, que encontramos por toda Amurga y de forma espectacular en el yacimiento de El Coronadero, junto a Montaña de las Tabaibas con 37 mojones, muchos de ellos coronados por una laja hincada.

Allí, podemos observar un impresionante fenómeno en el solsticio de invierno (video al comienzo del artículo), similar a lo que ocurre en Risco Caído, y en los días muy claros y situándonos en el arco, podemos ver Jandía detrás del yacimiento, lo que debía ser un momento muy especial para los canarios, que según la tradición que nos ha llegado, era presagio de lluvia. Ambos fenómenos creemos que debieron ser muy importantes para los antiguos canarios y es por ello que calificamos a este yacimiento como el Stonehenge de Canarias. Por este motivo, es por lo que abogamos ante las instituciones y solicitamos fundamentalmente al Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, para que solicite y defienda, el incluir a Amurga dentro de la declaración de Patrimonio Mundial por la UNESCO del Paisaje Cultural de las Montañas Sagradas de Gran Canaria, por contar con este espectacular fenómeno muy similar al de Risco Caído, y por situarse en su territorio el Santuario de Tirajana de las crónicas (aquí sí, constatado por los textos etnohistóricos, lo que no ocurre con Risco Caído), como así creemos diversos investigadores. 

 

Los últimos rayos del sol cubren los mojones durante el fenómeno de El Coronadero, cuando fue redescubierto en 2017. Jose Rodríguez

Y después de la Conquista, Tarajalillo pasó a constituirse en un lugar muy importante a principios del s. XVI, pues aparece en esos tiempos el Pozo del Lentisco, situado en las proximidades del actual Bahía Feliz, lugar de aguada para la navegación, por el que creemos pasaron los primeros navegantes que hicieron la ruta a América y con muchas similitudes con los Pozos del Rubicón en Lanzarote. El lugar, lo conocemos además por otros dos aspectos, por ser lugar de embarque de madera y por terminar en ese punto las apañadas de Amurga. 

Recreación de mapa de la comarca en el s XVI, con el Camino de la Madera, que la recorría. Obsérvese Juan Grande, situado en Amurga, no donde se sitúa en la actualidad
 

A pesar de parecernos increíble, en Amurga había un pinar, hoy día totalmente desaparecido, que podría haber llegado hasta las cotas más bajas del macizo. Así, Manuel Lobo, nos cuenta que en Pozo del Lentisco se embarcaban leña y madera, en esos tiempos. Pensamos que el Pinar de Amurga se extendía hasta las últimas estribaciones del macizo, cercanas a la costa, como el pinar de Tauro, al igual que ocurre en la actualidad en el sur de El Hierro. Tenemos el topónimo «Los Arrastraderos», junto al poblado canario de Amajo en Las Salinas, área por donde las bestias arrastraban los troncos hasta el llamado «Camino de la Madera», situado a los pies de Amurga, entre el macizo y el tabaibal del llano, que creemos que llegaba desde Telde hasta Las Burras (principio de la actual Playa del Inglés). Este camino, todavía lo podemos contemplar por tramos y en Las Burras tenemos el topónimo «El Aserradero», donde creemos que también finalizaban otros posibles caminos de la madera que venían desde Ayagaures y desde el Bco. de Fataga.

Si la madera era importante en esta territorio, no lo era menos la ganadería, en una comarca eminentemente destacada en esta actividad, donde según las referencias que nos han llegado, en el llano al pie de Amurga había un tupido bosque tabaibal (ejemplares del tamaño de higueras), calificado como una selva por su inaccesibilidad, donde crecía una vegetación abundante y de calidad para los ganados de cabras y ovejas, de los mejores de la isla. Según las fuentes, en las primeras incursiones de Pedro de Vera a Tirajana que pensamos se refería a la zona de costa en esta comarca (los llanos al pie de Amurga o las faldas del macizo), los castellanos capturan «una cavalgada asaz grande de ganado» en 1480 y mil cabezas de ganado en 1482, entre Tirajana, y «Acayro» o «Cayra», para nosotros situado en las cercanías de Sardina.

En el Barranquillo de La Cazuela (Tarajalillo) culminaban las apañadas de Amurga, lo cual creemos que debió ser también costumbre de los canarios, por ser su actividad primordial. Y allí, había un corral junto a unas construcciones, que estuvieron en pie hasta 1987, que es donde creemos que se situaba el antiguo Pozo del Lentisco. Nos dice el pastor, Domingo Guedes que las últimas apañadas tuvieron lugar aquí, sobre 1959 y que otras apañadas terminaban en la desembocadura de Bco. Hondo, junto al poblado canario de Amajo, donde había también un corral habilitado para ello.

 

La última vez que conocemos el topónimo de Pozo del Lentisco, es con motivo de los pleitos del Motín de Agüimes, en 1718 (250 años después de la primera vez), puesto que debido a que la familia Amoreto, antecesores de los futuros Condes de la Vega Grande, usurpa las tierras realengas del «Lentisco», hecho que denuncian los vecinos de Agüimes, se debe hacer un deslinde de las tierras, indicándose la situación del pozo:

el pozo del Barranco del Lentisco, el cual se halló en el fondo de dicho barranco [actual Barranquillo de La Cazuela] cerca del mar y más arriba un lentisco, único por no haberse hallado otro en dicho paraje, que parece dio nombre a dicho barranco, y en un morrete allí cerca [Morrete de de Las Chaquetas, en Bahía Feliz] una cueva que dicen de la Cruzuela...

Obsérvese, que el lentisco todavía pervivía en ese tiempo, por lo que debía ser en ejemplar singular y destacado, que debió existir probablemente como sitio de culto desde el tiempo de los canarios, que adoraban a los árboles significativos, costumbre extendida en todos los pueblos amazigs. Posteriormente con la desaparición del lentisco, pensamos que «La Cruzuela» podría haber evolucionado a «La Cazuela», dando nombre al barranquillo.

Y primeramente los Amoretos en el s. XVII, y después sus descendientes los Castillos, titulares del Condado de la Vega Grande de Guadalupe (advocación de la ermita de Juan Grande), a partir del XVIII, establecen su casa solariega en Juan Grande, la «Casa Condal», desde donde dirigían todas sus posesiones en el Sur convirtiéndose en la familia más poderosa de Gran Canaria, y de las más influyentes de Canarias, siendo los mayores terratenientes de la isla, llegando a poseer el 30% del territorio de S. Bme. de Tirajana , en el s. XIX. Teniendo además en cuenta, que SBT era el municipio más grande de Canarias hasta el s. XIX, ocupando actualmente el tercer lugar, después de la segregación de Santa Lucia en el XIX.

Junto a Pozo del Lentisco, y donde antes estaba el poblado de Amajo se construyeron las Salinas de Abajo o Amajo (1537), las más antiguas de Gran Canaria y las segundas de Canarias, pertenecientes con el tiempo al Condado. A finales del XVII, se construyen las salinas de los Rocha en Castillo del Romeral y la Casa Fuerte para defender a los navíos de la piratería, y a finales del XVIII, las de Matorral, donde hoy se sitúa la Central Térmica, y las de Tenefent, al sur de Pozo Izquierdo, lo que hizo de la comarca, la principal industria de Canarias durante siglos.

Todo los aspectos comentados, hicieron de esta costa un lugar geoestratégico, siendo el punto más destacado, transitado y comunicado del despoblado Sur, durante más de 400 años. Una media de entre 15 y 20 bergantines acudían periódicamente a cargar sal para dirigirse a las pesquerías en «La Costa» de África, y a retornar por la misma zona a la vuelta. También, pasaban por aquí los navíos que se dirigían a la travesía atlántica, para hacer aguada y los que en los primeros tiempos venían a cargar madera. Y por este hecho, el lugar también fue frecuentado por piratas a la busca y captura de presas, en esta costa de obligado paso, lo que fue motivo de la construcción de la Casa Fuerte de la Santa Cruz del Romeral a finales del XVII, donde se refugiaban los navíos perseguidos.

 

Bahía de Tarajalillo (Pozo del Lentisco), con desembocadura Bco. Berriel en primer término, posible punto de varada de La Pinta. Esta playa está protegida y es tranquila, a marea baja es larga y de fondo duro, pero llano. Si fuera de arena se produciria el hundimiento del barco en la misma, a medida que baja la marea

Todas estas circunstancias, dieron pie al gran número de acontecimientos históricos desarrollados en esta comarca entre los que podemos destacar durante la Conquista: la Batalla de Sardina (c. 1471) (enlace aquí ) y la Batalla de Tirajana (1479) (enlace aquí) el día de San Bartolomé, por la cual recibe el nombre el municipio, ambas saldadas con graves derrotas castellanas. A continuación, las primeras incursiones de Pedro de Vera a Tirajana (1480-82).

Pocos años después, pensamos que debió ser en Pozo del Lentisco donde se «puso a monte» (varada para reparaciones) a La Pinta de Colón (1492), en el histórico viaje cuyas repercusiones cambiarían para siempre la historia de la humanidad. Según su diario (transmitido por su hijo), La Pinta estuvo reparándose en una playa desconocida del sur de Gran Canaria durante más de quince días por las averías sufridas en el viaje desde la Península.

Expertos en historia naval y en los viajes de Colón, los capitanes Carlos Etayo y Luis Ayesta y el almirante Cristóbal Colón de Carvajal (descendiente de Colón) apuntaron que fue en alguna playa del sur de la isla, donde la Pinta estuvo perdida durante más de medio mes (enlace aquí a sus artículos). Pensamos que la playa más conveniente para una varada de esta embarcación, en todo el sur es la de la desembocadura del Barranco de Berriel, junto a Pozo del Lentisco, fundamentalmente, como vamos a detallar, por sus características físicas y por contar con los avituallamientos necesarios.

El Capitán Etayo, Carlos Etayo Elizondo, fue uno de los máximos expertos en las navegaciones de Colón; era profesional de la Armada Española, en la que alcanzó el grado de teniente de navío, siendo su faceta más conocida la de realizar navegaciones en réplicas de naos y carabelas, destacando las de 1962 y de 1992 de la carabela La Niña, con travesías similares y en las mismas condiciones que Colón 500 años antes. La replica de La Niña de 1992, se expone actualmente en la entrada al Muelle de Cruceros de LPGC. Con motivo del 500 aniversario, Etayo realizó una investigación y escribió un artículo describiendo la que para él pudo haber sido la derrota de Colón en las islas en este viaje y concretamente los factores que incidieron en el recorrido debido a la avería de La Pinta. Así, relatando como pensaba que fueron los hechos, nos expresó que:

Si suponemos hicieron desde rebasar Punta Jandía hasta alcanzar la costa oriental de Gran canaria una media de 4 nudos, vemos que la alcanzaron entre Punta Arinaga y Punta Tenefé, [...] Al arrumbar desde Punta Tenefé a Punta Maspalomas habrían ido entrando en zona de calmas – por lo que aprovechando ventolinas y dándole a los remos desde las barcas en «Santa María» y «Pinta» – fueron avanzando a velocidades inferiores a dos nudos; y al llegar muy cerca de tierra al Oeste de Maspalomas, pasado el mediodía, dejó Colón a la «Pinta» en las inmediaciones del fondeadero.

 

Llegada Colón a Gran Canaria según el capitán Etayo: 9:00 10/8/1492; partida a La Gomera, 14:00 11/8/1492. Regresaría de La Gomera, el 25/8 y partiría finalmente hacia América, el 1/9

Como vemos en la representación del itinerario, el capitan Etayo cree que después de la avería del timón de la Pinta, esta redujo considerablemente el margen de maniobrabilidad, pudiendo navegar solamente con rumbos a favor del viento, es decir con viento en la popa, el habitual del NE. Pasan por el Este de Lanzarote y Fuerteventura, buscando también el puerto de Arrecife, en Lanzarote, al que no pudo llegar por pasarlo de noche. Cree que no pasan por el oeste de estas islas pues es una costa rocosa y peligrosa a las que las corrientes llevarían a La Pinta, en caso de rotura total del timón. Finalmente llegan al sur de Gran Canaria debido a la imposibilidad de navegar a la incipiente ciudad de Las Palmas, pues sería un rumbo imposible debido a la avería, y a los fuertes vientos habituales en el verano, que arrastarían a La Pinta hacia el sur. Piensa que llegan a donde se sitúa la Maspalomas actual porque el topónimo es citado en las siguientes viajes.

Así, en su cuarto viaje, Colón llega a Las Palmas para después dirigirse a Maspalomas. Esto es lo que nos cuenta Hernando Colón de este viaje:

El mismo día [13 de mayo de 1502] nos hicimos a la vela y llegamos a la Gran Canaria el 20 de mayo, surgiendo en las Isletas. El 24 pasamos a Maspalomas, que está en la misma isla, para tomar el agua y la leña que eran necesarias en el viaje. De aquí partimos la noche siguiente hacia la India con próspero viaje...

Es por ello que Etayo, interpreta que se dirigen Maspalomas, en el primer viaje, pensando que Maspalomas se refiere solo a la zona del actual Faro. Nosotros creemos que a donde pretendían llegar era a la zona de Pozo del Lentisco, donde tenemos el punto de la costa de Gran Canaria, de su travesía, más conveniente para sus intenciones, al contar con mano de obra, madera, sebo, brea, agua, leña y salazones de carne, lo necesario para las reparaciones y el aprovisionamiento.

De hecho, Juan de la Cosa, que viajaba con Colón, en el primer viaje, nombra de nuevo a Maspalomas, en su viaje de 1504: «Arribaron en la isla de Gran canaria, e fueron a un puerto o ancón que se llama Maspalomas, e allí hicieron carnaje e tomaron agua e leña». Donde reiteramos, que el sitio más conveniente para estos menesteres era Pozo del Lentisco. 

 

Alisios entre Fuerteventura y Gran Canaria, a color más cálido más intensidad de viento. Los barcos tenían vientos del través (de lado), que arrastarían a La Pinta averiada hacia el sur. Desde donde único se puede llegar a Gran Canaria con este recorrido con calmas y vientos contrarios es desde el sur de esta isla

Y tenemos que hacer aquí un inciso, para llamar la atención de como se declaró BIC, en tiempo record, creemos que con premeditación y alevosía, con la categoría de sitio histórico, a la franja de terreno colindante con la charca de Maspalomas, fundamentado en que este fue el lugar de aguada de Colón en su cuarto viaje a América. El motivo detrás de esta declaración era la guerra oculta entre dos grandes cadenas hoteleras por el derribo o no, del Hotel Oasis y la construcción de un nuevo hotel de superlujo en su lugar, (más información sobre estos hechos pinchando aquí).

Creemos que se hizo esta declaración, meramente por intereses especulativos y fundamentada con escaso rigor histórico, y además, en perjuicio y detrimento de los verdaderos lugares donde creemos que pudieron haber ocurrido los hechos, en grave peligro de desaparición, por la construcción de una urbanización en Bahía Feliz, donde pensamos que se situaba el antiguo Pozo del Lentisco. Y denunciamos que no se actúe con el mismo rigor para proteger todos estos sitios que hemos nombrado, que merecen la declaración de BIC, para poder ser protegidos, como por ejemplo Mña. Tabaibas y El Coronadero, que no cuentan con ningún grado de protección. Recordamos que en Mña Tabiabas, se instalan antenas, que ya han destruido parte de la muralla aborigen que la rodea, en la que podría haber sido la principal montaña sagrada de los antiguos canarios. 

 

y Hotel Oasis, motivo dela disputa empresarial

Recientemente, se ha publicado una obra con artículos de diferentes expertos, que rebate la declaración del BIC del Oasis. Entre otros argumentos para desmontar los informes que avalaban esta declaración, el doctor y catedrático en Historia Moderna, Antonio Macias (natural de Tirajana) cita: «está plenamente demostrado que este término [Maspalomas] nominaba en aquel tiempo y hasta finales del siglo XIX al territorio que se extendía entre los barrancos de Tirajana y de Arguineguín».

Macias cita en su artículo también a los doctores en Ciencias del Mar, Ignacio Alonso Bilbao e Isora Sánchez Pérez, que afirman que el tramo de costa entre Las Burras y la charca de Maspalomas, era en 1500 muy diferente al actual. No existían las dunas, ni Playa del Inglés, ni la punta como la conocemos, que en aquel tiempo la ocupaba el mar. En su lugar toda la orilla estaba compuesta por callao, los típicos cantos rodados de las playas del sureste. Y en la zona frente al actual Faro y Charca, existía un amplio conglomerado de cantos y bloques (lo que se conoce por los marinos como marisco o restinga), situadas a escasa profundidad, que todavía hoy pueden verse, y que se continua en toda la playa del Paseo de Meloneras, que hacían peligrosos los desembarcos.

Para estos doctores, la profunda transformación que originó el actual campo de dunas y las playas del Inglés y Maspalomas, la produjo el tsunami que aconteció tras el terremoto de Lisboa del 1 de noviembre de 1755, documentado también en la ciudad de Las Palmas en aquel tiempo, originándose cambios en el litoral que llevaron a la formación de las dunas entre 1800 y 1825. El propio Dr. Alonso Bilbao publica un artículo en esta obra, que discute la declaración de BIC, explicando el fenómeno.

Y continuando con los valores históricos de esta comarca, y según nos cuenta Joaquín Blanco (1957) la mayoría de las primeras expediciones a América pasan por las islas, fundamentalmente por Gran Canaria y La Gomera, y pensamos que muchas de ellas debieron de hacerlo también por aquí. Así el propio Colón lo hace en 1492, 1493, 1498 (la única en que no pasa por Gran Canaria) y 1502 (por Maspalomas), en 1498 Americo Vespucio y Juan de La Cosa, maestre de la Santa María en el viaje del descubrimiento, en una expedición al mando de Alonso de Ojeda; en 1502, dos expediciones: Nicolás de Ovando y nuevamente Alonso de Ojeda; en 1504 Alonso Quintero, con quién iba Hernán Cortés y nuevamente en 1504, Juan de La Cosa, otra vez por Maspalomas (participó en 7 de los primeros viajes a América, muy probablemente pasando en todos por aquí). Y a a partir de entonces y durante siglos las islas pasaron a ser las última tierras que veían los exploradores y colonizadores del Nuevo Mundo.

Posteriormente, también pasaron por aquí, las armadas del inglés Francis Drake (1595), que fondeó después en Arguineguín y la del holandés Van der Does (1599), para fondear en alguna playa de Mogán (ver nuestros artículos sobre estos últimos).

La piratería comenzó aquí, ya desde tiempos de los canarios, siendo estos la presa principal con la finalidad de ser vendidos como esclavos. Primeramente fue realizada por castellanos, portugueses, aragoneses y vascos. El propio Colón, se dedica a esta infame tarea en los años anteriores al viaje del descubrimiento. Se conoce que residiendo en Madeira (entre 1476 y 1485), había realizado viajes para los portugueses, a la captura de esclavos en Ghana, para llevarlos a las plantaciones de azúcar de Cabo Verde y Madeira. Y con toda probabilidad, y debido al gran conocimiento que tenía de Canarias, tuvo que hacerlo también a estas islas y por tanto de igual manera a esta comarca que tan bien conocía, puesto que recaló en ella durante su cuarto viaje y como hemos visto muy probablemente en el viaje del descubrimiento.

Con iguales objetivos, a partir del XVI, arriban a estas costas: moros, franceses, ingleses y holandeses. Así, sabemos de la estancia en Las Salinas, de Jant Jantz (1622), para negociar el rescate de cautivos capturados en sus expediciones. Jantz fue un pirata moro, renegado flamenco, con historial digno de los mejores piratas del Caribe, que llegó en sus correrías hasta Reikiavik (ver nuestro artículo sobre esta incursión). En 1685 tenemos constancia de un ataque francés con muerte de agüimenses en «Maspalomas» (pinchar aquí para ver artículo). De igual forma se conocen ataques de moros e ingleses en el XVII y XVIII, para finalizar a finales de este siglo con barcos refugiados bajo los cañones de la Casa Fuerte, ante los ataques ingleses.

Y continuando con otros acontecimientos históricos, a principios del XVIII, tiene origen en esta comarca, el llamado «Motín de Agüimes», al pretender Francisco Amoreto (antecesor de los futuros condes) hacerse con las tierras comunales, entre ellas las que bordeaban la Casa Fuerte de Santa Cruz, que utilizaban los agüimenses como tierras de cultivo y de pastoreo, fundamentales para su subsistencia. (ver nuestros artículos sobre este tema).

Y finalmente, no tenemos que remontarnos a tantos siglos para conocer del último hecho de armas desarrollado en esta comarca, pues en 1943, en plena II Guerra Mundial, fue torpedeado frente a Castillo del Romeral, el submarino alemán U167, por aviones de la RAF británica, hecho contemplado por vecinos del pueblo que nos lo relataron, siendo finalmente hundido por su propia tripulación frente a la playa de Las Burras y rescatados sus tripulantes por los pescadores de la zona (ver los artículos sobre este tema).

Y como comentario final, tenemos que llamar la atención, de que es característico de los canarios, el no poner en valor sus sitios históricos y más bien ponerlos en el olvido, cuando no, aún más grave, destruirlos. En una isla y en un municipio, en los que vivimos del turismo, tienen escasa repercusión y promoción exterior estos aspectos (salvo para su utilización por intereses especulativos como hemos visto) y ya quisieran algunos municipios turísticos en el mundo tener la mitad de valores históricos que tiene SBT. Las ciudades o lugares colombinos, tienen una gran repercusión mediática y académica y Manuel Lobo ya propuso el realizar un Museo de La Piratería en el municipio, basado en la rica historia que hemos relatado.

Con este artículo esperamos despertar sensibilidades e impulsar intervenciones arqueológicas, para poner en valor y dar a conocer la historia de Amajo, Mña. de Las Tabaibas y Pozo del Lentisco, y poder protegerlos. Si no nos damos prisa, es muy probable que los restos de Las Tabaibas desaparezcan muy pronto destruidos por la construcción de antenas de telecomunicación y los de Pozo del Lentisco, arrasados por una urbanización ya proyectada en el lugar.


BIBLIOGRAFÍA

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GUEDES GONZÁLEZ, P.

2010 Ataque y hundimiento del submarino U167 por los aliados frente a Castillo del Romeral en la II guerra mundial. (2 partes)

2012 El motín del Sur de Gran Canaria de 1718-19. (4 partes)

2015 Piratas moros en las “Salinas de Abajo” en 1622.

2016 Los ‘piratas’ Drake y Van der Does en el Sur de Gran Canaria. (2 partes)

2018 El Coronadero (Amurga), la catedral solar de los antiguos canarios

2021 Localizado el poblado al Sur de Gran Canaria, con mayores probabilidades de ser donde se reparó ‘La Pinta’ de Colón y el lugar de la Batalla de Tirajana.

 2021 Amurga, el santuario perdido de Tirajana. XXIV Coloquio de Historia Canario-Americana (2020), XXIV-040. (Se puede leer en el enlace sin tener clave, haciendo scrolling).

2022 La Batalla de Sardina de 1471

2023 La Batalla de Tirajana el día de San Bartolomé, 24 de agosto de 1479

2024 El Coronadero, posible antecedente de Risco Caido y de las Cuevas Cupulares de Gran Canaria.

MACIAS HERNÁNDEZ, A. (2021). «¿Hecho histórico o hecho historiográfico? La declaración de bien de interés cultural de La franja de terreno del Oasis de Maspalomas». En Los bienes de interés cultural. El Oasis de Maspalomas. Parejo, L., Morales, G., Macías, A. (eds.). LPGC: Universidad de LPGC, servicio de publicaciones.

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MORALES PADRÓN, F. (1978). Canarias: crónicas de su conquista. Sevilla-Las Palmas: Ayuntamiento de Las Palmas-Museo Canario.

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